5 razones por las que los niños deberían ayudar con las tareas del hogar

Joven ayudando en el hogar

La pregunta principal no es se deberían de, sino QUÉ deberían hacer niños y adolescentes en el hogar. En este artículo aprenderás que ayudar con las tareas del hogar no solo se trata de apoyar o aliviar presión para a los padres, sino que también es muy bueno para los mismos hijos.

En cuanto a la discusión que hay entre papás acerca de si los niños deberían ayudar en el hogar, generalmente las opiniones diferencian entre sí. Muchas veces los papás que están en contra de, expresan las siguientes razones:

  • «Debemos permitir que los niños disfruten de su infancia».
  • «Ya tienen suficientes tareas en la escuela, así que al menos deberíamos dejarlos disfrutar de su tiempo libre».
  • “Por lo general, es un poco complicado pensar en las tareas aptas para que haga el niño. Prefiero hacerlas yo mismo, es mucho más rápido».

Todas estas opiniones son correctas y válidas. Sin embargo, desde un punto de vista educativo y psicológico, puede ser extremadamente importante que los niños ayuden en el hogar.

¿Por qué es tan importante que los niños ayuden en la casa?

Estas son algunas de las razones que debes tomar en cuenta:

1. Los niños pequeños quieren ayudar

Los niños pequeños aprenden de manera extremadamente intensa y casi exclusiva imitando a sus cuidadores. Al igual que mamá y papá, quieren ayudar a cocinar, pasar la aspiradora o sostener un martillo en sus manos.

Para ellos, jugar, aprender e interactuar socialmente ocurren al mismo tiempo. Por supuesto, gracias a esto puede ser muy complicado lidiar con ellos, ya que el mismo niño necesitará mucha ayuda y apoyo en sus actividades lúdicas.

Y por esto, «cocinar» juntos se vuelve más difícil que hacerlo solo, y el piso probablemente será aspirado muy superficialmente. Dado que este tipo de tareas se tratan de procesos de aprendizaje importantes, estas acciones conjuntas suelen ser más valiosas para el desarrollo del niño de lo que pensamos.

Además, si ya no lo dejamos ayudarnos, le estaremos indicando al niño que no es lo suficientemente bueno («aún no puede hacerlo», «esto es peligroso para ti») o que no es útil («sin tu ayuda lo hago más rápido» Ve a jugar a algo, no tengo tiempo para ti«).

Pero si logramos involucrar al niño y aceptar que el producto final puede ser un poco diferente de lo que habíamos imaginado, entonces el niño gana porque estará orgulloso y tendrá nuevas experiencias.

Y eventualmente todos ganamos, porque el niño aprenderá muy rápido y podrá ser cada vez más independiente.

2. Lo necesitan para aprender a ser responsables

Nosotros los padres y, en última instancia, la sociedad en general, esperamos que los jóvenes asuman cada vez más responsabilidades y muestren independencia. Pero ¿cómo se supone que deben aprender eso si no empezaron desde temprano?

No podemos simplemente esperar que la responsabilidad e independencia ocurran repentinamente y de manera integral. No puede asumir que se desarrollarán de inmediato si no se les ha presentado paso a paso las diversas tareas y deberes que se espera de ellos.

¡Asumir la responsabilidad de ti mismo y de los demás comienza desde la infancia!

3. Es saludable para los niños y los adolescentes

Es saludable para ellos cuando se dan cuenta de que están haciendo una valiosa contribución a la comunidad. Pero esto no se trata de hacer los deberes por hacerlos, sino porque son necesidades:

El hogar debe ordenarse, la mascota tiene que alimentarse, el automóvil debe limpiarse, los utensilios deben lavarse, la basura debe recogerse, etcétera. Quienes son capaces de hacer contribuciones valiosas tendrán la sensación de que se los necesita.

¡Esto fortalece la autoestima!

4. Los deberes unen a una familia

Realizar tareas que se hacen en conjunto nos permite pasar un tiempo valioso en familia. Muchos padres, por ejemplo, tienen las mejores conversaciones con sus hijos pequeños mientras lavaban los platos juntos.

5. Desarrolla la empatía

Ayudamos a los niños a desarrollar una comprensión por nosotros los padres, por otras personas y por el trabajo. Si el niño recibe todo en sus manos y lo da por sentado, ¿cómo se supone que debe entender lo que significa el trabajo, el tiempo, la paciencia y el esfuerzo?

