¿Es realmente útil la delfinoterapia? – Pros y Contras

La delfinoterapia sus pros y contras

La delfinoterapia permite que pacientes autistas, depresivos, con estrés post-traumático o trastornos psicomotrices se alivien. Veamos en qué consiste.

La delfinoterapia es uno de los tipos de terapia, existente en la actualidad, que se realiza con animales. Todas ellas han demostrado ser útiles para tratar diversas patologías. Respecto a la que nos ocupa, podemos decir que se emplea con individuos que presentan algunas disfuncionalidades, tanto corporales como mentales. Y se ha encontrado que, en la mayoría de los casos, tiene un efecto relajante o produce una mejoría apreciable en el enfermo. 

La metodología consiste en colocar a una persona enferma en una piscina, para que interactúe con delfines, usualmente de la especie más popular (nariz de botella). Además, estará presente el terapeuta (médico o psicólogo). El objetivo perseguido es que el paciente (niño, joven o adulto) que padece de trastornos crónicos, físicos o psicológicos, mejore su calidad de vida. Y esto no se logra tan solo, por el efecto relajante del ambiente y las actividades realizadas.

Los defensores de la terapia informan haber observado que durante la interacción con los bellos mamíferos se produce un fenómeno extraño en las ondas cerebrales. Ellos aducen que los hemisferios izquierdo y derecho logran un estado de armonía tal que el paciente entra en un nivel relajado de profunda paz. Esto se compara a la experiencia obtenida por los místicos a través de los procesos de abstracción y meditación.

¿Cuál es el principio de la delfinoterapia?

Se trata de una terapia acuática basada en la estimulación sensorial. Nace de la observación, por parte de especialistas británicos, de niños afectados por el trastorno del espectro autista (TEA) y parálisis cerebral. Ellos encontraron que cuando estas criaturas convivían e incluso nadaban con los simpáticos animales mejoraba su estado de ánimo. Además, lograban relajarse más fácilmente y aumentaba su tolerancia frente a las caricias y el contacto físico en general.

Luego, John Lilly, un zoólogo estadounidense experto en delfines, puso a niños con enfermedades neurológicas a jugar con los animales, mientras les hacía electroencefalogramas. Observó en todos los casos mejoras en el lenguaje; al igual que, en el estado de ánimo y en su capacidad de movimiento. Las investigaciones de David Cole concluyeron que las frecuencias ultrasónicas emitidas por los mamíferos estimulaban el sistema nervioso central liberando endorfinas. Este científico americano le dio al fenómeno el nombre de hipótesis cavitacional.

Steve Bearch, posteriormente, compartió su hipótesis de la resonancia. Esta mide la energía de choque, emitida por las ondas que producen los silbidos o chasquidos del delfín, y su impacto sobre el sistema nervioso. Estudios recientes afirman que los campos electromagnéticos creados por tal sonido tienen el poder de modificar la doble hélice del ADN humano. Además, se cree que los inteligentes mamíferos emplean la biotecnología natural.       

Beneficios y controversias respecto a la terapia con delfines

Aparte de los beneficios ya mencionados, se ha encontrado que:

  • Las alteraciones neurológicas producidas durante la interacción paciente-animal conducen a un mayor bienestar integral del individuo. Así como, a un fortalecimiento del sistema autoinmune, aumento de la coordinación motora y mejora del estado anímico, las relaciones interpersonales y el lenguaje.
  • Los niños que sufren de DAH (Déficit de Atención con Hiperactividad) y otros trastornos nerviosos mejoran apreciablemente. También se han observados resultados excelentes en aquellos que presentan síndrome de Down y autismo. Sus procesos de aprendizaje se aceleran, de la misma forma que su capacidad de retención.
  • Es útil en personas que padecen de epilepsia, limitaciones motoras, auditivas e incluso del lenguaje. Los pacientes con cáncer, trastornos crónicos y otros padecimientos ven una reducción del dolor y las limitaciones propias de estas enfermedades.
  • Se usa con éxito en terapias de desintoxicación y en adultos que sufren de anorexia y bulimia. Asimismo, mejora la condición causada por un ACV o un traumatismo craneal.
  • Disminuye los malestares asociados al embarazo

Los que se oponen a este tipo de tratamiento esgrimen dos argumentos diferentes. Los primeros, defensores de los derechos de los animales, se oponen al encierro de los delfines; puesto que la terapia se desarrolla en zoológicos y parques acuáticos. Los segundos, son científicos que discrepan de las bases fundamentales encontradas. Por ejemplo, afirman que no existen pruebas de que el ultrasonido influya verdaderamente sobre las neuronas humanas o de que los síntomas autistas desaparezcan para siempre.

En conclusión, la delfinoterapia aporta soluciones a una gran cantidad de problemas de salud en niños y adultos. Es real el beneficio que hasta la fecha los pacientes han experimentado por medio del contacto divertido y relajante con estos graciosos animales. No obstante, están aquellos que afirman que los resultados obtenidos no son medibles, ni perdurables. El tiempo dará la razón a quien la tenga; mientras tanto, los enfermos disfrutan de una terapia genial.