Formas efectivas para tomar decisiones más rápido

Cómo tomar decisiones más rápido

La vida de una persona depende directamente delas decisiones que toma. Las dudas, y las vacilaciones en elegir la mejor opción nos llevan hacia la pérdida de oportunidades, fondos, tiempo y fortaleza mental. En este artículo te explicaremos cómo tomar decisiones racionales rápidamente, según lo han explicado expertos en el campo del éxito y el desarrollo personal.

Identifica tus prioridades mediante preguntas clave 

Las personas exitosas se preocupan principalmente por resolver los problemas más importantes que pueden afectar el éxito. ¿Cómo identificamos las tareas más importantes? 

En primer lugar, hay que hacerse una serie de preguntas. La prioridad no debe basarse en la urgencia o el plazo, sino en la importancia del resultado final. 

Estas son las preguntas que se aconsejan resolver antes de empezar a priorizar las tareas:

  • ¿Qué traerá esta decisión a mi vida? 
  • ¿Qué estrategias mostrarán los mejores resultados? 
  • ¿Qué recibiré personalmente en caso del éxito máximo? 
  • ¿Cuáles serán las consecuencias del fracaso? 

Cuando tomar una decisión es importante para tu carrera, desarrollo personal, relaciones y otras áreas importantes de la vida, debes actuar de inmediato. No distribuyas tu atención en muchas tareas. Elige la máxima prioridad, considérala y toma una decisión. 

Establece las estrategias que tomarás

Las actividades humanas dan frutos cuando uno sabe claramente cómo actuar para lograr su objetivo. Tirar entre el «sí» y el «no», «hacer o no hacer», las dudas y vacilaciones llevan tiempo, y agotan mental y físicamente. 

Para elegir la mejor estrategia: 

  1. Escribe tus soluciones en hojas de papel separadas. 
  2. Lee, reflexiona, y evalúa si los puntos de cada plan están correctamente formulados. 
  3. Sopesa la realidad de los pasos, considera las opciones para el desarrollo de eventos. 
  4. Considera todos los factores de terceros. 
  5. Evalúa las consecuencias y el posible resultado. 
  6. Da preferencia a la estrategia ganadora. 

¿Cómo tomar una decisión importante y estar seguro de que es la correcta? Toma en cuenta los valores morales al considerar opciones. Cuando las personas no se desvían de sus principios espirituales, la toma de decisiones se simplifica enormemente. La persona no tiene en cuenta las opciones que son éticamente inaceptables para él. Esto facilita la elección de una estrategia. 

Seguir los valores morales a la hora de resolver problemas hace que una persona sea optimista y segura de sí misma, la sumerge en un estado de felicidad.

Asegúrate de recopilar información 

El principal enemigo de la toma de decisiones es la duda. La mayoría de las veces son causadas por la falta de información sobre posibles problemas, y factores de terceros que pueden afectar la decisión. Recopila la mayor cantidad de información posible para responder a tus dudas: 

  • Encuentra hechos que aclaren la situación, tus preguntas; 
  • Anota los datos en orden de importancia; 
  • Clasifica la información en grupos o categorías; 
  • Indica la relación entre todos los datos conocidos que se relacionan con la situación; 
  • Céntrate en los aspectos más significativos; 
  • Resalta la circunstancia más importante y acéptala como base para la decisión. 

Considera los datos de manera objetiva, sopesando la importancia de cada factor. 

La abundancia de información puede dificultar la toma de decisiones. Después de un análisis detallado de los datos, una persona se da cuenta de que hay muchas razones que pueden llevar al fracaso. 

Una sobreabundancia de información a menudo conduce a una «parálisis del análisis«. Al darse cuenta de todas las complejidades del camino hacia el éxito, muchos dejan de buscar una solución y dejan todo como está. 

No busques información ad infinitum. Designa el período para la recopilación de información y toma una decisión en función de los datos obtenidos durante este tiempo. 

Haz a un lado tus prejuicios 

Una de las grandes barreras en la toma de decisiones importantes son los miedos profundos y las necesidades instintivas de una persona. Las características del cerebro obligan al «yo» consciente y lógico a luchar contra el lado emocional e inconsciente de la personalidad. 

Esto lleva al hecho de que todos los datos recibidos sobre una situación se perciben de forma sesgada. Cuando las personas se dan cuenta de que están malinterpretando la información y con prejuicios sobre el tema, aumentan las posibilidades de tomar la decisión correcta. 

Una persona que acepta internamente su posible sesgo es racional: 

  • Analiza diferentes posibilidades y puntos de vista; 
  • Identifica factores negativos; 
  • Considera opciones de manera integral; 
  • Toma decisiones racionales.

A continuación, te indicamos cómo tomar la decisión correcta: 

  1. Considera el problema tú mismo desde diferentes ángulos. Forma una visión para una solución. 
  2. Solicita la opinión de tus seres queridos en quienes confíes. Escucha los pensamientos de aquellos en quienes desconfías o consideras enemigos. Anota las recomendaciones. 
  3. Compara los consejos y tus propias conclusiones para cada elemento. 
  4. Revisa objetivamente todos los datos, confirma que tienes la razón o, por otro lado, admite tus errores con honestidad. 
  5. Comprende la lógica detrás de los puntos de vista propuestos. 
  6. Renuncia a tus propias creencias si están equivocadas. Forma una opinión objetiva basada en todos los datos y su análisis.

Establece una fecha límite 

Las circunstancias cambian constantemente y cualquier cuestión puede estudiarse sin cesar. Muchas personas, que tienen suficiente información y un método eficaz para lograr un objetivo, no pueden tomar una decisión final. Las siguientes reglas pueden ayudar a cambiar esta situación:

  1. Establece términos claros para el estudio y análisis del tema, indica la fecha en la que se tomará la decisión. 
  2. No te emociones ni te adelantes, date el tiempo para comprender todo. 
  3. Toma una decisión en el último periodo del plazo. 

Los profesionales de la toma de decisiones utilizan eficazmente tanto el análisis racional como la intuición. 

Establecen una fecha y hora finales y luego, según la fecha límite, posponen la decisión tanto como sea posible. Reprograma la fecha límite en casos excepcionales cuando ocurran eventos inesperados que puedan afectar el resultado. 

Date la posibilidad de cometer errores

La razón más común para retrasar la toma de decisiones es el miedo al fracaso y al error. Un sentido de autoconservación anima a una persona a pensar repetidamente en la información y sopesar las posibles consecuencias, posponiendo una decisión.

¿Cómo puedes deshacerte del miedo y dar el siguiente paso? Ten en cuenta que incluso con la decisión más equilibrada, que se dé un curso ideal de los acontecimientos es casi imposible. Por tanto, en la etapa de consideración del tema: 

  • Permítete la posibilidad de cometer errores; 
  • Deja margen de maniobra; 
  • Estate preparado para cambiar tu estrategia en cualquier momento.