Aracnofobia: causas y síntomas. ¿Cómo tratar el miedo a las arañas?

Mujer que sufre aracnofobia

La aracnofobia, o miedo a las arañas, se manifiesta en forma de pánico y, al mismo tiempo, miedo paralizante, una sensación de peligro y una ansiedad creciente, acompañada de una sensación de asco y repulsión. La aracnofobia es una de las fobias más comunes en el mundo. Afortunadamente, existen métodos terapéuticos para tratar eficazmente el miedo a las arañas.

La aracnofobia (del griego «aracne» – «araña» y «fobos» – «miedo») puede ser más o menos intensa, pero una persona que sufre este tipo de ansiedad no solo siente miedo al ver a una araña, sino que también tiene una imagen distorsionada de ella.

La apariencia del arácnido provoca sentimientos desagradables, pero también la creencia de que es peligrosa, insidiosa, que amenaza la salud e incluso la vida.

Las personas con un fuerte miedo a las arañas ni siquiera tienen que verlas con sus propios ojos, es suficiente imaginar, por ejemplo, una araña caminando sobre su mano o enredada en su cabello, para que empiecen a sentir un miedo abrumador.

Además, la percepción de la aracnofobia induce ansiedad, según investigadores de la Universidad Estatal de Ohio. Según la investigación, resultó que las personas que sufren este tipo de fobia perciben a las arañas como si fueran más grandes de lo que realmente son, lo que aumenta aún más su horror. [¹]

¿Cuáles son las causas de la aracnofobia?

Los científicos coinciden en que la gran mayoría de los casos de aracnofobia se originan en la infancia.

La ansiedad también puede ser el resultado de observar el comportamiento de los adultos y reproducir el miedo. Si los padres reaccionan a la presencia de las arañas con miedo, disgusto o asco, les enseñarán a sus hijos una reacción similar.

Sin embargo, l mismo tiempo algunos científicos opinan que el miedo principal a las arañas está en nuestros genes. Como resultado de la evolución, se ha creado un mecanismo natural que lleva a escapar del peligro de las arañas en este caso.

  • Piel de gallina.
  • Temblores o sensación de temblor interno.
  • Algunas veces también hay náuseas e incluso vómitos.

Las personas con aracnofobia sienten un miedo tan fuerte a las arañas que evitan los lugares donde pueda haber, es decir. bosques, costas de lagos y ríos, prados, pero también sótanos o áticos oscuros.

Algunas personas con aracnofobia reaccionan con chillidos, gritos, llantos al ver una araña y, con mayor frecuencia, escape instantáneo, otras están tan paralizadas por el miedo que no pueden moverse.

Además, no hay argumentos racionales para reaccionar de esta forma, por ejemplo, tan solo un pequeño porcentaje de las arañas en el mundo (alrededor del 3-4 por ciento) es venenoso, y todas las demás son completamente inofensivas.

Tratamiento de la aracnofobia

Los que sufren aracnofobia saben lo irracionales que son, pero tienen un miedo tan paralizante que no pueden imaginar ser capaces de superarlo. Mientras tanto, existen métodos terapéuticos que permiten no solo controlar el miedo, sino también deshacerse de él por completo. [²‚³]

Uno de los métodos más efectivos es la desensibilización, que es una reducción gradual de la reacción excesiva al objeto que causa miedo. Esta es una táctica de pequeños pasos, porque primero el paciente mira fotos de arañas, también escucha explicaciones racionales y argumentos del terapeuta (por ejemplo, sobre su utilidad), que construye una imagen más positiva de ellas.

Al mismo tiempo, el médico niega las falsas creencias de los pacientes de que las arañas los amenazan de alguna manera. El siguiente paso es tratar de acostumbrarse a las arañas vivas: acercarse al terrario, observarlas, y la última etapa es tocar la araña, preferiblemente sosteniéndola en la mano.

La desensibilización trae resultados duraderos porque, como han demostrado estudios donde personas se sometieron a ella, no sentían miedo de las arañas incluso unos meses después del final de la terapia.

Otro método es la terapia implosiva, en la que una persona que con miedo se expone violentamente al estímulo que causa ansiedad.

Es como arrojarse a aguas profundas, porque el tratamiento podría ser, por ejemplo, poner una araña sobre el hombro del paciente sin previo aviso. Después de repetir este comportamiento varias veces, la reacción al estímulo de ansiedad debería debilitarse.

Independientemente de la elección del método terapéutico, vale la pena probar la terapia para enfrentar la aracnofobia, porque liberarnos del miedo no solo fortalece nuestra psique, sino también nuestra autoconfianza.

[mks_toggle title=»Bibliografía:» state=»close «]

    1. Vasey, M. W., Vilensky, M. R., Heath, J. H., Harbaugh, C. N., Buffington, A. G., & Fazio, R. H. (2012). It was as big as my head, I swear! Biased spider size estimation in spider phobia. Journal of anxiety disorders26(1), 20–24. https://doi.org/10.1016/j.janxdis.2011.08.009 [Enlace]
    2. de Jong, P. J., Vorage, I., & van den Hout, M. A. (2000). Counterconditioning in the treatment of spider phobia: effects on disgust, fear and valence. Behaviour research and therapy38(11), 1055–1069. https://doi.org/10.1016/s0005-7967(99)00135-7 [Enlace]
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