Beneficios de colorear mandalas y usos terapéuticos

Mujer usando los beneficios de colorear mandalas

Los estudios realizados en pacientes con problemas de estrés han demostrado que la coloración de dibujos, principalmente colorear mandalas , ayuda a esas personas a calmarse y reducir la tensión persistente. [¹]

Los mandalas son construcciones visuales simbólicas llenas de dinamismo y significado. Dan una sensación de giros, vibraciones y transmisión de energía.

Su forma, que siempre muestra un espiral, aunque la veamos o no, busca crear una danza que envuelve a quien la pinta, y la atrae como un imán directamente hacia su parte espiritual profunda. Por ello, desde la psicología también se estudia el beneficio de colorear mandalas.

Esta técnica ancestral es recomendada para las personas de cualquier edad, niños, adolescentes, adultos o de la tercera edad.

Son una herramienta muy útil para sacar a flote información espiritual y emocional escondida en lo profundo de nuestro ser, muchas veces el mandala puede dar luces sobre el subconsciente de la persona.

Así, pueden llegar a incluir en nuestro ser consciente cualidades que desconocíamos y nos faltaban por desarrollar.

¿Ya has probado los libros para colorear mandalas para adultos? Es no es solo un gran pasatiempo, sino también una fuente de muchos beneficios para nuestra salud, especialmente la salud mental y emocional.

¿Qué es una mandala?

Un mandala es una imagen compuesta por un centro y una simetría de cuatro ejes que, por lo general, buscan representar los cuatro puntos cardinales, aunque algunos pueden tener solo dos o tres.

El mandala es descrito como un círculo sagrado integrado por imágenes organizadas alrededor de su centro.

Siempre busca representar cosas positivas como espiritualidad, alegría, felicidad, belleza, recuperación del equilibrio emocional, integración del ser y centrarse en el ser interior.

Asimismo, el hecho de contemplarlo al colorear mandalas representa una especie de visión de cosas celestiales, que existen y no conocemos, de allí, según se dice, se desprende toda su belleza.

La palabra “mandala” es un vocablo del sánscrito, un antiguo lenguaje oriental, que significa en el Tibet “pensamiento contenido dentro de un círculo”.

Aunque la palabra proviene del Tibet, se dice que las mandalas existen en todas las culturas alrededor del mundo desde la aparición del ser humano en el mundo, aunque en cada cultura su función puede variar, puede ser meramente decorativo o evocar propósitos espirituales como oración, sanación, desarrollo mental, etc.

Existen tipos muy variados de mandalas, como geométricos, abstractos, espirituales, de animales, estrellas, lunas, ying yang, etc. Varían en su tamaño y forma. Pueden ser realizados con hilo, sobre papel y más.

La técnica del mandala consiste en el coloreado matizado (utilizando cualquier colorante como granitos, temperas, acuarelas, etc.) conforme al estado de ánimo y creatividad del que lo pinta.

Actualmente es reconocido su uso terapéutico, ya que provee relajación, favorece los procesos de sana introspección e incluso, la sanación emocional. Se recomienda realizarlos en un lugar tranquilo, observando detenidamente el mandala escogido y concentrándose en su tamaño, sus líneas, formas, texturas, etc.

Se dice que si después de pintar un mandala, se observa que este gira o se mueva, significa que la energía está fluyendo dentro de la persona.

¿Cómo funciona el mandala?

Muchas personas expresan que han podido experimentar y comprobar la connotación de elevación espiritual que tienen los mandalas, quienes prueban esta técnica suelen afirmar que perciben mayor sanidad, liberación, equilibrio y transformación de su cuerpo y mente.

El mandala busca generar una conexión con el yo interno representado en el centro y proveer crecimiento espiritual al abrirse hacia afuera.

Utiliza la contemplación como una manera de estimular sentimientos y emociones positivas, como los que se producen al mirar un paisaje o una flor, por lo que su belleza tiene un propósito más allá de lo estético o decorativo.

Se dice que los mandalas actúan equilibrando el chacra de la persona a través de los colores utilizados y la meditación en las figuras geométricas que contiene.

Colorear mandalas como terapia

Carl Jung, psicólogo, fue el primero en proponer el mandala como terapia, lo describe como un sistema arquetipal presente en el subconsciente colectivo.

Explicó que el círculo del mandala, al igual que nuestro centro, es totalmente perfecto y que las formas que componen el mandala fueron diseñadas previamente en nuestro inconsciente, por lo que guardan un significado oculto que se devela al dibujarlas o colorear los mandalas.

Jung compara al mandala con un lago transparente en el que se pueden ver las riquezas que guarda en su interior. Asimismo, estableció que, al ser un trabajo artístico, facilita el camino a la iluminación.

Jung se dedicó a estudiar el mandala en el contexto de distintas culturas y decidió mantener en secreto todos estos hallazgos hasta tener la seguridad que los mandalas representan una forma arquetípica universal que representa la conexión entre el mundo y los seres.

Determinó que, dentro del inconsciente, nuestras expectativas y sueños toman forma de símbolos arquetípicos que se unen, estas formas son muy útiles para el crecimiento personal cuando se logra descifrar su significado.

El mandala es una técnica ideal para lograr esto, ya que todos los mandalas representan el universo y su balance, son expresiones humanas de la armonía que existe en el universo, un sistema que contiene todo lo sagrado. Representa la totalidad organizada, un centro de energía con gran equilibrio espiritual.

Aunque es difícil explicar de forma concreta lo que es un mandala o cómo funciona, es evidente que produce cambios en quien lo realiza. Provee felicidad y la sensación de un nuevo despertar.

Puede que los mandalas se alejen de la concepción tradicional o común de un psicoanalista, pero, esta técnica permite explorar de forma intuitiva los distintos campos de nuestra vida y llegar a un conocimiento más profundo de nosotros mismos.

La realización de mandalas, además, estimula numerosas funciones mentales como la coordinación visual y motora, la percepción, la concentración y la atención, así como la capacidad de elección, la creatividad y la facilidad para expresarse.

Algunos significados de los mandalas

A simple vista, los mandalas pueden parecer solo formas y colores agrupados de forma ordenada y bonita, pero no es así.

Todos los elementos que integran los mandalas tienen un significado, tanto propio como particular para cada persona. Asimismo, el uso del color se relaciona con el estado emocional de la persona que lo pinta.

Los colores se escogen por intuición, viendo qué colores combinan o contrastan entre sí, de esta forma se puede determinar, luego de colorear el mandala, el estado anímico de una persona. También con esta técnica se pueden escoger ciertos colores y cambiar el estado de ánimo propio o de alguien más.

Algunos de las formas más comunes entre los mandalas son los siguientes:

  • Círculos: Representan el movimiento y el conocimiento del verdadero yo.
  • Cruces: Representan el ser consciente y el ser inconsciente.
  • Estrellas: Son un símbolo de la espiritualidad.
  • Laberintos: Refiere la búsqueda del yo interior, encontrar el propio centro.
  • Mariposas: Representan la renovación del alma propia.

Colorear mandalas es especialmente relajante debido al relleno de patrones circulares que van al centro del círculo. Esto permite centrar la atención y ser más consciente de uno mismo, podría considerarse un efecto similar a la meditación el que se consigue.

Bibliografía:
  1. Potash, J. S., Chen, J. Y., & Tsang, J. P. (2016). Medical student mandala making for holistic well-being. Medical humanities, 42(1), 17–25. doi:10.1136/medhum-2015-010717

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