El estudio encontró vínculos entre las firmas y las partes más oscuras del narcisismo, como la autoridad y la explotación.
Las personas con firmas más grandes tienen más probabilidades de ser narcisistas, según una investigación.
Lo que descubrió el estudio
La conclusión proviene de un estudio sobre las firmas de 500 directores financieros.
Descubrieron que los directores financieros con las firmas más grandes tenían más probabilidades de falsear la verdad, ya sea informando erróneamente las ganancias de la empresa o relajando los controles internos.
El Dr. Charles Ham, uno de los autores del estudio, dijo: «En un entorno ideal, estaría en contacto directo con los ejecutivos y les pediría que hicieran una prueba de personalidad. Pero eso no suele ser posible. Una firma viene directamente del ejecutivo. Usamos dos pruebas de laboratorio para establecer el vínculo entre el tamaño de la firma y el narcisismo».
A veces, la gente piensa que el narcisismo es una ventaja, dijo el Dr. Ham: «Cuando la gente piensa en el narcisismo, su primer pensamiento es Steve Jobs. Piensan que es un buen rasgo».
Sin embargo, solo algunas partes del narcisismo son positivas, como la confianza en uno mismo. Los investigadores solo encontraron vínculos con las partes más oscuras del narcisismo, como la autoridad y la explotación.
El Dr. Ham dijo: «Hemos buscado ese lado positivo y no lo hemos encontrado. No predijimos al principio que el tamaño de la firma estaría relacionado solo con los elementos oscuros del narcisismo. Pero eso es lo que encontramos».
Las firmas se tomaron de documentos notariales proporcionados a la Comisión de Bolsa y Valores.
El profesor Nick Seybert, coautor del estudio, dijo: «Controlamos factores como el género, la tenencia y la historia corporativa. También medimos el tamaño de las firmas de los directores ejecutivos para determinar la interacción y ver si realmente era el director financiero quien impulsaba el proceso de supervisión».
Otras formas de detectar el narcisismo en una firma incluyen el uso de líneas adicionales o signos de exclamación.
El estudio fue publicado en el Journal of Research in Personality (Mailhos et al., 2016).
