La fibromialgia es un síndrome caracterizado por la presencia de dolor musculo-esquelético crónico y generalizado. Además del dolor, se asocian otros síntomas, como cansancio, trastornos del sueño, parestesia de las extremidades, sensación de hinchazón de las manos y rigidez del cuerpo al despertar. ¿Y qué pasa con la fibromialgia y la depresión? ¿Estas dos enfermedades están relacionadas?
Hasta la fecha, no se ha encontrado ninguna terapia o intervención que trate la fibromialgia de manera definitiva; en consecuencia, las terapias existentes tienen el único propósito de minimizar los síntomas, como el dolor, los trastornos del sueño y la angustia emocional.
En cuanto a la psicopatología, se ha observado que la depresión es más pronunciada en pacientes que sufren fibromialgia. Por este motivo, en este artículo queremos dejar plasmada la relación entre la fibromialgia y la depresión.
Fibromialgia o depresión: ¿qué nació antes?
Como decíamos anteriormente, la fibromialgia es un síndrome reumatológico caracterizado por dolor generalizado en todo el cuerpo, que se define como crónico y cuyo síntoma principal es la sensibilización central.
Se han realizado investigaciones en las que se describe una posible correlación entre algunos rasgos de la personalidad depresiva y el dolor crónico.
Como sucede en todas las patologías, los factores emocionales tienen un papel influyente en el curso de la enfermedad. Pueden agudizar algún síntoma en particular, generar un retraso en la recuperación, etc.
Podemos afirmar entonces, que la depresión puede estar presente antes, durante o posteriormente al curso de la fibromialgia, pero no puede considerarse como el origen o causa de la patología.
¿Por qué se produce el cuadro de depresión?
La relación entre la fibromialgia y la depresión es más una cuestión de comorbilidad (es decir, ambos trastornos ocurren simultáneamente), o más bien, el estado de ánimo depresivo puede ser una consecuencia de la fibromialgia. En este sentido, la depresión en personas con fibromialgia sería la consecuencia de la interferencia del dolor y otros síntomas en la vida diaria.
Los síntomas del síndrome son un obstáculo para el desempeño de las actividades diarias normales; el paciente se niega a participar en programas específicos porque sabe que sentirá dolor. Esto provoca una pérdida de motivación o estimulación en la vida del paciente, que termina conduciendo a la depresión.
Prevenir la depresión en pacientes con fibromialgia
Para prevenir la depresión, podemos usar diferentes herramientas, como las que enumeramos a continuación:
- Reflexionar sobre el estilo de vida: La solución es integrar actividades gratificantes y la vida social en nuestra vida diaria. Teniendo en cuenta que estos pacientes presentan dificultades muy específicas, uno debe elegir actividades que se adapten a sus capacidades.
- Intenta cambiar los pensamientos que nos lastiman reemplazándolos por otros menos dañinos.
- Asistir a seminarios o terapias grupales: Conocer a otras personas que están experimentando la misma situación ayuda a sentirse comprendido y a adquirir herramientas que son realmente útiles para el problema en cuestión.
- Ponerse en contacto con el psicólogo es fundamental para sobrellevar la enfermedad sin que nos afecte demasiado psicológicamente.
Los resultados obtenidos pueden representar importantes implicaciones a nivel terapéutico. Si la depresión no es la causa, sino la consecuencia de la fibromialgia, este descubrimiento podría iniciar programas de prevención específicos, basados en las herramientas que se acaban de describir y que son útiles para cualquier persona que padece esta enfermedad.
