Síntomas de que tienes niveles altos de cortisol y pueden estar afectando tu salud y cambios de humor

El cortisol es una hormona que se produce en las glándulas suprarrenales y que tiene varias funciones importantes en el organismo, como regular el metabolismo, la presión arterial, la respuesta al estrés y la inflamación.

Sin embargo, cuando los niveles de cortisol son demasiado altos o bajos, pueden causar problemas de salud y afectar el estado de ánimo.

¿Qué puede provocar niveles altos de cortisol?

Los niveles de cortisol pueden variar a lo largo del día, dependiendo de factores como la hora, el ciclo menstrual, el ejercicio, el sueño y el estrés. Algunas situaciones que pueden elevar el cortisol son:

  • El estrés crónico, que puede ser causado por problemas personales, laborales, familiares o sociales.
  • El síndrome de Cushing, que es una enfermedad rara que se produce cuando el cuerpo produce demasiado cortisol o cuando se toman medicamentos que contienen esta hormona, como los corticoides.
  • Algunos trastornos endocrinos, como el hipertiroidismo, el hiperaldosteronismo o los tumores suprarrenales o pituitarios.
  • Algunas enfermedades inflamatorias o infecciosas, como la artritis reumatoide, la tuberculosis o el VIH.

¿Qué síntomas pueden indicar niveles altos de cortisol?

Los niveles altos de cortisol pueden causar diversos síntomas físicos y psicológicos, que pueden variar según la causa y la duración del problema. Algunos de los más comunes son:

  • Aumento de peso, especialmente en la zona abdominal, debido a que el cortisol favorece la acumulación de grasa y reduce el músculo.
  • Hipertensión arterial, debido a que el cortisol aumenta la presión de los vasos sanguíneos y altera el equilibrio de los electrolitos.
  • Diabetes o resistencia a la insulina, debido a que el cortisol eleva los niveles de azúcar en sangre y dificulta su uso por las células.
  • Osteoporosis o fracturas óseas, debido a que el cortisol reduce la absorción de calcio y aumenta su eliminación por la orina.
  • Debilidad muscular o calambres, debido a que el cortisol disminuye la masa muscular y altera el metabolismo de las proteínas.
  • Infecciones frecuentes o dificultad para cicatrizar, debido a que el cortisol suprime el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de inflamación.
  • Alteraciones menstruales o infertilidad, debido a que el cortisol afecta la producción y el equilibrio de las hormonas sexuales.
  • Cambios en la piel, como acné, estrías rojas o moradas, moretones o adelgazamiento cutáneo, debido a que el cortisol altera la producción de colágeno y elastina.
  • Cambios en el cabello, como caída o aumento del vello corporal o facial, debido a que el cortisol afecta la actividad de los folículos pilosos.
  • Cambios en el estado de ánimo, como ansiedad, depresión, irritabilidad, insomnio o pérdida de memoria, debido a que el cortisol interfiere con la función de los neurotransmisores.

¿Qué se puede hacer para regular los niveles de cortisol?

El tratamiento de los niveles altos de cortisol depende de la causa que los origina.

En algunos casos, puede ser necesario tomar medicamentos que bloqueen la producción o acción del cortisol, como los inhibidores de la enzima 11-beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 2 (11β-HSD2) o los antagonistas del receptor de glucocorticoides.

En otros casos, puede ser necesario extirpar quirúrgicamente los tumores suprarrenales o pituitarios que producen demasiado cortisol.

Además del tratamiento médico, existen algunas medidas generales que pueden ayudar a regular los niveles de cortisol y mejorar la salud y el bienestar, como:

  • Reducir el estrés, mediante técnicas de relajación, meditación, yoga, respiración profunda o terapia psicológica.
  • Dormir bien, respetando los ciclos de sueño y evitando el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
  • Hacer ejercicio moderado, adaptado a las condiciones físicas y preferencias personales, evitando el exceso o la falta de actividad física.
  • Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y carnes magras, y baja en grasas saturadas, azúcares refinados, sal y alcohol.
  • Tomar suplementos naturales que puedan ayudar a reducir el cortisol, como la vitamina C, el magnesio, el omega-3, la ashwagandha o la rodiola.

Los niveles altos de cortisol pueden tener consecuencias negativas para la salud y el estado de ánimo.

Por eso, es importante identificar las posibles causas que los provocan y consultar con un médico para recibir el tratamiento adecuado. Asimismo, se pueden adoptar hábitos de vida saludables que contribuyan a regular el cortisol y a mejorar la calidad de vida.