¿Cómo se afectan los hijos con la separación de los padres?

Niño afectado por la separación de los padres

La separación de los padres puede causar ciertos efectos psicológicos que se transforman en actitudes negativas. Conoce cuáles son

La separación de los padres puede causar un gran impacto en los pequeños y generalmente el desarrollo psicoevolutivo de estos se ve afectado de manera irreversible, en algunos casos. En esta era de constantes cambios, los matrimonios duran cada vez menos tiempo creando un ambiente de inestabilidad par los hijos.

Para muchos adultos es factible que éste sea un proceso casi normal, sin embargo, no suele significar lo mismo para los más pequeños de la casa. Siempre preexiste la posibilidad de que piensen que son abandonados por cualquiera de las partes. Como consecuencia los daños psicológicos pudiesen repercutir hasta la su madurez.

Consecuencias emocionales de  la separación

Las secuelas emocionales que suelen generar en los niños el divorcio son diversas y pueden variar de acuerdo con la edad. Si se ponen en práctica algunas estrategias psicológicas pueden desarrollar capacidades para hacer frente a las situaciones de diferentes formas.

Son muchos los factores que pueden afectar durante una separación y de acuerdo a ellos las reacciones aparecerán y entre ellas se encuentran:

  • En niños de 3 a 5 años. Asumen la responsabilidad de la separación de los padres como consecuencia de sus acciones, tales como: el no haber terminado la tarea, comido o acomodado sus juguetes como se les ha pedido en alguna ocasión. Los pensamientos en esta etapa son completamente imaginarios y no tienen noción de la realidad.

A la par, creen que son abandonados y que el amor de sus padres ha sido dividido. De hecho, hay quienes se sumergen en un estado de tristeza permanente y pierden el apetito. Puede variar de acuerdo con el manejo psicológico que se dé ante este hecho.

  • En pequeños de 6 a 12 años. Los niños de esta edad poseen el suficiente entendimiento de lo que representa un problema. Se enfrentan al dolor y reaccionan ejerciendo presión en los padres para que vuelvan a estar juntos. Llevan a cabo acciones desesperadas por arreglar la situación, pero en ese proceso surge la frustración.
  • Entre los 12 a 16 años. Puede que se revele como una de las fases más complicadas de los individuos. Se encuentran en un medioambiente donde tratan de encajar y de ser aceptados, a la par, de que deben lidiar con los cambios hormonales que repercuten en su aspecto físico.

Se sumergen en un estado de depresión, conocida también como (depresión infantil), culpa, soledad y miedo por no tener la suficiente madurez para enfrentar los problemas. Es por ello, por lo que es indispensable mantener una buena comunicación y hacerles entender que son decisiones de adultos, y en las que ellos no son la causa por la cual se da la separación.

El divorcio incrementa el fracaso escolar

Los problemas familiares pueden afectar considerablemente el rendimiento académico de los niños. Los cambios emocionales a los que se les involucra reducen la capacidad de concentración lo que hace que se les dificulte el “funcionar” adecuadamente. [¹]

Así mismo, en ocasiones, los padres deben ir a diferentes lugares, lo que obliga a desprender a los hijos de su rutina habitual. Así como del entorno en el que se desarrollaron por un período específico, por lo que estos terminan en el medio de una situación inestable.

¿Cómo ayudarles a superar la separación de sus padres?

Los padres tienen la responsabilidad de dar a los hijos todo el cuidado posible durante su crecimiento. En los casos en el que deban separarse, esta premisa no debe cambiar, por el contrario, se debe intensificar la atención y el afecto que se les imparte. [²]

Pero ¿Cómo pueden ayudarles en medio de un ambiente de conflicto? Pues cumpliendo las siguientes recomendaciones:

  • Cuidar de no desarrollar discusiones y conflictos delante de los niños.
  • Evitar hacerles comentarios negativos de cualquiera de las partes así como no involucrarlos en los trámites legales.
  • Tratar de mantener la rutina diaria escolares, así como las actividades adicionales.
  • Por ningún motivo se debe generar un ambiente de resentimiento culpando a los hijos del problema.
  • Si como adulto se requiere de apoyo, es preferible buscar ayuda psicológica, familiar, religiosa y otra, pero nunca la de los hijos.
  • Ayúdeles a reconocer y a afrontar sus sentimientos con palabras amables, manteniendo siempre la calma.
  • Darles crédito a sus palabras con frases como “Sé que estas molesto, triste o preocupado”.

De creer que sea conveniente, se puede agendar una cita con un psicólogo para que mediante terapias, tanto a los padres como a los hijos, puedan canalizar las emociones. Finalmente, el divorcio puede ser una etapa conflictiva, pero con las acciones correctas es posible hacerlo menos perturbador para los niños.

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  1. Anderson J. (2014). The impact of family structure on the health of children: Effects of divorce. The Linacre quarterly, 81(4), 378–387. doi:10.1179/0024363914Z.00000000087 [Link]
  2. Vezzetti V. C. (2016). New approaches to divorce with children: A problem of public health. Health psychology open, 3(2), 2055102916678105. doi:10.1177/2055102916678105 [Health Psychology Open]

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