Comunicación emocional: cuando otros nos hieren, hay que defendernos

Si alguna persona llega a herir tus sentimientos, recuerda esto. Defiéndete. Comunícate para aclarar y sentar las bases para que nunca vuelva a ocurrir algo así.

Si los demás hieren tus sentimientos a menudo o intensamente, y no reaccionas, te quebrarás poco a poco. Ser fuerte no se trata de resistir más, callar o contener lo que sientes. Ser fuerte se trata de darte permiso para expresar tus sentimientos y necesidades, y establecer límites.

Expresar los propios sentimientos no es tarea sencilla

Sabemos que no es fácil. Pero cuidar y proteger tus sentimientos es una práctica saludable.

Seguramente has escuchado seguido que no hay nada más difícil que ser adulto. La edad adulta se trata de llegar a la etapa de tu vida en la que cosas como el trabajo, las finanzas, la familia y la realización personal son repentinamente todos aspectos de la vida que tienes que aprender a manejar de manera súbita.

Pero muchas veces olvidamos que en realidad la parte más relevante de la vida de una persona es durante su niñez y adolescencia. En estas primeras etapas tiene lugar el aprendizaje y el desarrollo más valiosos. Uno de estos importantes desarrollos sin duda tiene que ver con la competencia emocional.

Piensa en eso por un momento. En tu infancia, ¿alguien te enseñó a distinguir entre un sentimiento y una sensación? ¿Alguien te enseñó a ser más asertivo? ¿O reconocer tus necesidades emocionales y saber comunicarlas de manera efectiva?

Lo cierto es que estas experiencias no siempre se dan necesariamente. Es por eso que tantas personas llegan a la edad adulta y están algo perdidas. Son vulnerables y muy sensibles a la dinámica de su entorno, que no siempre es fácil.

En este punto, incluso la persona más importante de tu vida puede estar entre las personas que hieren tus sentimientos. ¿Qué puedes hacer en estas situaciones?

Las claves para defenderte cuando otros hieren tus sentimientos

Cuando otros hieren tus sentimientos, por lo general reaccionas de dos maneras. Ya sea guardando silencio o reaccionando instantáneamente con ira o rabia.

Pero ¿qué pasa cuando las personas que cruzan la línea invisible del respeto son personas cercanas a ti? Por ejemplo, tu pareja, un familiar, un amigo o incluso tu jefe. Entonces todo se vuelve un poco más complicado.

En estas situaciones, puede haber más renuencia. Obviamente, estas personas han herido tus sentimientos. Pero ¿cómo lidias con eso? ¿Cómo reúnes el coraje para hablar? ¿Cómo puedes decirle a la otra persona que te ha hecho daño? ¿Y cómo puedes hacer eso sin perder la calma, volverte agresivo o ser lo suficientemente claro sobre el tema?

Para ello, la comunicación emocional es sin duda el objetivo principal, y hay que trabajarla. Estas son algunas de las claves que te pueden ayudar.

Decodifica las emociones que sientes para poder defenderte con firmeza

El célebre neurofisiólogo Antonio Damasio publicó un estudio en la revista Nature que nos recuerda la importancia de saber distinguir una emoción de una sensación. Para empezar, una emoción es todo un conjunto de reacciones químicas y neuronales que experimentas gracias a un estímulo.

Primero, tu cuerpo siente los efectos de algo que cambia tu homeostasis, tu equilibrio interno.

En segundo lugar, la mente traduce este sentimiento en una sensación. Cuando eres capaz de traducir lo que sientes en pensamientos, se produce una sensación.

Entonces, ¿qué significa esto cuando alguien te insulta o te critica?

Los humanos tienen la obligación de decodificar las emociones que sienten. Así que cuando sientas un nudo en el estómago, o cuando se te acelere el pulso, o te arda el pecho, detente y traduce. No lo ahogues. No te digas que no es nada. Tómate el tiempo y el esfuerzo de nombrar lo que sientes, identifica y aclara tus sentimientos.

Ten el coraje de comunicar tus sentimientos a los demás de forma específica

Una vez que has puesto nombre a los sentimientos que hay en ti (humillación, indignación, dolor, decepción, tristeza, sentirse traicionado, etc.), el siguiente paso es comunicar. Para esto, recuerda el pronombre personal ‘yo’.

Quizás no estés acostumbrado a comenzar tus oraciones con este pronombre. Sin embargo, esto es extremadamente necesario para una comunicación definida y emocional. Entonces, cuando las personas hieren tus sentimientos, no dudes en decir algo como los siguientes ejemplos:

“Me sentí humillado cuando hiciste ese comentario. Puede que lo hayas hecho sin pensar, pero te pido que tomes nota y no lo repitas”.

“Siento que me has decepcionado con la decisión que has tomado. No me has considerado y no me has pedido mi opinión”.

Responsabilidad emocional

Defiéndete e invita a la otra persona a ejercer contigo la responsabilidad emocional

En primer lugar, debes establecer un acuerdo de responsabilidad emocional contigo mismo. Si las personas hieren tus sentimientos, esa responsabilidad pertenece a la otra persona. Pero si lo vuelven a hacer y te has defendido, la responsabilidad pasa a ser tuya. Sin embargo, esta responsabilidad no significa que sea tu culpa.

En segundo lugar, hacer que la otra persona sea consciente de su actitud. Hazles entender que cualquier tipo de relación requiere respeto y responsabilidad. Lo que ha sucedido no debe repetirse. Ambas partes aprenden de este evento y se esforzarán por crear interacciones más empáticas, humanas y significativas.