La principal actividad que deben estar realizando los niños en edad escolar primaria es el aprendizaje. Sin embargo, este realiza cambios significativos en sus procesos psicológicos, lo cual exige mucha concentración.
La capacidad de los niños para trabajar eficazmente en el aula es el resultado de la capacidad de concentrarse en el proceso de aprendizaje, el tema y el contenido de la lección, las palabras del maestro y sus propias acciones. Por eso es tan importante ayudar al niño a desarrollar una capacidad de atención que le permita aprender plenamente y hacer frente con éxito a las tareas asignadas.
¿Qué es la atención?
La atención es un concepto en psicología cognitiva, es decir, el enfoque selectivo de la percepción en ciertos objetos. Este es un estado especial de conciencia en el que el sujeto (niño) es capaz de enfocar los procesos cognitivos (pensamiento, percepción, imaginación, memoria) en objetos específicos que tienen un significado personal o situacional.
La atención es el enfoque de una persona en los objetos y fenómenos que son más importantes para él.
¿Cómo se forma la atención en los niños?
Para desarrollar las habilidades de atención en el proceso de aprendizaje, es importante cumplir con varios requisitos:
- Suficiente ritmo de aprendizaje sin pausas demasiado largas;
- Realización constante de actividades mentales (el uso de tareas para la generalización y la comparación, la búsqueda de ejemplos y la formación de conclusiones);
- Ausencia de estímulos externos que atraigan la atención involuntariamente y distraigan del proceso cognitivo (comentarios fuertes o llamativos, movimientos bruscos);
- Claridad y concisión de las explicaciones antes de que el niño comience a trabajar.
Está estrictamente prohibido comentar sobre las acciones del niño cuando está concentrado: hacer observaciones, tratar de motivar. Al hacer señas con la mano, distraes al niño de la tarea en cuestión y lo obligas a concentrarse en tus palabras y después nuevamente en el trabajo, lo que conduce a la fatiga y finalmente pierde el interés en la actividad.
Hay varios juegos y ejercicios de observación que contribuyen al desarrollo de la atención. Las actividades que consisten en la de similitudes, errores, y cambios, atrae y mantiene la atención del niño.
Cómo mejorar la atención de los niños de 7 a 10 años
La selectividad insuficiente, la intercambiabilidad no desarrollada y la atención inestable son desventajas que pueden eliminarse con la ayuda de ejercicios especiales incluidos en el proceso educativo. Para mejorar la atención de un niño de 7 a 10 años, se deben utilizar dos tipos de ejercicios:
- Ejercicios especiales para el desarrollo de las propiedades básicas de la atención (estabilidad, distribución, concentración);
- Ejercicios que forman la atención como propiedad personal.
La falta de atención es el resultado del enfoque de los niños en lo general, no en lo particular. Al captar el significado general de la historia, la esencia del enunciado o el problema matemático, los niños no profundizan en los detalles, y no tienen en cuenta elementos importantes.
Promover la atención desde los ejercicios
El propósito de los ejercicios especializados es enseñar al niño a percibir los detalles en un contexto general.
Mediante una organización adecuada, se puede promover el desarrollo de la atención de los niños que van a escuela primaria, la cual es una característica integral de una persona exitosa. Es importante explicar esto a los niños, convenciéndolos de cuán necesaria es la observación, la capacidad de buscar fallas, comparar y ver cambios. Recuérdales que las personas consideradas siempre tienen una meta y pueden alcanzarla fácilmente.
Al idear una rutina diaria junto a tu hijo, le enseñarás a prestar atención a las actividades importantes de forma compleja y por separado. Al desarrollar un plan de acción paso a paso, le enseñarás a concentrarse en los detalles.
Los ejercicios en pares también son muy efectivos para mejorar la atención de los niños, en los que pueden intercambian los resultados de su trabajo con un compañero y buscar errores entre los dos. Al observar los fracasos y las deficiencias en los demás, los niños aprenden de los errores de otros, y estarán más atentos a su propio trabajo y sus resultados.
También puedes mejorar la atención de tu hijo enseñándole a ser disciplinado, responsable y preciso. Los niños atentos son aquellos que cuidan bien las cosas, y que saben cuidar de sus seres queridos y de ellos mismos. ¿Quieres que tu hijo sea responsable y atento? Consigue una mascota y confíale la tarea de cuidarla.
Ejercicios para entrenar la capacidad de atención de niños de 7 a 10 años
La práctica constante de la atención y la memoria es la clave para la formación de las habilidades necesarias para un aprendizaje eficaz y exitoso en un estudiante joven. La inclusión de los siguientes juegos en la educación primaria tiene un efecto positivo en el rendimiento académico de los niños y su capacidad de concentración.
1. Juego de memoria
El juego es perfecto para parejas o grupos pequeños (3-4 personas). La tarea principal de los jugadores es memorizar palabras en una secuencia estricta, y una persona externa (padre, maestro, alumno, etc.) supervisa el cumplimiento de las condiciones, escribiendo una cadena de palabras. Para que el juego no aburra a los niños, utiliza palabras del mismo tema: frutas, verduras, ciudades, países.
La manera en que se desarrolla una partida sería de la siguiente manera: «Zanahoria» – dice el primer jugador. “Zanahorias, rábanos”, dice otro. «Zanahorias, rábanos, tomates …»
El niño que haya confundido la secuencia u olvidado una palabra es eliminado del juego. El ganador es el jugador que no ha cometido un solo error.
El carácter competitivo del juego motiva a los niños, obligándolos a participar con interés y entrenar su memoria y atención.
2. Ejercicio para identificar diferencias
El clásico ejercicio de atención plena. La tarea del niño es encontrar todas las diferencias entre dos imágenes similares que se pueden encontrar en Internet. El ejercicio es adecuado tanto para estudiantes de primer grado como para estudiantes de segundo a cuarto grado.
Si se trata de niños pequeños de 7 a 8 años lo mejor es mostrar imágenes con pocos elementos grandes y en tonos sutiles. Para niños mayores, serán más adecuadas las imágenes brillantes con una gran cantidad de pequeños detalles, cuya composición entrena no solo la atención, sino que también mejora la estabilidad y el volumen de atención: la capacidad de concentrarse en varios objetos al mismo tiempo
