Aprender a abrazar y reencontrarse con nuestras emociones es algo curativo

Aprender a abrazarse a sí mismo

Todos sentimos varias emociones a diario, e incluso hay algunos días en que podemos sentirnos abrumados por solo una. Pero por fácil que parezca, no siempre reconocemos los verdaderos sentimientos que sentimos, no siempre podemos expresarlos, ni podemos aceptarlos. Es decir, reconocer y decirnos ahora me siento enojado / irritado / molesto, por tal hecho…

Expresamos nuestras emociones, muchas veces incluso sin querer, de diferentes maneras. Con expresiones faciales, por ejemplo, la aflicción la expresamos con la inclinación hacia abajo de los bordes de la boca, la sorpresa con levantar las cejas, etc. Pero también con el cuerpo, como inclinar el cuerpo hacia adelante cuando nos sentimos tristes.

Según investigaciones, en épocas pasadas los primeros hombres empezaron a sentir emociones que a su vez activaban ciertos procesos en su cuerpo para que pudieran hacer frente a los diversos peligros del medio ambiente. Por ejemplo, aumentar la sangre en las piernas al correr, en los brazos para defenderse, y en los pulmones para soportar correr.

Estamos hablando de sentimientos sin precedentes que fueron necesarios para su supervivencia. Pero hoy en día, si reaccionamos de las mismas maneras, sin lógica ni motivos será inaceptable y tendrá consecuencias desagradables.

Pero, ¿cómo podemos reconocer, controlar y expresar nuestras emociones?

Según expertos, el simple hecho de nombrar las emociones alivia la amígdala, que es el centro de la respuesta al peligro que tenemos en nuestro cerebro. Así, en palabras muy simples, cuando aceptamos y nombramos nuestra emoción, por ejemplo, con decir “ahora estoy muy enojado”, entonces nos ayudará a controlar nuestras verdaderas emociones.

Es decir, no la reacción a una emoción, sino nuestra emoción real, por ejemplo: siento ira porque en realidad tengo miedo. Siento enfado y rabia porque mi novia no me da la importancia que quiero, pero en realidad siento miedo de que mi novia haya perdido el interés.

Tenemos miedo de revelar nuestros verdaderos sentimientos, nos sentimos vulnerables y «desnudos». Puede que ni siquiera hayamos aprendido a expresar y aceptar nuestros verdaderos sentimientos. Hoy nos resulta más fácil y seguro ocultar lo que sentimos, llegando al otro extremo.

Las personas de hoy en día tenemos miedo de poner nuestros sentimientos en palabras claras, expresarlos y aceptarlos, porque nos sentimos demasiado expuestos. Los escondemos detrás de una reacción o incluso muchas veces los reprimimos dentro de nosotros. Sobre todo cuando se trata de sentimientos negativos o sentimientos de los que nos avergonzamos.

Debemos intentar aceptar nuestras emociones, centrarnos y prestarles atención

La aceptación y la expresión de las emociones nos ayudará a acercarnos sobre todo a nosotros mismos, a sentirnos mejor con nosotros mismos y luego a poder comunicarnos mejor con los demás y comprender cómo se sienten.

Así que la próxima vez que sintamos una emoción fuerte hay que pensar en lo que se ha mencionado en este artículo y tal vez nos sintamos mejor y más preparados para aceptar nuestros sentimientos.