Cómo dejar de sentirse ofendido por todo

Cómo dejar de sentirse ofendido

Sentirnos ofendidos puede ser algo natural, sin embargo, cuando nos sentimos ofendidos por todo, durante gran parte del día, esto puede resultar muy contraproducente.

En el mundo moderno pareciera que cada vez más y más personas se sienten ofendidas por muchas razones. Y honestamente es comprensible: es muy fácil resentirse y, en parte, incluso agradable. Sin embargo, esto da lugar a muchos problemas, para la persona misma y para sus relaciones con la gente. A continuación, averiguaremos cómo deshacernos de este hábito y aprender a vivir sin él.

Pros y contras del resentimiento

El resentimiento es un sentimiento importante que todas las personas experimentan algunas veces, y esto es bastante normal. Puede considerarse una especie de reflejo protector ante la agresión o la injusticia en el mundo. Sin embargo, con demasiada frecuencia, explotar este sentimiento no es bueno. 

Por un lado, el resentimiento ayuda a una persona a liberarse de la responsabilidad, por ejemplo, de sus propios fracasos. Pero, por otro lado, el mismo sentimiento te impide tomar acciones decisivas para lograr tus objetivos; dado que el mundo está en tu contra, ¿por qué intentar hacer algo? 

¿Cómo dejar de sentirnos ofendidos por todo?

El resentimiento se refiere más bien a los sentimientos negativos, lo que significa que, al estar atascado en él, no podrás sintonizar con un estado de ánimo optimista. Pero entrar en un círculo vicioso de búsqueda de culpas es muy fácil.

1. Busca la relajación

La mayoría de las veces, las personas que están pasando por un momento particularmente difícil son susceptibles al resentimiento y, por lo tanto, cualquier pequeña cosa puede lastimarlas. La fatiga a menudo conduce a este estado: como saben, una persona con exceso de trabajo tiende a ser irritable, está enfurecida por todo y por todos. 

Por lo tanto, el primer paso para deshacerse del resentimiento puede ser un simple descanso: tómate un descanso, acostúmbrate a llevar un estilo de vida más cómodo y saludable y así los factores externos te lastimarán y preocuparán mucho menos.

2. Cuida tu autoestima

Otra fuente eterna de resentimiento es la baja autoestima. Cuanta menos confianza se tenga en uno mismo, más fácil es inquietarse: cualquier broma o comentario que se haga en tu presencia se sentirá como si fuera dirigida a ti, aunque no lo esté necesariamente. Y luego parecerá que detrás de cualquiera de tus fracasos, seguro hubo alguna mala intención de alguien. 

Es más, en este estado, incluso la mirada ligeramente crítica de un cajero cualquiera puede llegar a ofenderte y hacerte sentir menospreciado. Si quieres cambiar esto, tendrás que trabajar en tu autoestima para que esta susceptibilidad e irritabilidad se desvanezcan eventualmente.

3. Aprende a perdonar

Esta es otra habilidad muy útil que es importante dominar si decides seriamente dejar de resentirte con el mundo entero. Necesitas aprender a perdonar a las personas, o, aunque sea aceptar el hecho de que una persona puede cambiar, lo cual significa que no tiene sentido estar enojado con alguien durante toda la vida, al hacer esto solo empeorarás las cosas para ti. 

Expertos afirman que la capacidad de perdonar una ofensa es un paso importante para trabajar en el trauma psicológico de tu pasado. Por otro lado, esta habilidad no se desarrolla por el deseo especulativo, sino por acciones concretas: puedes repasar las razones por las que estás enojado con esa persona y escribirlas para ordenar tus sentimientos y perdonarlo.

4. Dar a los demás el derecho a una opinión diferente

A menudo, las personas se resienten con su interlocutor durante una discusión fuerte, lo cual no es sorprendente, ya que las disputas reales son causadas por un conflicto al tener diferentes maneras de percibir del mundo. Sin embargo, ofenderse con una persona porque su opinión es diferente a la tuya es improductivo: no la harás cambiar de parecer, y solo te enfadarás en vano. 

Por lo tanto, intenta aceptar el hecho de que las opiniones, incluso las de las personas más cercanas a ti, sobre las mismas cosas pueden ser diferentes. Y esto también es completamente normal.

5. No te quedes callado: discute situaciones problemáticas

Mujer tapando su rostro sintíendose ofendida

Esta es una regla de suma importancia para quienes quieran evitar rencores innecesarios contra sus seres queridos. A menudo nos gusta dar demasiadas vueltas a los asuntos, y pensar demasiado en cosas que nos hicieron o dijeron, para más tarde ofendernos y resentirnos por estos pensamientos. En primer lugar, nunca está bien que asumas las intenciones de las otras personas. 

Y en segundo lugar, para no sentirte resentido por los pensamientos inexistentes (que en tu cabeza son reales) de tu amigo, simplemente comunícate más con él. Si algo te ofendió, o te pareció que algunas de sus palabras tenían la intención de lastimarte, habla de esta situación con tu ser querido. 

Averigua si este es el caso en realidad, si quería ofenderte o no. Es probable que la persona haya dicho las palabras que te lastimaron de manera accidental, o tal vez incluso las hayas malinterpretado tú mismo.

6. Ve el resentimiento desde futuro

Una buena forma de deshacerte de los agravios momentáneos es mirar la situación desde el futuro. Avanza unos años y considera si vale la pena preocuparte por la situación actual y gastar energía resintiéndote. Lo más probable es que la respuesta sea que no. 

Esto te ayudará no solo a ahorrar tiempo, sino también a mantener relaciones con personas que, quizás, te hayan ofendido inadvertidamente. También te enseñará a perdonar a los demás por sus pequeños errores, que todos cometemos sin duda alguna.

7. Piensa en lo que puede enseñarte una situación desagradable

Por último, ten en cuenta que hay varias lecciones que aprender de cualquier situación. Por supuesto, si se te mostró una agresión desmotivada o si quisieron lastimarte deliberadamente, sentirse resentido es una reacción normal. Sin embargo, considera de qué manera puedes beneficiarte de la situación. 

Quizás deberías reconsiderar tu comunicación con las personas y aprender a construir límites personales de manera más competente, o quizás necesites encontrar un nuevo trabajo (si estamos hablando de un conflicto profesional), etc. Trata de canalizar tu energía de manera más constructiva, entonces no tendrás tiempo para enojarte y resentirte en vano.