Cuida mejor las decisiones que luego no puedas cambiar

Decisiones que pueden ser difíciles de modificar

¿Cómo te suena la palabra calma? ¿Consigues controlar tus emociones cuando pasa algo desagradable o te dejas llevar por quienes te provocan de cualquier manera? En este artículo hablaremos sobre la compostura, cómo puedes conseguirla y qué puedes perder si no la aplicas en tu vida.

Decisiones que pueden ser difíciles de modificar

¿Qué es la compostura?

Es una palabra compleja: se refiere a quien enfrenta situaciones desagradables o incluso difíciles, con la mente clara y tranquila, sin dejar que sus emociones lo abrumen, manteniéndose sereno y funcional. Como entendemos por la etimología de la palabra, esta es la persona que puede y enfrenta situaciones difíciles con calma, sin sentirse abrumado por sus emociones.

Pero no todas las personas son capaces de mantener la calma en momentos agitados. De hecho, no es raro que las personas más emocionales caractericen a quienes se mantienen serios como inconscientes, al no poder entender cómo pueden funcionar y trabajar sin presentar emociones ni inquietudes.

Qué hacer para controlar tus emociones

Es bastante difícil manejar situaciones en las que prima la emotividad y un trato más “correcto” parece muy difícil en estos momentos.

En primer lugar, cabe destacar que todos nos enfrentamos a situaciones que sentimos que no podemos soportar o a las que no podemos responder. Situaciones que nos hacen desbordar de ira, rencor, rabia, etc. En pocas palabras, situaciones que nos llevan a nuestros límites, nos sacan de nuestras casillas, y que nos hacen hacer y decir cosas de las que solemos arrepentirnos después.

El autocontrol es la respuesta a todo esto, ¡solo que no es tan simple! Obviamente, el autocontrol es la respuesta para poder calmarte en momentos tensos, pero no existe tal cosa como un botón de autocontrol que puedas simplemente presionar y sentirte bien.

Entonces, “gestión” sería más que nada la palabra que debemos buscar y aplicar en nuestras vidas. Tenemos que intentar gestionar las situaciones de una forma que nos resulte más funcional.

¿Cuáles son las consecuencias de no ser alguien con autocontrol?

Son consecuencias más que suficientes. En momentos emocionales, tomar una mala decisión puede costarte amistades -y no importa lo que pase, no hay ninguna excusa- arruinar tu relación de pareja, hacerte perder trabajo, en general, puede marginarte.

Y por más que te justifiques a ti mismo “solamente fue una cosa del momento”, para los demás es una simple excusa, pues nada cambia el hecho de que han sufrido gracias a una conducta inapropiada que podría haberse evitado.

Esto es lo que puedes hacer al respecto

Hacer esto por tu propia cuenta puede ser muy difícil, a veces es necesaria una perspectiva desde otro lado. Recibir ayuda de un especialista sería de gran utilidad, ya que bajo estos comportamientos indebidos se puede esconder un niño herido o agraviado, un niño que no ha aprendido a tener límites u otras situaciones similares. No obstante, repasemos algunos otros caminos que a algunos les pueden resultar útiles hasta que se decidan llamar a la puerta de un especialista.

Registro de casos o situaciones en las que pierdas el control. Permítete observar qué tienen en común estos casos, cuáles son las emociones predominantes, cómo reaccionas, después de cuánto tiempo te das cuenta de tu exageración, etc.

¿Qué te hace perder los estribos? Es hora de prestar atención a qué suele ser la gota que rebasa el vaso.

Permítete observar de dónde más podrías haber sacado este comportamiento, ¿quién más reaccionó o reacciona así en tu entorno? No olvidemos que gran parte de nuestro comportamiento depende de lo que hemos aprendido o de a quién estamos imitando.

Búsqueda de alternativas

Permítete comenzar a observar qué alternativas tenías en las situaciones específicas, cómo podrías haber reaccionado en lugar de como reaccionaste…

  • Válvula de escape o relajación: Sí, todos necesitamos una válvula de escape. ¡Funcionamos como una olla en la cual si no sale el vapor es cuestión de tiempo que explote! Así que dejemos que cada uno de nosotros encuentre sus propias formas de escape y relajación.
  • Respira: Sí, esto puede ayudar. También tomarte un tiempo, distanciarte de la situación y volver cuando hayas recuperado el autocontrol.
  • Ejercítate: esta es una muy buena forma de descargar y segregar nuestros antidepresivos naturales, las endorfinas después de un tiempo de ejercicio.