Cómo enseñar a tu hijo a pedir ayuda de la forma correcta

Cómo enseñar a un niño a pedir ayuda

Pedir ayuda es una habilidad complicada pero necesaria para todos los niños.

Saber cómo y cuándo pedir ayuda es una habilidad vital para la vida que muchos niños luchan por aprender. Sus propios sentimientos pueden interferir en el acto de comunicar sus necesidades. También pueden tener creencias que los llevan a evitar pedir ayuda, a pedirla con demasiada frecuencia, o a pedirla en momentos inapropiados.

5 formas de pedir ayuda que puedes enseñarle a tu hijo

Estos son cinco ejemplos de niños atascados y que tienen dificultades para pedir la ayuda que necesitan, además de algunas formas en que pueden solucionar este problema y comunicarse de manera más efectiva.

1. El niño que se frustra fácilmente

Reacción común en este tipo de personalidad: «me rindo, es muy difícil»

Algunos niños tienen muy poca tolerancia a la frustración. Tan pronto como empiezan a esforzarse, quieren rendirse. Para romper su tendencia a rendirse cuando las cosas son difíciles, necesitan practicar lidiar con cantidades tolerables de frustración.

También necesitan una guía de cosas que pueden hacer cuando están trabajando en algo. Por ejemplo, durante el trabajo escolar, podrían intentar releer las instrucciones, subrayar o encerrar en un círculo las palabras clave, o volver a mirar el ejemplo. También podrían intentar pedirle a un compañero de clase que se lo explique.

Estos niños pueden beneficiarse de tener una regla en la cual, antes de pedir ayuda a un adulto, necesitarán probar dos formas de resolverlo por su cuenta. Estos dos intentos los ayudarán a practicar el afrontamiento de problemas. Además, si le explican a un adulto la manera en que ya han tratado de resolver un problema por su cuenta, el adulto estará más dispuesto a ayudar.

Una posible forma de pedir ayuda:

“Intenté _____ y ​​_____, pero todavía estoy atascado. ¿Me podrías ayudar por favor?»

2. El niño indefenso

Reacción común: “¡No puedo hacer esto! ¡No puedo hacer nada bien!

Algunos niños pasan inmediatamente de esforzarse con una tarea a juzgarse a sí mismos como completamente incapaces. La clave con estos niños es suavizar y cambiar su pensamiento en blanco y negro.

Hay una parte de la tarea que sí entienden. Ser conscientes de eso les permitirá ver que en realidad saben algo y les ayudará obtener el tipo específico de apoyo que necesitan para continuar a partir de ahí. La parte que comprendan no tiene que ser grande, tal vez solo entiendan el tema o método general, pero es un punto de partida. Motiva a estos niños a descubrir lo que saben antes de hacerles saber lo que no saben.

Una posible forma de pedir ayuda:

“Entiendo _____, pero estoy confundido acerca de _______. ¿Podrías explicármelo por favor?

3. El niño abrumado

Reacción común: «¡No está bien, lo hice mal otra vez!» (Llora y destruye el trabajo)

A veces, los niños se sienten tan abrumados por sus sentimientos de frustración o insuficiencia que rompen en llanto o incluso destruyen su trabajo. Estos niños necesitan aprender a tomar un descanso antes de que eso suceda. Si bien no es estrictamente una forma de pedir ayuda, este es un tipo importante de defensa. Estos niños no podrán escuchar ningún tipo de sugerencias o instrucciones útiles hasta que se hayan calmado. También pueden beneficiarse al aprender algunas estrategias de auto-calma como la respiración lenta y profunda.

Ten en cuenta que este descanso no es un medio de escape. Tan solo son unos minutos para alejarse del problema antes de volver a intentarlo. Cuando regresan a la tarea, pueden usar cualquiera de las dos formas anteriores de pedir ayuda para que pueden resolver sus dudas tranquilamente.

Una posible forma de pedir ayuda: 

“Me siento abrumado. Necesito un breve descanso antes de volver a intentarlo.”

4. El niño perfeccionista

Reacción común: “¡No quiero ayuda! Debería poder hacer todo esto solo.

Algunos niños creen que pedir ayuda es una señal de que son estúpidos o incompetentes. Esto causa mucho sufrimiento innecesario e interfiere con su aprendizaje. A veces, estos niños necesitan apoyo para comprender cuándo pedir ayuda.

A veces, los niños perfeccionistas piensan que necesitan hacer todo por su cuenta. Explícale que negarse a pedir ayuda cuando tienen dificultades es lo mismo que darle la espalda al conocimiento. Y esto no es algo admirable; sino simplemente inflexible.

Un momento importante para que estos niños reciban la ayuda que necesitan es antes de comenzar grandes proyectos. Los niños perfeccionistas a menudo tienen ideas muy grandes de lo que quieren hacer y pueden beneficiarse de que un adulto los ayude a elegir algo que sea factible.

Una posible forma de pedir ayuda:

“Esto es lo que tengo en mente. ¿Tienes alguna sugerencia?»

5. El niño inconsciente

Reacción común: “Necesito ayuda con esto. Necesito ayuda con esto también. Necesito ayuda con esto otro, etc.”

Algunos niños piden ayuda de maneras y cantidades que pueden molestar a otros. Por ejemplo, pueden monopolizar su participación en el aula, interrumpir al maestro o desviar las actividades de clase a rumbos innecesarios. Estos niños pueden tener ideas erróneas acerca la participación en clase, como que deben levantar la mano tanto como sea posible, o hablar y expresar lo más que puedan cuando el maestro les pide una respuesta.

Estos niños necesitan que se les pongan límites y se les explique en qué momentos pueden pedir ayuda, como en un descanso entre actividades o hasta que el maestro haya terminado de dar una explicación. Tampoco deben entrometerse cuando el maestro está ayudando a otro estudiante. Mientras esperan, pueden empezar a resolver un problema diferente y seguir intentando por su cuenta.

También se les puede explicar a estos niños que la atención del maestro es como un pastel que comparten todos los niños de la clase. Si un niño toma más pastel del que le corresponde sin una muy buena razón, los otros niños se enojarán.

A veces, ponerles límites, como el de no hacer más de dos preguntas por problema, les permitirá a los niños evaluar si su pregunta es necesaria. A algunos niños les resulta útil tener una forma no verbal de señalar al maestro cuando necesitan ayuda, como una señal o un papel de color que puedan levantar.

Una posible forma de pedir ayuda:

“¿Este es un buen momento para pedir ayuda?

Pedir ayuda es una habilidad sorprendentemente complicada. Requiere que los niños reconozcan cuándo necesitan ayuda, manejen sus propios sentimientos, predigan la posible reacción de la persona que los va a ayudar, evalúen la conveniencia de pedir ayuda en esa situación particular y comuniquen claramente lo que necesitan. Pensar en estos aspectos y elaborar planes relevantes para abordarlos puede ayudar a los niños a obtener la ayuda que necesitan.