Mucho se ha escrito sobre las características de los adultos de alto rendimiento y lo que los diferencia de los demás. Pero si eres padre, una pregunta más convincente podría ser: «¿Qué puedo hacer para asegurarme de que mis hijos tengan éxito en la vida?».
Cómo educar para tener hijos que sean exitosos
Aquí hemos recopilado las respuestas autorizadas de los expertos después de años de investigación científica para tener un mejor panorama sobre los estilos de crianza que ayudan a tener hijos que sean exitosos en el futuro.
1. No les digas que pueden ser lo que quieran
Según una encuesta de 400 adolescentes, realizada por la firma de investigación C+R Research, los jóvenes estadounidenses no están interesados en hacer el trabajo que será necesario hacer en los próximos años. En cambio, aspiran a ser músicos, atletas o diseñadores de videojuegos, aunque esos trabajos representan solo el 1% de las ocupaciones estadounidenses.
De hecho, los trabajos en salud o construcción serán más demandados en las próximas décadas. ¿Por qué no entrar en profesiones bien pagadas donde habrá una gran escasez de trabajadores?
2. El tiempo sagrado de la cena familiar
Según una organización sin fines de lucro de la Universidad de Harvard, los niños que comen junto con sus familias cinco días a la semana tienen tasas más bajas de abuso de sustancias, embarazo adolescente, obesidad y depresión. También tienen promedios de calificaciones más altos, mejor vocabulario y más autoestima.
3. Fomentar menos tiempo frente a la pantalla
De hecho, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) dice que los niños y adolescentes menores de 18 meses no deben pasar ningún tiempo frente a la pantalla, aparte de chatear por video. Para niños de dos a cinco años, se recomienda limitar el tiempo de pantalla a una hora por día.
Para los niños mayores, se trata de asegurarse de que los medios no reemplacen el sueño, el ejercicio y la interacción social adecuados. Es importante limitar el uso de los dispositivos.
4. Padres trabajadores
Ciertamente, tener una madre que se queda en casa tiene beneficios familiares, pero los investigadores de la Escuela de Negocios de Harvard descubrieron que cuando las madres trabajan fuera del hogar, es más probable que sus hijos trabajen por cuenta propia, tengan roles de supervisión y ganen más dinero que sus compañeros cuyas madres no tenían una carrera.
5. Darles responsabilidades
En una charla TED de 2015, Julie Lythcott-Haims, autora de How to Raise an Adult y ex decana de estudiantes de primer año en la Universidad de Stanford, cita el estudio de becas de Harvard, que descubrió que los participantes que lograron el mayor éxito profesional hicieron tareas domésticas cuando eran niños.
6. Acércalos a la lectura
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York descubrieron que los bebés cuyos padres les leen tienen mejores habilidades de lenguaje, alfabetización y lectura temprana antes de comenzar la escuela primaria. Y los niños a los que les gustan los libros cuando crecen se convierten en personas que luego leen por diversión, un hábito que tiene sus propios beneficios. Según estudios, leer por placer se vinculó con un mayor progreso intelectual, vocabulario, ortografía y de habilidades matemáticas.
7. Deja que se equivoquen
Aunque parezca contradictorio, es una de las mejores cosas que pueden hacer los padres. Según la doctora Stephanie O’Leary, psicóloga clínica especializada en neuropsicología y autora de Parenting in the Real World: The Rules Have Changed, el fracaso es bueno para los niños en varios niveles.
Primero, el fracaso ayuda al niño a aprender a sobrellevar la situación, una habilidad que ciertamente se necesita en el mundo real. También le da la experiencia de vida necesaria para relacionarse con sus compañeros de una manera real. El desafío también inculca la necesidad de trabajo arduo y esfuerzos continuos, y también demuestra que estos rasgos son valiosos incluso sin la cinta azul, la estrella dorada o la puntuación más alta.
Con el tiempo, los niños que han experimentado fracasos desarrollarán resiliencia y estarán más dispuestos a intentar tareas y actividades difíciles porque no tendrán miedo de fracasar. Además, cuando tratas de salvar constantemente a tu hijo para que no fracase, le das el mensaje de que no confías en él.
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