¿Necesito un psicólogo? Cuándo deberías ir al psicólogo

En la terapia con el psicólogo

 Una visita oportuna al psicólogo puede ahorrarnos momentos de incertidumbre y desasosiego. Sin embargo, muchas veces la duda de si necesito un psicólogo o no se hace presente, sobre todo, porque muchas personas piensan que ir al psicólogo es cuando uno está «mal de la cabeza«, en vez de verlo como una forma de buscar el bienestar y la salud emocional.

El psicólogo es el profesional al que debes acudir, si pretendes resolver algún tipo de problema, conflicto, crisis emotiva o trastorno, asociados a la mente humana.

De igual forma, puede ayudarte a que te despojes de algunos hábitos nocivos, que puedan causarle algún tipo de daño a tu salud física o mental; o a cultivar en ti costumbres que redunden en la obtención de mejores beneficios que te harán sentir mejor.

Importancia de la ayuda psicológica

No resulta extraño oír a determinadas personas que manifiestan a viva voz “ser su propio psicólogo”.

Son personas que se convencen de que las mejores decisiones que pueden tomar, son las que su cerebro procesa teniendo como referencia; la perspectiva que ellos mismos tienen.

Esto ocurre porque generalmente, durante el sueño se reactivan zonas en el cerebro que durante el día estuvieron “aturdidas” por la gran cantidad de información que procesaron; permitiendo ahora tener una mejor percepción de las cosas y por lo tanto, tomar decisiones.

Pero esto es viable solo si la situación no nos desborda, ya que si nos encontramos de pronto con las manos atadas, sin poder visualizar con claridad la resolución de un conflicto; esto ya no será una opción.

Es allí cuando interviene el psicólogo, quien desde un punto de vista profesional y objetivo evalúa con otra visión el planteamiento y aplica su conocimiento y experiencia para brindarnos la ayuda que necesitamos.

El psicólogo dispone de numerosas herramientas cognitivas, que ha aprendido tras años de estudios de la mente humana a un nivel de formación profesional universitaria.

Estas herramientas son de comprobada eficacia para ayudarte a resolver los problemas que puedas plantearle.

Problemas en los que un psicólogo puede ayudarte:

Existe una extensa variedad de problemas y trastornos donde la intervención de un psicólogo calificado puede ser la solución.

 Entre los más comunes se encuentran:

  • Diversos trastornos anímicos, como la ansiedad y la depresión.
  • Exceso de timidez o fobia de carácter social.
  • Distintas adicciones.
  • Trastornos del tipo alimentario, como la anorexia o la bulimia.
  • Diferentes miedos y fobias irracionales.
  • Altos niveles de estrés
  • Control de impulsos.
  • Dificultades con la autoestima o falta de confianza.
  • Afecciones de carácter sexual.
  • Trastornos de la personalidad.

Adicionalmente, los psicólogos pueden ayudarte a canalizar otros tipos de situaciones, como estas que te nombraremos a continuación:

  • Erradicación de malos hábitos.
  • Resolución de conflictos familiares.
  • Problemas de pareja.
  • Manejo de la pérdida de seres queridos.
  • Hechos emocionalmente traumáticos.
  • Problemas derivados del ámbito laboral.
  • Trastornos de carácter psicosomático como la fibromialgia, la hiperhidrosis o el colon irritable.

¿Cuándo ha llegado el momento de solicitar la ayuda de un psicólogo?

El momento ideal para acudir al psicólogo, es cuando notas que has sobrepasado tus límites sin haber dado con la solución del problema.

 Esto se pone de manifiesto en las siguientes circunstancias:

  1.  El problema ha alcanzado límites que afectan tu desempeño cotidiano, en el área laboral, social, relación de pareja o familiar.
  2.  Careces de fortaleza anímica o recursos para enfrentar la problemática tu mismo.
  3. Comienzas a percibir una serie de afecciones que afectan tu calidad de vida, como insomnio, falta de motivación, estados ansiosos, ataques de pánico, entre otros.
  4.  Sientes que la situación te agobia y no encuentras una salida, por lo que la desesperanza te abruma.
  5.  Han fracasado todos tus intentos para solucionar los problemas que afrontas.
  6.  Se te dificulta controlar tus emociones, protagonizando episodios de ira como respuesta a estados de depresión; o experimentas episodios de ansiedad con facilidad.
  7.  Sensación de vulnerabilidad ante tu entorno que percibes como hostil y amenazante.
  8.  Necesitas creer en ti mismo para poder enfrentar con éxito retos venideros.
  9.  Te responsabilizas por alguna circunstancia del pasado que haya tenido efectos negativos en personas relacionadas contigo.
  10.  Padeces de constantes cambios de humor que no puedes justificar y que te han causado conflictos en tus relaciones interpersonales.

En conclusión, el tratamiento psicológico es la herramienta perfecta que puede ayudarte a suprimir, o por lo menos aliviar, las afecciones que te ocasionan perturbación sobre tu vida cotidiana; y que pueden afectar en alguna forma tu desempeño.