Actividad física: el remedio natural para la depresión y la neurosis

Los efectos de la actividad física sobre la ansiedad y la neurosis

La actividad física es un medicamento efectivo para contrarrestar la depresión y la neurosis que es totalmente gratis, sin efectos secundarios, y además está comprobado científicamente.

Lamentablemente, según investigaciones, aproximadamente un cuarto de la población mundial no realiza ninguna actividad física al menos una vez al mes. Lo cual incluye caminatas o ir en bicicleta al trabajo. En el caso de depresión diagnosticada y trastorno de ansiedad grave, la actividad física por sí sola no será suficiente; lo mejor es combinarla con psicoterapia, y en caso de que el profesional lo considere, la farmacoterapia.

¿Por qué deberías empezar a moverte ahora?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como mínimo 150 minutos de actividad física moderada (o 75 minutos de intensa) por semana. De acuerdo con el principio cardiológico (3x30x130), debemos hacer ejercicio al menos tres veces por semana durante 30 minutos con una frecuencia cardíaca de 130 latidos por minuto.

La OMS informa de que la actividad física regular ayuda a prevenir y tratar afecciones como enfermedades cardiovasculares, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, diabetes, sobrepeso y obesidad, y cáncer de mama y colorrectal. También puede mejorar enormemente la salud mental, la calidad de vida y contribuir al bienestar.

La depresión y la actividad física

Los pacientes con trastornos mentales como la depresión y los trastornos de ansiedad generalizada a menudo limitan su actividad al mínimo. Uno de los síntomas de la depresión es una reducción del impulso psicomotor, la falta de energía y la falta de voluntad de actuar. De ahí la tendencia al sedentarismo y retirarse de la vida activa.

Por otro lado, el ejercicio provoca un aumento de las endorfinas en la sangre, las hormonas de la felicidad. Dicho esto, es de total sentido común realizar alguna actividad física regularmente. Tampoco tiene que ser un entrenamiento agotador. En el caso de depresión moderada o severa, tan solo caminar será suficientemente desafiante.

Intenta caminar o hacer ejercicio regularmente. Hay muchos estudios que confirman la efectividad del movimiento en la lucha contra la depresión. Por supuesto, no es recomendable el tratamiento solamente con actividad física, ya que es un factor que respalda el tratamiento. También ayuda a prevenir el regreso de la depresión.

La depresión es «morir en cuotas«, muerte en vida. El movimiento es vida, es lógico que la actividad física sea el «antídoto» para la depresión.

Trastornos de ansiedad y ejercicio

En el caso de la neurosis, especialmente los ataques de ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad con ataque de pánico, agorafobia con ataque de pánico) los pacientes evitan el esfuerzo físico por temor a que su salud se deteriore o provoque un ataque de ansiedad.

Detrás de este segundo miedo está el miedo al miedo, que es un círculo vicioso de neurosis: tenemos miedo de experimentar miedo, por lo que evitamos las situaciones y los estímulos que lo causan. La evitación fortalece la ansiedad, lo que provoca un aumento de la tensión emocional y nos retiramos cada vez más de la vida.

La terapia cognitivo-conductual ayudará a romper este círculo vicioso, promover el cambio de creencias y te expondrá a los estímulos de ansiedad. Una de las recomendaciones de este tratamiento es la exposición, es decir, la exposición al factor que causa ansiedad.

Si tienes miedo de un deterioro repentino de tu salud o un ataque de pánico, se recomiendan ejercicios que causen síntomas que deseas evitar a toda costa: aumento de la frecuencia cardíaca, palpitaciones, sudoración, sofocos, mareos.  Todo esto será proporcionado por ejercicios aeróbicos.

El entrenamiento aeróbico es un esfuerzo físico durante el cual nuestro corazón late 65-70% de la frecuencia cardíaca máxima (120-140 latidos).

Correr es el ejercicio más recomendado para personas que sufren trastornos de ansiedad

Pero también hay otros ejercicios que funcionan muy bien (saltar la cuerda, hacer ejercicios aeróbicos, subir escaleras, utilizar una cinta para correr, bicicleta elíptica). Es importante experimentar síntomas corporales desagradables para:

  • Comprobar por ti mismo que no te harán daño;
  • Ver por ti mismo que no morirás por ellos;
  • Acostumbrarte a ellos (¡los mismos síntomas que ocurren durante el esfuerzo físico ocurren durante un ataque de ansiedad!).

Además, el esfuerzo físico ayudará a eliminar la tensión emocional generada por la neurosis. Ejercitándonos matamos dos pájaros de un tiro. ¿Pero solo dos? Con el ejercicio regular, ganamos mucho más de lo que pensamos:

  • Nuestra condición mejora.
  • Alagamos nuestras vidas.
  • Mejoramos nuestro estado de ánimo produciendo hormonas de la felicidad.
  • Mejoramos nuestra figura.
  • Aumentamos la fuerza y ​​la masa muscular.

Terapia de baile

Una alternativa interesante a correr o ir al gimnasio es la terapia de baile. La terapia de baile se basa en el uso del movimiento como un proceso que aumenta la integración física, mental y espiritual del hombre. La danza te permite lograr el equilibrio y deshacerte de la tensión. Además, se lleva a cabo en un grupo, lo que puede ayudar a mejorar el funcionamiento social.

La terapia de baile se usa como uno de los tipos de terapia recomendados para personas con trastornos emocionales, autismo, depresión, trastorno bipolar, neurosis, esquizofrenia y trastornos alimentarios.

¿Cómo es la terapia de baile?

En la terapia de baile, el sistema de baile no es importante, como en las clases de baile típicas. El terapeuta no enseña los pasos, pero puede proporcionar un tema que los participantes pueden incluir en sus movimientos. Puede referirse a los elementos (por ejemplo, «siente que estás flotando en el agua o moviéndote en el viento y respirando»).

Todos deciden por sí mismos si quieren mover solo sus brazos o usar sus piernas, o prefieren quedarse quietos o moverse por la habitación. El movimiento y el trabajo con tus propias emociones hacen que sea más fácil cerrar los ojos, entonces ya no es importante lo que hacen los demás.

Las clases se pueden mantener al ritmo de los sonidos (ruido de olas, ráfagas de viento) o en silencio. Es importante conectarte contigo mismo, con tus propias emociones y expresarlas.

¿Cómo empezar?

¿Es necesaria la motivación para comenzar a hacer ejercicio? Probablemente no. Simplemente empieza, hazlo regularmente, y la motivación llegará con el tiempo. Junto con la satisfacción y los efectos positivos del esfuerzo.

Comienza con algo poco exigente, lo mejor que puedas. Hazlo tu nuevo hábito. Pueden ser 10 minutos al principio, pero también puede ser una actividad una vez por semana. Es importante moverse, a pesar de los trastornos mentales, el resentimiento y la falta de tiempo. ¿Lo harás por ti mismo?

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