A menudo esperamos que los niños se den cuenta que deben estar agradecidos por lo que mamá o papá han hecho. Pero nosotros mismos sabemos que desde el exterior, las cosas a menudo parecen muy simples y solo a través de sus propias acciones, su propia experiencia, les quedará claro el esfuerzo o práctica que hay detrás las cosas (un ejemplo banal: tocar la guitarra).

A través de tu propia experiencia y esfuerzo, obtienes comprensión y aprecio por algo. ¡Y el entendimiento mutuo fomenta una relación!

Conclusión

Por lo tanto, la principal pregunta no es si los niños deberían ayudar y cuándo, porque los niños comienzan a ayudar por sí mismos. Y muchas veces dejan de hacerlo cuando nosotros (a menudo inconscientemente) los detenemos.

La pregunta que deben hacerse como padres es en qué debe ayudar el niño y en qué áreas ya debe ser responsable.

Tienes que probar por ti mismo exactamente cómo debería verse esto en tu familia, tal vez incluso paso a paso. Los siguientes consejos pueden ser útiles:

Consejo No.1

Algunas tareas deben (cada vez más frecuentemente) convertirse en una cuestión de rutina. Esto significa, por ejemplo, que lavar su propio plato debe ser tan importante como cepillarse los dientes o limpiarse después de ir al baño.

Por lo tanto ya no es una tarea especial, simplemente es algo que tienen que hacer. ¿Qué deberías incluir? ¿Qué se debe dar por sentado? (Tenga en cuenta que tú eres un modelo a seguir, ¡el niño no debería tener obligaciones que tú no estés cumpliendo!)

Consejo No.2

La ayuda en el hogar debe ser apropiada para la edad. En general, los recursos del niño, es decir, el tiempo, las habilidades y las preferencias, deben tenerse en cuenta. Un niño puede preferir ayudar en el jardín, el otro puede preferir limpiar el automóvil. ¡Ayudar puede ser divertido y puede otorgar una sensación de logro!

Consejo No.3

Como pareja, discutan cuál y cuánta cooperación les gustaría de su hijo. Si uno de ustedes no está acuerdo con algo, se volverá mucho más difícil a medida que los niños buscan el camino más fácil.

Eventualmente, las reglas que no están bien aclaradas terminarán en discusiones interminables. ¿Ambos padres tienen claro el significado de estas reglas? ¿Están los dos listos para apoyar al niño en la medida necesaria para llevar a cabo sus deberes sin ir demasiado lejos?

Consejo No.4

Involucra a tu hijo en la implementación de estos deberes extras. Explica el significado de tu actitud y la razón detrás de esta decisión (necesitamos tu apoyo, tenemos que ayudamos mutuamente, ya eres grande y puedes hacer más cosas, …).

¿Qué puede hacer el niño / adolescente? ¿Cuál es su contribución (tal vez también necesite una explicación de lo que recibirá a cambio)? Se trata de negociar. Una reunión y discusión en familia será adecuado para esto. También se deben llevar a cabo verificaciones periódicas para determinar si la ayuda mutua y las responsabilidades van bien o si necesitan cambiarse.

Consejo No.5

Importante: No hagas pseudo órdenes que realmente no tengan ningún propósito. No corrijas constantemente sus esfuerzos ni lo hagas «mejor». Si no estás satisfecho con el trabajo, entonces debes preguntarle al niño si él está satisfecho. Los niños muchas veces se dan cuenta cuando han realizado una tarea de manera minimalista (y si no, entonces tendrán que aprenderlo).

Si un niño realmente piensa que es lo suficientemente bueno, pero aún no está satisfecho, deben hablar sobre las diferentes percepciones y, por ejemplo, hacer comparaciones (¿qué tal si yo lavo tu camiseta favorita para que quede de esta manera? ¿Llena de manchas?).

Una observación final:

No esperes que tu hijo se haga cargo de las tareas sin ningún reclamo o incluso alegremente. Siempre habrá razones legítimas para no querer hacer deberes adicionales o para evitarlos. ¡El egoísmo es innato y no es fundamentalmente malo!

Sin embargo, si nos atenemos a nuestras ideas de educación con una actitud firme y además aceptamos que es válido que el niño intente tomar el camino de menor resistencia (¡porque aquí también debe tener lugar un proceso de aprendizaje!), y que es parte de tu papel como padre aguantar ¡definitivamente funcionará!