Cómo la psicología del trabajo puede ayudar a aumentar la productividad

Aplicando la psicología del trabajo

La psicología del trabajo cumple un papel fundamental para la adaptación del trabajador y conseguir un aumento en la productividad, evitando los efectos de un ambiente laboral desfavorable y que socava la creatividad y la salud del empleado.

El problema del hombre en el entorno laboral es de interés para muchas disciplinas científicas, como la economía, la sociología, la psicología, la pedagogía, la filosofía y el derecho.

La psicología del trabajo y sus efectos en el empleado

La mente humana es como una máquina orgánica: para poder trabajar constantemente a alta velocidad, debe recargar regularmente las baterías, organizar los datos almacenados y mantener el cuidado de la memoria. 

Es por eso que muchas empresas en todo el mundo están comenzando a darse cuenta de que para aumentar la eficiencia del equipo de trabajo, además de equipar a las oficinas con las últimas tecnologías, también deben proporcionar un entorno de trabajo proactivo adaptado a las necesidades ergonómicas de sus empleados.

El término “productivity hacks» es un concepto relativamente nuevo, el cual incluye formas de aumentar la productividad, como limitar tu acceso a Internet o planificar estratégicamente tu horario diario. Sin embargo, la efectividad de las estrategias por sí mismas es casi completamente individual, por lo que requiere un compromiso individual de los empleados en lugar de una implementación en el ámbito de la empresa.

Para alentar a sus equipos a aplicar estas tácticas, los jefes deben enfocarse en el aspecto psicológico y transformar completamente la cultura organizacional.

No existe un ambiente de trabajo libre de factores que afecten negativamente nuestra salud y bienestar. – Adrianna Potocka (2011, p. 23)

El precio de llevar una cultura laboral negativa

Los ambientes de gran estrés dentro del área de trabajo están llegando a su fin, ya que las empresas están comenzando a reconocer que el estrés no es un muy buen motivador como se pensaba. A corto plazo, el estrés puede llevar a los empleados a trabajar más duro, pero a largo plazo puede tener un impacto drástico en su salud y satisfacción.

Según una publicación en la revista Harvard Business Review, las empresas estadounidenses con un ambiente de alto estrés gastaron un 50% más en atención médica, y el costo anual ligado a las ausencias por enfermedades relacionadas con el estrés alcanzó los $500 millones. 

Los empleados con un bajo nivel de compromiso con su trabajo tienen un 60% más de probabilidades de cometer errores, lo que puede implicar la necesidad de pagar una alta compensación en caso de reclamos de clientes.

Las relaciones de amistad en el área de trabajo pueden aumentar la productividad

La amistad entre compañeros de trabajo y el cuidado y preocupación resultantes son uno de los factores propicios para construir una cultura organizacional positiva. Se ha demostrado que las relaciones sociales entre los empleados reducen el número de días de ausencia por enfermedad e incluso aumentan su capacidad de recordar y almacenar información.

La paciencia y la empatía conducen a una mayor productividad y compromiso

Los jefes tienen una excelente oportunidad para crear un ambiente de trabajo positivo y amigable y así aumentar el rendimiento del equipo. Se ha comprobado que el comportamiento hostil por parte del jefe produce sentimientos negativos en los empleados incluso hasta un año después del evento que los causó. 

La revista Leadership Quarterly realizó un estudio de imágenes cerebrales que mostró que los empleados, al momento que se les preguntó acerca de la hostilidad que experimentaron de sus jefes, continuaban sintiendo emociones negativas y aversión. Por otro lado, los jefes que muestran empatía y son buenos mentores de sus equipos ganan la lealtad de los empleados porque construyen relaciones profesionales positivas.

Una sensación de seguridad como factor para aumentar la productividad

Mantener una cultura organizacional abierta que conduzca al discurso y al diálogo, aumenta la capacidad de los empleados de desarrollar su pensamiento creativo e innovador. Esto significa que durante las reuniones de equipo, siempre debe haber un momento de lluvia de ideas, de tal manera que se sientan en confianza y sin miedo a expresar lo que piensan.

Los miembros del personal deben sentirse libres de pedir apoyo, hacer preguntas sobre trabajos, y discutir problemas con sus jefes.

El descanso es tan importante como el tiempo dedicado al trabajo

Independientemente de cuán positivo sea el ambiente de trabajo, el cuerpo humano y la mente tienen sus limitaciones. Investigaciones han demostrado que la productividad de los empleados aumenta cuando se concentran en trabajar durante 52 minutos, y se toman un descanso de 17 minutos, preferiblemente lejos de la computadora. 

Un estudio sobre técnicas para aumentar la productividad de DeskTime mostró que la productividad de los empleados que usan este modelo es 10% más alta. Otro estudio realizado en 1999 en la Universidad de Cornell sugirió conclusiones similares: mostró que los empleados que tenían tiempos constantes de descanso fueron un 13% más eficientes que sus compañeros.

Para maximizar el potencial de los empleados, se les debe proporcionar un entorno de trabajo abierto y honesto en el que el éxito no se base en la cantidad de presión. Los empleados deben tener la libertad suficiente para crear soluciones innovadoras y un espacio para establecer relaciones amistosas con compañeros y jefes. 

También son necesarios los descansos frecuentes durante el día, incluso si es tiempo dedicado a leer el periódico o escuchar la radio.

La importancia de la psicología del trabajo

Los aspectos psicológicos del trabajo fueron objeto de investigación ya en la década de 1950. En su período inicial, los psicólogos estaban interesados ​​principalmente en los obstáculos en el proceso de adaptación de los empleados y su adaptación al entorno laboral, y no en propiedades potencialmente dañinas del lugar de trabajo.

Sin embargo, con el surgimiento de la investigación sobre el entorno de trabajo psicosocial y la psicología del trabajo en la década de 1960, el interés de los investigadores comenzó a centrarse en la cuestión del impacto de ciertos aspectos del entorno de trabajo en la salud.

La salud, tal como la definió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1946, no es solo una falta de enfermedad, sino una sensación de bienestar total, físico, mental y social (bienestar).

En la década de 1980, los expertos de la OMS enfatizaron que el bienestar humano en el trabajo también determina la salud humana. En ese momento se entendía una definición de bienestar en el trabajo, entendida como un estado mental dinámico caracterizado por un equilibrio relativo entre las habilidades, necesidades y expectativas del empleado, y los requisitos del entorno y las posibilidades que este entorno crea.