5 señales de que tu trabajo te está enfermando

Señales de que tu trabajo te puede enfermar

No todas las personas son lo suficientemente afortunadas como para tener un trabajo acorde con su vocación, que lo llene y lo haga feliz. Incluso si todo comenzó de manera positiva y la persona estuvo satisfecha con su lugar de trabajo durante mucho tiempo, los cambios en el entorno laboral, los nuevos supervisores o colegas, los cambios en cuanto a la forma de trabajo, exigencias nuevas que no se habían contemplado antes, también las cualidades personales pueden contribuir al hecho de que el deseo de un trabajo está disminuyendo.

Eso solo puede no ser una razón para buscar un nuevo trabajo. Pero a más tardar, si tu trabajo te enferma y estresa, es hora de reconsiderar tu situación. Las siguientes señales pueden alertarte.

1. El estrés y el exceso de trabajo

Sufres de estrés crónico y te sientes constantemente abrumado. Tu diario estalla en las costuras. Una fecha límite sigue a la siguiente, las horas extras aumentan y no sabes cuándo detenerte a tiempo o si disfrutar de unas vacaciones relajadas. La disponibilidad constante por correo electrónico y teléfono contribuye significativamente a tu estrés.

2. Aburrimiento

También lo contrario, es decir, el aburrimiento no es realmente mejor que tener mucho trabajo. Estar sentado solo en el trabajo, no tener nada significativo que hacer, te deprime. No hay oportunidades para desarrollarte o desafiarte a ti mismo. Te sientes detenido y piensas que hay mucho en ti que mereces explotar pero ese tipo de trabajo no te da la oportunidad.

3. No hay descansos

No tomas ningún descanso o casi ninguna pausa, porque también tienes que usar este tiempo para trabajar en tus tareas. Y a pesar de que ya anhelas que llegue el fin de semana, no tienes paz el sábado y el domingo antes de tu trabajo. Sin descansos y sin hacer pausas reconfortantes, no consigues recargar tus pilas, lo que te lleva a seguir una rutina que es desgastante y que te está enfermando.

4. Ambiente de trabajo

Siempre hay un mal humor en el trabajo. La relación con tu jefe puede llamarse «fría» en los días buenos. Te sientes intimidado, e incluso por un trabajo excelente que sabes que realizas, no recibes ningún reconocimiento. Te sientes humillado muchas veces, padeces el maltrato sutil por parte de los superiores, y tu esfuerzo parece no alcanzar, sin dudas, este trabajo te está enfermando si lo único que consigues sacar a cambio es un mísero sueldo a costa de tu salud.

5. El absentismo

Tus ausencias se están acumulando. Estás buscando excusas para alejarte del trabajo. O piensas en pequeñas dolencias o estás realmente enfermo. Los dolores de cabeza, el dolor de espalda y las enfermedades mentales como la depresión o los trastornos de ansiedad pueden ser el resultado de un exceso de trabajo. Esta es probablemente la señal más clara de que tu trabajo te está enfermando y algo deberías cambiar.

Tal vez has tenido el deseo de renunciar por algún tiempo. Por supuesto, esta decisión no debe ser apresurada. Pero es necesario que sepas que puedes elegir, y que tienes el derecho a elegir mejorar la calidad de tu vida.