5 técnicas para mejorar la comunicación asertiva

Técnicas para convertirte en alguien más asertivo

Las personas que están buscando a quién contratar para su trabajo, buscan especialmente una persona asertiva, que sepa desenvolverse y tenga una comunicación fluida. Aquellas personas que no demuestran en un primer momento una comunicación asertiva, por lo general tienen desventajas frente al resto.

Las personas sin asertividad a menudo son explotadas y poco consideradas y respetadas. Por lo tanto, muchos quieren mejorar su asertividad. En este artículo no solo se mencionan consejos para que aprendas a mejorar esta habilidad para comunicarte, sino que te dará la certeza de que es posible que puedas volverte una persona más asertiva.

Qué es la comunicación asertiva

La comunicación asertiva es el tipo de comunicación que nos permite expresar nuestros sentimientos, pensamientos, creencias y nuestra visión de las cosas de manera abierta, honesta y estresante, sin infringir los derechos de los demás.

Otro tipo de comunicación sería la comunicación agresiva que atenta contra los derechos de los demás y la comunicación pasiva que quebranta nuestros propios derechos. Es posible que también hayas oído hablar de la comunicación pasivo-agresiva. Esto ocurre cuando alguien es principalmente agresivo, pero de una manera pasiva e indirecta, como el caso de una persona pasivo agresiva. Por ejemplo, puedes enfadarte sin mostrarlo rugiendo o golpeando. En cambio, la persona hace un puchero o cierra la puerta.

Cómo nos afecta no ser asertivos

El principal resultado es la baja autoestima. Cuando elegimos la comunicación pasiva, no decimos lo que realmente pensamos o sentimos. Esto significa que, en última instancia, estamos de acuerdo con los demás y, por lo tanto, ponemos sus necesidades o deseos por encima de nuestras necesidades y deseos.

Esto puede llevar a la sensación de que no tenemos metas o direcciones en nuestras vidas y creemos que no tenemos nuestras propias vidas en nuestras manos. Si nunca nos expresamos abiertamente y siempre escondemos nuestros pensamientos y sentimientos, sentimos una sensación de estrés, tensión y resentimiento, lo cual disminuye la seguridad en nosotros mismos. Esto a menudo conduce a relaciones poco saludables.

¿Cómo puedo ser más asertivo?

La asertividad es una mentalidad y una forma de pensar que uno puede aprender. Todos nacemos con asertividad. Pensemos en los bebés. Gritan cuando quieren algo, por lo que expresan sus sentimientos libremente. Luego, gradualmente, ajustan su comportamiento para lidiar con las respuestas que obtienen de su entorno. Por ejemplo, respuestas de miembros de la familia, amigos de la escuela, colegas o autoridades.

Si nuestra familia reaccionó a las confrontaciones con gritos, habremos aprendido a lidiar con los conflictos de la misma manera. Si nuestra familia nos enseñara que primero deberíamos satisfacer las necesidades de los demás antes de cuidarnos, podríamos encontrar dificultades para promover nuestras propias necesidades.

A menudo hay buenas razones por las que no nos hemos vuelto asertivos. Como niños y adolescentes, aprendimos un comportamiento que era efectivo para nosotros en ese momento. Si hubiéramos sido asertivos con nuestros padres o amigos agresivos, habría sido un problema, así que aprendimos a escondernos y evadirnos. O aprendimos a ser agresivos para sobrevivir. Y es muy probable que nuestra familia o nuestros amigos de quienes aprendimos este comportamiento lo hayan aprendido ellos mismos en su propio entorno.

Es muy importante no culparnos a nosotros mismos ni a nuestra familia por esta falta de asertividad. Tiene más sentido y ayuda imaginar el comportamiento descrito anteriormente como una especie de círculo vicioso en el que nuestra familia ha caído. Ahora tenemos que decidir si queremos romper con este círculo vicioso e intentar una nueva forma asertiva de pensar y comportarnos. Esto también significa que no transmitimos este comportamiento disfuncional a nuestros futuros familiares y amigos.

La diferencia entre comunicación pasiva, agresiva y asertivos

Es muy importante aprender a reconocer las características verbales y no verbales de los diferentes estilos de comunicación. Una vez que lo hayamos aprendido, podemos identificar comportamientos pasivos, agresivos y asertivos en nosotros mismos y en los demás.

El primer paso para cambiar el comportamiento es reconocer las cosas que deben cambiarse. Es posible que ya hablemos de manera asertiva, pero nuestro lenguaje corporal no verbal expresa una comunicación pasiva, lo cual es una contradicción con la comunicación verbal. Por ejemplo, podemos decir «No me gusta la forma en que me hablas», que es una afirmación asertiva, pero lo hablamos en voz baja, sin contacto visual, y mostrando señales de ansiedad.

Técnicas para tener una comunicación asertiva

Para conseguir comunicarnos de manera asertiva, podemos comenzar con pequeños «retos». Podemos comenzar con miembros de nuestra familia con quienes sentimos confianza, y mientras nos vamos acostumbrando a nuestra nueva forma de expresarnos, seguiremos con las personas desconocidas. Debemos tener en claro que si aprendemos a respetarnos a nosotros mismos, los demás lo percibirán y nos comenzarán a respetar.

