Frozen, Ratatouille, Mi villano favorito, Buscando a Nemo. Los niños ven la misma película una y otra vez sin cansarse y casi sin pestañear. Para ellos, cualquier momento es bueno para ver esa película que tanto les gusta, hipnotizados y llenos de alegría en cada repetición. Sus cansados padres a menudo se sientan con ellos y se preguntan qué hay detrás de esta inquietante obsesión.
Hace apenas unos meses, la gente estaba desconcertada por una noticia. Un usuario de Netflix había visto la misma película 357 veces en el transcurso de un año. Todos tenían curiosidad por saber dos cosas: qué película era y quién era esta persona. Finalmente, esta conocida plataforma digital contactó al usuario con la esperanza de conocerlo y publicar su historia.
Entonces, ¿Cuál era la película?
La película en cuestión no era otra que Bee Movie – The Great Honey Conspiracy. Es una divertida película animada donde una abeja, recién graduada de la universidad, deja su colmena para iniciar una hermosa relación con un humano; una floristería ¡El usuario que vio esta película fue Jaxson, un bebé de poco más de un año!
Según explicó la madre, el niño tenía solo unos meses cuando quedó fascinado con las imágenes de esta película de DreamWorks. Tanto es así que desde entonces no pasa un día sin que ponga la película. Según ella, Jaxson está más relajado y alerta que de costumbre cuando se la pone. Es consciente de que su hijo apenas entiende algo de lo que dicen, pero viendo la satisfacción que le produce, no duda en regalarle ese momento de placer y entretenimiento a diario.
Ven la misma película muchas veces porque su cerebro lo necesita
Seguramente te hayas sorprendido con esta historia sobre la usuaria de Netflix y su hijo. Sobre todo, por la edad del pequeño espectador. Todos sabemos que los niños de hoy en día tienen un contacto muy temprano con el mundo digital. Las imágenes que se mueven, los colores, la música y las voces son estímulos muy atractivos para el cerebro de los niños pequeños. Pero cuando los niños ven la misma película una y otra vez, se trata de algo más que atracción sensorial.
Echemos un vistazo a nuestra propia infancia por un momento. Todos tuvimos una película favorita, o tal vez era un cuento favorito. Uno que siempre queríamos estar leyendo, o que le pedíamos a nuestra madre o padre que nos leyera todas las noches. Nos encantaba que nuestros abuelos nos contaran la misma historia o anécdota cada vez que los visitábamos. Nos atraía lo familiar y lo predecible.
El papel de la repetición en el aprendizaje
El cerebro del niño aprende y combina información con la ayuda de la repetición. Por lo tanto, no es raro que los niños vean la misma película una y otra vez. De la misma manera nos piden que les cantemos la misma canción o les leamos el mismo libro. Investigaciones, como la publicada en 2011 por la Universidad de Sussex en Brighton, Inglaterra, muestran que los pequeños toman estas historias como un patrón. El patrón consiste en cadenas de significado, que poco a poco logran descifrar cada vez mejor.
De esta forma, podrán mejorar su lenguaje, descubrir nuevas palabras, entender mejor los motivos, obtener cada vez más detalles de la película y alcanzar así una mayor satisfacción personal.
La rutina ayuda a crear una sensación de seguridad
Los niños necesitan hábitos, pautas y rutinas. De esta forma, son capaces de organizar mejor su mundo y descubrir más y más de él. Al tener este tipo de horario que se repite, también se crea una sensación de seguridad. Por lo tanto, no debería sorprendernos que los niños vean la misma película una y otra vez porque obtienen mucha alegría y bienestar de ello.
El hecho de saber lo que va a pasar a lo largo de la película les permite validar sus expectativas, fortalecerse y les ayuda a relajarse. No hay imprevistos que necesiten procesar rápidamente. No hay información contradictoria que de repente los sorprenda. Cuando experimentan una película, una historia o un libro que conocen, se sienten cómodos y, sobre todo, les genera una sensación de seguridad y tranquilidad.
Ver una película una y otra vez mejora el pensamiento lógico
El pensamiento lógico se refiere a las conexiones que hacemos entre dos o más objetivos. Esto implica que hagamos comparaciones, obtengamos información, comparemos y lleguemos a una serie de conclusiones. Este importante proceso cognitivo del que hablaba Piaget es esencial para el desarrollo intelectual de un niño.
Entonces, de esa manera, una película con una historia específica les permitirá buscar y encontrar el mismo tipo de relaciones en la vida real. Les ayudará a encontrar causa y efecto en las relaciones, conectándolas con diferentes factores, estímulos, microrrelatos, movimientos y palabras.
Podemos concluir que aunque estas experiencias repetitivas nos agoten y nos irriten como padres, nuestros hijos las necesitan.
Cuando los niños ven la misma película una y otra vez, maduran. No solo les resulta divertido, sino que también crecen. Se sienten competentes cuando predicen algo; este estímulo familiar es placentero para ellos.
