Las convulsiones epilépticas son diversas y tienen diferentes manifestaciones. Además de las llamadas «Las convulsiones febriles son convulsiones tónicas clónicas generalizadas«, que se acompañan de pérdida de conciencia, caída y calambres en las extremidades, todavía existen otras manifestaciones de estas enfermedades neurológicas.
Muy diferente es, por ejemplo, lo que sucede en la forma de incautación conocida como «crisis de ausencia«, que a menudo no es reconocida por personas en el entorno, sino solo por el paciente. Es uno de los llamados pequeños ataques epilépticos («crisis de ausencia«).
Las crisis de ausencia cortas se caracterizan por pausas en la conciencia con un comienzo y un final abruptos, en los que la persona interesada no responde, pero por lo demás se comporta de manera calmada y discreta.
Esto conduce a una repentina terminación del pensamiento y las funciones físicas. Si ocurre una ausencia, por ejemplo, al hablar o comer, esta actividad se detiene por un corto lapso de tiempo, informa el Dr. med. Curt Beil de la Asociación Profesional de Neurólogos Alemanes (BDN) con sede en Krefeld. Una crisis ausencia generalmente dura entre 5-20 segundos. Cuando se detiene el ataque epiléptico, el cerebro vuelve a su función original.
Los trastornos del comportamiento y los cambios mentales pueden ser una expresión de la epilepsia
Además, los comportamientos de inicio repentino que son inapropiados en la situación particular pueden ser signos de epilepsia. Algunos enfermos suelen voltear sus globos oculares hacia arriba, «enroscar» su lengua, permanecen en una postura inusual o realizan movimientos estereotipados, dice el neurólogo.
Otra condición está asociada con los síntomas mentales, como un repentino sentimiento de felicidad, un arrebato de ira, ansiedad, o incluso una experiencia de déjà vu. También es posible que se presenten ataques que solo noten las personas afectadas. Se experimentan como el llamado aura y pueden asociarse con una sensación ascendente del abdomen, así como con el olor, el sabor y las sensaciones acústicas.
Examen de un especialista
Una crisis epiléptica es el resultado de una disfunción súbita y transitoria del cerebro en la que los grupos de neuronas de la corteza cerebral están limitados en el tiempo, están anormalmente sincronizados y se descargan en rápida sucesión.
La forma en que se manifiesta una convulsión epiléptica depende de qué áreas del cerebro se ven afectadas, en qué medida y qué funciones están ubicadas allí. Es importante que un neurólogo estudie de manera exhaustiva esas convulsiones, especialmente si ocurren varias veces y determine la causa.
También es necesario aclarar si es necesaria una terapia y cuánto tiempo debe continuarse, entonces siempre es una decisión individual, pero que se toma junto con el médico.
Sin embargo, de la epilepsia, solo se habla cuando las convulsiones ocurren repetidamente y no son provocadas desde el exterior. Como regla general, el tratamiento se administra si se producen más de dos convulsiones al año. Si una epilepsia permanece sin ser reconocida y no se trata, se producen convulsiones más fuertes con caídas, sacudidas y convulsiones, que pueden ser muy peligrosas al conducir o utilizar máquinas.
La epilepsia es la enfermedad crónica más común del sistema nervioso central, que afecta a 500,000 personas en Alemania. El tratamiento con fármacos antiepilépticos, que protegen contra las convulsiones epilépticas, hace que 7 de cada 10 pacientes epilépticos no sufran crisis.
