El manipulador perverso ¿Cómo reconocerlo?

características del manipulador perverso o narcisista maligno

El manipulador perverso en el narcisismo. El narcisismo es uno de los temas más debatidos y discutidos en el campo psicológico. Hoy en día todos escuchamos hablar del narcisismo y muchas veces de una manera completamente superficial y estereotipada.

Todo esto de discutir sobre el narcisismo, por supuesto, alimenta tantos clichés que a veces incluso pueden ser difíciles de romper.

El comportamiento narcisista no es igual para todos

Para muchos, el narcisista es una persona a la que hay que evitar absolutamente y de la que hay que distanciarse. Lo que no sabemos, sin embargo, es que el narcisismo es un tema extremadamente delicado y que no todos los narcisistas son iguales o se caracterizan por rasgos estereotipados.

Los narcisistas, de hecho, son ante todo personas, como todos los que tienen problemas, aunque estén ocultos.

Sin querer justificar sus actitudes, proponemos, por lo tanto, considerar «el comportamiento narcisista» cuando nos referimos al narcisismo. Como si se tratara de algo que luego se aprende. Para ser claros, los narcisistas no nacen genéticamente, sino que se vuelven así. De esta manera te das cuenta de cómo se hace posible trabajar en esto último para ayudar a estas personas a mejorar.

En cualquier caso , quien adopta una conducta narcisista sigue padeciendo un trastorno de personalidad que afecta en cierto modo a las múltiples esferas de su vida e incluso más que a la de sus allegados.

El manipulador perverso o narcisista maligno

Entre las diferentes formas de “comportamiento narcisista” se encuentra la maligna que se puede rastrear en el comportamiento del manipulador perverso.

Además de los rasgos típicos, quienes adoptan una conducta narcisista maligna o perversa se caracterizan por rasgos asociales y agresivos.

Entre las características peculiares de este tipo de narcisismo, hay dos en particular:

  • La manipulación.
  • Sentido de superioridad y falta de empatía.

La manipulación del perverso narcisista

El primer elemento que distingue al manipulador perverso de otras formas está precisamente dado por la manipulación. El otro es percibido como alguien a quien manipular para lograr sus metas y objetivos.

El uso de la manipulación es ciertamente la característica peculiar de esta forma de narcisismo.

Entre las técnicas de manipulación, las más comunes son:

  • La culpa,
  • la denigración,
  • chantaje emocional.

En el primer caso, la persona tiende a atribuir las causas de sus problemas al exterior, por tanto, a los demás, y espera que hagan algo para remediarlo.

Con la denigración, en cambio, critica y desvaloriza duramente al otro, ayudando a bajar su autoestima y devolviéndole una imagen negativa que con el tiempo la pareja hará suya.

A través del chantaje emocional, las emociones y la afectividad se convierten en moneda de cambio. La lógica que prevalece es: «tú haces esto por mí y yo te doy mi amor a cambio«. A la larga, esto conduce a una disminución de la libertad de elección porque uno se siente asfixiado por el otro.

Superioridad y falta de empatía en el narcisista pervertido

Otra característica fundamental del narcisista maligno es precisamente el sentido de superioridad y la falta de empatía.

La tendencia a manipular impacta fuertemente la relación. La persona asume una actitud de superioridad y desprecio y crea una distancia emocional con el otro, generando una severa falta de empatía. La comparación con el otro, en este sentido, además de no ser aceptada, se convierte en algo imposible.

El otro, en efecto, no es ni visto ni percibido en una relación de igualdad, sino como alguien a ser utilizado para los propios fines personales.

Reconocer estas conductas es el primer paso para defenderse de una posible situación de violencia psicológica de la que inevitablemente se sale pidiendo ayuda externa, sobre todo cuando el narcisista perverso y manipulador está en nuestro círculo íntimo.

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