La importancia de enseñar a los niños a dar las gracias

La importancia de enseñar a dar las gracias a los más pequeños

Enseñar a dar las gracias es una de las enseñanzas que en ocasiones, por las dinámicas tan complicadas del día a día y la poca disponibilidad de tiempo, algunos padres han dejado de lado con los niños, como algo de poca relevancia, sin embargo, es de suma importancia que desde muy pequeños los niños aprendan a dar las gracias.

La gratitud como valor desde la infancia

Con el paso de los años, las exigencias profesionales a la par de los avances tecnológicos, se han convertido para los individuos en dinámicas bastante estresantes, que al final del día, les producen un gran agotamiento, esto debido al esfuerzo que supone reunir las competencias requeridas para ser útil en la actualidad.

Todo esto ha generado, entre otras cosas, la pérdida o decadencia de valores que desde siempre fueron inculcados de manera constante desde el hogar de origen.

Los valores son pieza fundamental para que se dé la buena convivencia, así como la armonía en la sociedad y en muchas ocasiones, por falta de tiempo, éstos no son transmitidos a las nuevas generaciones.

El respeto, la tolerancia, la honestidad, la justicia, la responsabilidad, la lealtad, la cooperación, la gratitud, entre otros, son valores que hacen que una sociedad pueda convivir en armonía.

De esto se genera la importancia de enseñarle a los niños valores para la vida, que le ayudarán a ser una mejor persona y a desenvolverse mejor en la sociedad.

Una de las enseñanzas más importantes para el buen desarrollo de los niños como personas, es el de la gratitud, ya que le ayudarán a valorar lo que tiene a nivel material, así como a sus semejantes y lo que estos hagan por ellos.

Enseñar a dar las gracias a los pequeños desde el ejemplo

Es necesario tener en cuenta que durante el proceso de socialización en los niños, una de las herramientas fundamentales y con más trascendencia, más allá de las palabras, es el ejemplo.

Es por ello que para enseñar a un niño a decir gracias y ser agradecido, el escenario ideal es que el pequeño día tras día pueda tomar este valor de sus padres.

Por ende, la manera más efectiva de sentar la gratitud en los niños, es por medio del ejemplo que reciban de familiares, los cuales crean y practiquen el valor del agradecimiento a diario.

La gratitud como mecanismo para desarrollar la empatía

Desde edades muy tempranas se puede educar a los niños para que den las gracias, que se muestren agradecidos hacia los demás por los favores recibidos o cuando les ayuden en algo.

Ellos desde muy pequeños, bien sea por imitación o por exigencia de sus mayores, darán las gracias en respuesta a ciertos estímulos, pero hay que tomar en consideración que será una conducta aprendida, que llevarán a cabo sin darle conocer el significado real.

El escenario ideal, es aquel en el que a una edad más avanzada al infante se le enseñe la importancia de la gratitud, como una forma de darle valor a lo que las otras personas hacen por este de forma desinteresada.

Entender la gratitud como una forma de darse cuenta del valor de las buenas acciones de otros individuos, será un estímulo para que el niño desarrolle empatía hacia sus semejantes.

Relación entre la gratitud y la felicidad

Conectarse con la gratitud es una manera eficaz de ser más feliz, porque implica ponerse en contacto desde un primer momento con emociones positivas y éstas ayudan, entre otras cosas, a conservar la salud mental.

Sí un niño es educado dándole especial relevancia a valores como la gratitud, tenderá a forjar, por una parte, mejores relaciones interpersonales en vista de que valorará las acciones de las personas que le rodean.

Por otra parte, se desarrollará como un individuo capaz de establecer empatía y aprenderá a la vez la importancia de hacer cosas buenas por otras personas.

Asimismo, adquirirá la capacidad de centrarse en las cosas que posee, en lo que ha alcanzado, en las oportunidades que le ha dado la vida, en lo que tiene y no en aquello que falta, aspecto que en la mayoría de los casos supone una fuente de infelicidad para los seres humanos.

Por ende, cuando le enseñamos la gratitud a un niño, son muchas cosas las que van implícitas: la educación para desenvolverse en sociedad, el reforzamiento de la empatía, así como de las emociones positivas en detrimento de las negativas.