Puedes estar sufriendo autoabandono y conductas autodestructivas y quizás no lo sepas

El autoabandono y las conductas autodestructivas pueden ser difíciles de reconocer, a menudo porque se manifiestan de formas sutiles y progresivas.

Estos patrones pueden tener consecuencias serias para la salud física y mental, pero con la identificación temprana y las estrategias adecuadas, es posible manejarlos y superarlos.

Señales de autoabandono

El autoabandono puede describirse como un estado en el cual una persona falla en cuidar adecuadamente de su bienestar físico, emocional, o psicológico. Esto no solo incluye el descuido de la higiene personal y la salud física, sino también la negación de las necesidades emocionales y sociales.

La American Psychological Association (APA) reconoce el descuido de la salud personal como un signo potencial de problemas de salud mental (American Psychological Association, «Stress Effects on the Body», n.d.).

Conductas autodestructivas

Las conductas autodestructivas, por otro lado, pueden incluir acciones conscientes o inconscientes que resultan en daño físico o emocional para la persona. La autolesión, el abuso de sustancias, y la negligencia en decisiones saludables son ejemplos clásicos de tales comportamientos.

De acuerdo con la Mental Health Foundation, el involucramiento en este tipo de conductas a menudo puede ser un mecanismo de afrontamiento mal adaptativo para lidiar con el estrés o el trauma (Mental Health Foundation, «Understanding self-harm», 2021).

¿Cómo se identifica?

El autoabandono y las conductas autodestructivas pueden manifestarse de múltiples maneras:

Manifestaciones de Autoabandono:

  1. Higiene Personal:
    • Descuido de la higiene personal, como bañarse con menos frecuencia, no cepillarse los dientes o descuidar otras rutinas de aseo.
  2. Salud Física:
    • Ignorar chequeos médicos y síntomas de enfermedades.
    • Falta de sueño o un patrón de sueño excesivamente irregular.
    • Alimentación deficiente, como comer en exceso o no comer lo suficiente.
  3. Salud Mental:
    • Aislamiento social voluntario, evitando interacciones con familiares y amigos.
    • Descuido de las actividades que antes generaban placer o satisfacción.
  4. Entorno:
    • Desorden o falta de limpieza en la casa o en el espacio de trabajo.

Manifestaciones de Conductas Autodestructivas:

  1. Autolesiones:
    • Cortes o quemaduras autoinfligidas.
    • Otras formas de daño corporal que no parecen tener una explicación funcional.
  2. Abuso de Sustancias:
    • Consumo excesivo de alcohol, tabaco, o drogas recreativas.
    • Uso de medicamentos de manera no prescrita o para fines no medicinales.
  3. Decisiones Nocivas:
    • Involucrarse en prácticas sexuales riesgosas sin protección.
    • Conducción imprudente o bajo los efectos del alcohol o drogas.
  4. Negligencia en las Decisiones de Salud:
    • Evitar el ejercicio o, por el contrario, ejercitarse de forma compulsiva hasta el punto de causar daños físicos.
    • Comer de manera desordenada, como por medio de atracones o restricciones severas sin motivo médico.
  5. Comportamiento Impulsivo:
    • Actuar sin consideración de las consecuencias.
    • Tomar riesgos innecesarios en diversas áreas de la vida.

Es importante señalar que la presencia de uno o más de estos comportamientos no diagnostica de manera definitiva el autoabandono o conductas autodestructivas, pero puede ser un indicador de que se debe buscar ayuda profesional.

Tanto el autoabandono como las conductas autodestructivas pueden ser signos de condiciones subyacentes que requieren atención, como la depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación o trastorno de estrés postraumático.

Identificación y consecuencias

Identificar el autoabandono y las conductas autodestructivas no es siempre sencillo. A menudo, pueden parecer rutinas diarias benignas o respuestas al estrés.

La Clínica Mayo advierte que la falta de autocuidado puede ser un síntoma de trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad (Mayo Clinic, «Depression (major depressive disorder)», 2021).

Las consecuencias de dichos comportamientos van desde el deterioro de la calidad de vida hasta efectos serios y duraderos en la salud física y mental, incluyendo trastornos relacionados con el estrés, la ansiedad, y según la World Health Organization (WHO), pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes (World Health Organization, «Depression», 2021).

Prevención y manejo

El primer paso para prevenir estas conductas es la conciencia. Reconocer las señales de advertencia y aceptar que se necesita ayuda es fundamental. Instituciones como el National Institute of Mental Health (NIMH) recomiendan buscar apoyo profesional si se identifican síntomas de autoabandono o comportamientos autodestructivos (National Institute of Mental Health, «Help for Mental Illnesses», 2020).

Las estrategias preventivas incluyen desarrollar una rutina saludable, establecer una red de apoyo, participar en actividades que promueven la estima y bienestar propio, y practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación y la atención plena (mindfulness).

La Asociación de Psicología Americana sugiere que el ejercicio regular puede mejorar el estado de ánimo y combatir la depresión (American Psychological Association, «Exercise helps keep your psyche fit», 2020).

El camino hacia el autocuidado y la superación de conductas autodestructivas es personal y único para cada individuo.

Sin embargo, con la identificación temprana de las señales de advertencia y la implementación de estrategias de manejo efectivas, es posible reducir estos patrones de comportamiento y dirigirse hacia una vida más saludable y satisfactoria.