La sensibilidad es una forma elegante de inteligencia

Tu sensibilidad te revela. Si dejas que las lágrimas caigan por tu rostro frente a otra persona, te sentirás vulnerable. Si das un abrazo y te rechazan, te sientes pequeño. Si das un beso y se alejan, sientes que no debes mostrar tus sentimientos.

Pero la sensibilidad hacia otra persona, animal, música o la belleza de una pintura o escultura no es un signo de debilidad. Es un signo de inteligencia en cada uno de nosotros. Por lo tanto, nunca debemos avergonzarnos de quiénes somos o de mostrar nuestros sentimientos.

¿Has escuchado de las personas altamente sensibles?

Algunas personas reaccionan a su entorno con gran sensibilidad. Son capaces de entender todo lo que sucede. Observan con mucha atención. A veces asumen los sentimientos de otras personas. Las personas altamente sensibles tienen las siguientes características definitorias:

Son sensibles a la crítica

Criticar a una persona muy sensible puede hacerle daño porque se deja influenciar fácilmente por opiniones negativas, lo que puede hacer que se sienta muy mal. Pero eso no debe impedir que los demás los critiquen de manera constructiva, con comentarios y opiniones inteligentes.

Gran sensibilidad sensorial

Las personas sensibles notan pequeños detalles en cualquier ambiente: olores, colores, sonidos, etc. Los ruidos muy fuertes y los lugares con mucha gente suelen molestarles o incomodarlos. Por otro lado, son particularmente delicados. Su capacidad de observación les permite apreciar la belleza de los lugares, la tranquilidad, los sonidos suaves, etc.

Disfrutan sus momentos de soledad

Las personas altamente sensibles necesitan tiempo para disfrutar, para reflexionar sobre su existencia, hacerse preguntas y observar las pequeñas cosas de la vida.

Se involucran en cosas que les apasionan

Cuando se apasionan por algo, su compromiso es muy fuerte y tienden a trasladar ese entusiasmo a las personas que les rodean porque la pasión es contagiosa. Cuando esto sucede, transmiten emociones positivas a los demás y disfrutan cada segundo de la vida.

Son personas que tienden a ayudar a los demás

Las personas altamente sensibles tienden a ser empáticas. Se identifican con otras personas y aprenden a ponerse en el lugar de otras personas. Tienden a ayudar a los demás y se preocupan por lo que les sucede a quienes los rodean.

Tienen una imaginación poderosa

Las personas sensibles suelen mirar distraídamente un paisaje, una obra de arte, la belleza de otra persona… Tienen buena imaginación y se dejan llevar por sus pensamientos. Por lo tanto, a veces necesitan la soledad para poder realizar plenamente todos sus sueños e ideas.

Sensibilidad e inteligencia

La sensibilidad a la belleza, las personas, los lugares y el entorno es una característica común de las personas inteligentes. Algunos estudios han demostrado que los adultos superdotados expresan un alto nivel de sensibilidad, debido a sus habilidades estéticas superiores.

Como seres humanos, debemos ser sensibles al sufrimiento de otras personas. Sin sensibilidad, no seríamos capaces de afrontar los problemas y encontrar soluciones. Tendemos a dejar que los problemas cotidianos se apoderen de nuestra mente, pero es importante encontrar un momento para nosotros mismos y poder conectarnos con nuestro ser más interno y con los demás.

La sensibilidad es una demostración de inteligencia, una forma de ver y disfrutar el mundo. Por eso, debemos dejar que se filtre por cada poro de nuestra piel. Debemos permitirnos sonreír y llorar por eso, por el sentimiento.