Una persona que está tratando de tener una comunicación asertiva

Para conseguir este respeto por nosotros mismos y tener una comunicación asertiva que fluya naturalmente, necesitamos tener presente estas reglas básicas de respeto propio:

  • Me respeto a mí mismo, lo que soy y lo que hago.
  • Reconozco mis necesidades como persona autónoma; se que tengo necesidades diferentes a las demás personas.
  • Yo uso declaraciones claras con la palabra «yo». De cómo me siento y de lo que creo.
  • Me enfoco en el problema que existe sin culpar a otros. Por ejemplo puedo decir: «Me gustaría contar mi historia sin interrupciones«. En lugar de: «¡Me estás interrumpiendo constantemente!».
  • Me permito cometer errores y entender que cometer errores es absolutamente normal.
  • Cambio de opinión si quiero y cuando lo considero.
  • Me tomo mi tiempo para pensar. Si alguien me pide que haga algo, me permito decir: «Me gustaría pensarlo y hacerte saber mi decisión más adelante«.
  • Me permito disfrutar de mi alegría, lo que significa que estoy feliz y contento con lo que he logrado y que puedo compartir esa alegría con los demás a mi alrededor.
  • Pido lo que quiero en lugar de esperar que otros reconozcan lo que quiero.
  • Me doy cuenta de que no soy responsable por el comportamiento de los otros adultos.
  • Respeto a otras personas y sus derechos a ser asertivos y espero lo mismo de mí.

Una vez teniendo en claro los puntos anterior, podemos proceder a trabajar con estas 5 técnicas:

1. Asertividad fundamental

Esto es cuando hacemos una declaración que expresa claramente nuestras necesidades, deseos, puntos de vista y sentimientos. Este tipo de asertividad se puede utilizar diariamente para informar sobre nuestras necesidades.

Regla general: se debe usar la primera persona del singular (yo …). Es importante recordar ser concreto al hacer una declaración. Tenemos que decidir qué es exactamente lo que queremos o sentimos y decirlo de manera concreta y directa.

Se debe prescindir de «palabras de relleno» innecesarias y la declaración debe ser simple y breve. La asertividad básica implica la llamada «autorrevelación». Para revelar mis sentimientos en una simple declaración se pueden usar declaraciones como: «Me siento nervioso» o «Estoy enojado«. El efecto directo de esta técnica es la reducción del estrés, al permitirte relajarte y responsabilizarte tu mismo de tus propios sentimientos. Quien usa la primera persona «yo, etc.» para expresar sus sentimientos demuestra que él es responsable de sus sentimientos.

2. Mostrar límites de manera asertiva

Esta es la forma más firme de asertividad, y consideramos que es la última opción si alguien no tiene en cuenta los derechos de los demás y queremos contrarrestar este comportamiento sin ser agresivos. Se puede usar cuando no se siguen los procesos o las instrucciones en el trabajo.

Cuando usamos esta forma de asertividad, informamos a la otra persona sobre las consecuencias que se producirán si el comportamiento de la persona no cambia. Esto puede percibirse rápidamente como una amenaza y, por lo tanto, como agresivo.

Deberíamos usar este tipo de asertividad solo si tenemos que imponer sanciones y solo si estamos realmente preparados para imponerlas. Porque este tipo de asertividad puede ser agresivo, es importante prestar atención a las señales no verbales que envías mientras lo realizas. La voz debe ser tranquila y firme, el contacto visual bueno y el cuerpo, especialmente la cara, deben estar relajados, sin mostrar señales de tensión.

3. Asertividad empática

La empatía significa que tratamos de entender los sentimientos, necesidades y deseos de otra persona. Por lo tanto, este tipo de asertividad implica el reconocimiento de las necesidades de la otra persona y, al mismo tiempo, una declaración de nuestras necesidades y sentimientos.

Este tipo de asertividad se puede utilizar cuando la otra persona está involucrada en una situación que no está en línea con nuestras propias necesidades, y queremos expresar que estamos conscientes de ello y entendemos la posición de la otra persona. La asertividad empática es útil para evitar una reacción agresiva porque tenemos el tiempo para ponernos en la posición de la otra persona, retrasando nuestra respuesta.

4. Asertividad de la discrepancia

Este tipo de comunicación asertiva muestra la discrepancia entre lo que se acordó y lo que sucedió. Esta técnica es útil cuando hay un malentendido o una contradicción y alguien no está actuando de la manera en que se acordó previamente.

5. Asertividad de los sentimientos negativos.

Esta técnica se utiliza cuando uno tiene sentimientos muy negativos, como la ira hacia una persona. De una manera controlada y tranquila, nos enfocamos en el efecto adverso que el comportamiento de la otra persona tiene sobre nosotros. Esto nos permite lidiar con nuestros sentimientos sin tener una explosión incontrolada de ira. También señala a la otra persona las consecuencias de su comportamiento en nosotros.

Para finalizar

Tenemos que estar conscientes de que es probable que nuestra familia o amigos se puedan haber beneficiado de nuestras forma pasiva de comportarnos anteriormente, y al ver nuestro cambio, pueden complicar o sabotear nuestro nuevo comportamiento.

Se trata simplemente del miedo al cambio que ellos perciben, pero nosotros debemos permanecer repitiendo nuestros nuevos comportamientos. Aún y que seamos conscientes de que los primeros intentos pueden ser difíciles y es fácil volver a caer en viejos patrones.