La psicología de las personas que no se disculpan por nada

Personas que no saben disculparse

¿Por qué algunas personas no pueden disculparse a pesar de estar mal? ¿Son simplemente tercos? ¿O hay algo acerca de su psicología que les impide asumir la responsabilidad de sus acciones?

Razones por las que no nos disculpamos

Para ser claros, incluso los más concienzudos entre nosotros a veces no se disculpan. Esto suele suceder por una de dos razones: (1) no nos preocupamos lo suficiente por la otra persona o la relación como para «meternos en problemas» por admitir nuestro error y disculparnos por ello, o (2) creemos que nuestra disculpa no cambiará nada.

Por ejemplo, digamos que chocaste con un colega accidentalmente y lo interrumpiste cuando trataba de terminar un trabajo. Si crees que tu compañero ya te guardaba rencor por un incidente anterior, entonces podrías omitir las disculpas, ya que crees que por la relación que ya tenías con él realmente no servirá de mucho hacerlo.

Las personas que nunca se disculpan

Pero ¿qué pasa con las personas que nunca pueden admitir que se equivocaron, sea cual sea la ocasión? ¿Qué los hace incapaces de disculparse incluso cuando obviamente están equivocados? Para estas personas, admitir el error y disculparse es muy amenazante psicológicamente. Ofrecer una disculpa implica que has lastimado a otra persona de alguna manera, lo que puede causar sentimientos de vergüenza.

Las personas que no pueden disculparse suelen tener una autoestima tan baja que su frágil egoísmo no puede absorber el golpe de admitir que se equivocaron. Por lo tanto, sus mecanismos de defensa se activan, en su mayoría de manera inconsciente, y pueden transferir cualquier responsabilidad a otra persona e incluso negar hechos irrefutables para evitar la amenaza de tener que aceptar su error. 

Cuando agravan su posición culpando a las circunstancias, negando los hechos o atacando a la otra persona u otras personas involucradas, los no apologistas pueden sentirse empoderados.

Desafortunadamente, muchos de nosotros malinterpretamos el comportamiento defensivo de estas personas debido a la fragilidad como un signo de fortaleza psicológica. Esto se debe a que, exteriormente, parecen ser personas duras que se niegan a darse por vencidas. Pero lo hacen no porque sean fuertes, sino porque son débiles.

Las causas psicológicas detrás de la imposibilidad de pedir disculpas

Psicológicamente, admitir que estamos equivocados es emocionalmente angustioso y doloroso. Para asumir la responsabilidad y disculparnos, nuestra autoestima debe ser lo suficientemente fuerte como para poder absorber esta incomodidad. De hecho, si nuestra autoestima es más alta y más estable, podemos tolerar el golpe temporal que conlleva esa aceptación, sin romper las paredes que rodean nuestro ego.

Sin embargo, si nuestra autoestima alta solo aparentemente, pero en realidad es frágil, esta «disculpa» puede traspasar nuestras barreras defensivas y asestar un golpe directo a nuestro ego. De hecho, como regla psicológica, cuanto más rígidos son los mecanismos de defensa de uno, más frágil es el ego que protegen.

La triste y frustrante realidad es que nunca podremos ganarles a estas personas. Incluso si demostramos que se equivocaron con hechos impactantes e indiscutibles, ellos negarán estos hechos indiscutibles o recurrirán a un ataque personal diciendo algo como «¿Por qué siempre me haces las cosas difíciles y desagradables?».

En estas situaciones, lo mejor que podemos hacer es formular nuestros argumentos de la manera más tranquila y convincente posible y luego alejarnos de la controversia cuando esta se vuelve contraproducente, como cuando desafían los hechos, hacen excusas ridículas o hacen comentarios triviales. 

Una vez que la persona se calme y cuando no sintamos agresión de su parte, entonces podemos buscar señales de remordimiento. ¿Notas que se volvió particularmente amable o generoso hacia ti? Esta es la forma en la que inconscientemente intentan corregir nuestra relación de manera que no amenacen su sentido de sí mismos. Al dar este paso adicional después de su error, pueden sentirse bien consigo mismos.