La demencia podría ocasionar el cambio del ciclo sueño-vigilia

Problemas de vigilia y sueño por demencia

Las personas con demencia pueden experimentar una sensación de cambios en el ciclo del sueño y la vigilia en las etapas avanzadas de la enfermedad y los pacientes pueden perder su ritmo día y noche.

Durante la demencia las capacidades cognitivas, como la cognición, la memoria, la orientación, el lenguaje, el aprendizaje y la planificación, así como las capacidades sociales y emocionales, pueden verse afectadas.

En algunos casos, el ritmo día y noche se invierte, generalmente en una etapa avanzada de la enfermedad, lo que puede ser muy problemático para las personas mismas, así como para sus familiares o cuidadores.

Así como la orientación espacial a veces se pierde en la demencia, el sentido del tiempo también puede cambiar. Los afectados pierden el ritmo del día y la noche, pero también la sensación de intervalos de tiempo como minutos u horas. Como resultado, se encuentran incapaces de hacer frente al tiempo y, a menudo, se sienten cada vez más inquietos y perdidos, también porque los cuidadores suelen estar ausentes por la noche.

A menudo, el riesgo de accidentes es, en consecuencia, alto. El problema a menudo se nota en el hecho de que los afectados llaman a los contactos por la noche, están buscando comida o quieren salir a caminar. Puede ocurrir incluso una noche pronunciada de desvelo o excitación nocturna. Suele ocurrir también que los afectados llamen a sus familiares por la noche, busquen comida o salgan a caminar.

La ansiedad, la medicación o la falta de trabajo pueden perturbar el sueño

Una alteración del ritmo circadiano puede tener muchas causas. Es importante aclarar esto y apoyar a los afectados al respecto. Primero, deben aclararse las causas físicas como el síndrome de las piernas inquietas, la apnea del sueño y el dolor o la picazón.

Además, diversos fármacos como los betabloqueadores pueden perturbar el ritmo circadiano. A menudo, simplemente faltan temporizadores en el entorno, como una dosis suficiente de luz natural o contactos sociales durante el día, razón por la cual los pacientes pierden el equilibrio. Incluso la inactividad física y las rutinas diarias aburridas o monótonas afectan el sueño nocturno habitual. No es raro que los pacientes con demencia sufran estrés y ansiedad, lo que también afecta la capacidad del sueño.

Activar rutinas diarias fijas ayuda con la orientación del tiempo

Si se excluyen las causas orgánicas o los efectos secundarios de los medicamentos, varios comportamientos simples pueden ayudar a estabilizar el ciclo día-noche. En principio, es útil distinguir el día lo más claramente posible de la noche con todos sus aspectos y crear suficientes actividades durante el día.

Para la persona con demencia, debe valer la pena mantenerse despierto durante el día. Un ritmo diario claro con horarios de comida fijos y contactos sociales estimulantes es útil. También es importante limitar el sueño diurno y, en particular, ofrecer solo períodos de descanso sin dormir, especialmente en la tarde.

Tanta luz diurna brillante puede estabilizar el ritmo circadiano. No menos importante es la mejor higiene del sueño.Con temperatura ambiente adecuada e iluminación ventajosa. Cuando las personas con demencia están inquietas por la noche, una conversación breve y relajante a menudo ayuda.

Si no se toman tales medidas convencionales, se puede intentar la terapia con baños de luz artificial o incluso la medicación melatonina. Esta es una hormona que controla el ritmo día-noche de los humanos y también se puede usar como ayuda para dormir. Solo en casos muy severos con agitación pronunciada se deben usar neurolépticos.

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