Los medicamentos psicotrópicos (antidepresivos) tienen una mala reputación. Gracias a esto, muchas personas que están pasando por depresión se niegan a tomar este tipo de medicamentos. Sin embargo, muchas veces el uso de antidepresivos sería importante para tener un tratamiento adecuado.
Cuando una persona con una gran carga psicológica está llevando un tratamiento terapéutico, comúnmente el especialista les señala varias formas de ayuda, incluidas algunas sobre medicamentos psicotrópicos. En este caso muchas veces surge un temor, y la pregunta de si las medicinas psicoactivas son, o no son adictivas.
Este es un miedo que se puede entender, y que ocurre con mucha frecuencia. ¿Pero está justificado el miedo? ¿Pueden las medicinas psicotrópicas volverse adictivas? La respuesta es compleja, y puede resultar en un sí, o un no.
La prueba de gas muestra el potencial adictivo
Comencemos con el no. La mayoría de los medicamentos psicotrópicos claramente no tienen potencial adictivo. Se pueden consultar varios estudios científicos que demuestran si un medicamento activa la llamada adicción y centro de recompensa del cerebro [¹]. También puedes preguntarle a muchos de los pacientes que hayan sufrido de depresión si han desarrollado adicción a algún antidepresivo.
Puede que el Valium se venda muy bien «en las calles», pero si ese fuera el caso general con los antidepresivos, estos serían el dueño del mercado y no se venderían en las farmacias. Es por eso que la mayoría de los fármacos psicotrópicos no los encuentras fuera, sobre todo porque no tienen un potencial adictivo.
Los síndromes de abstinencia en los antidepresivos pueden ser similares a la adicción
Ahora toca responder al “sí”: hay medicamentos que no son adictivos, pero que causan un síndrome de la abstinencia cuando se interrumpe su uso. Si tomas un medicamento para la presión arterial durante años y de repente lo dejas de usar, tu condición caerá en picada y tu presión arterial se disparará rápidamente. Pero nadie nunca hablaría sobre una adicción a un medicamento para la presión arterial.
Lo mismo puede suceder con los medicamentos psicotrópicos. Esto se aplica sobre todo a antidepresivos como la venlafaxina (efexor), duloxetina (cymbalta) y paroxetina (deroxat). Cuando alguien interrumpe su ingesta de venlafaxina, por ejemplo, este puede desarrollar síntomas repentinos parecidos a los de la gripe. Una sensación extraña de temperatura, aumento de la sensibilidad, irritabilidad, malestar. El cuerpo y la psique responden a la repentina ausencia de dicho antidepresivo.
«Los síndromes de abstinencia comúnmente tienen una corta duración, pero otras veces pueden durar meses». Thomas Ihde
Por lo tanto, es importante dejar un medicamento psicotrópico de manera lenta. Lo cual significa tomarse más de dos meses, cuatro meses o incluso aún más para completar el proceso, dependiendo de cuánto tiempo hayas tomado el medicamento.
Más arriba se mencionaron tres antidepresivos de manera deliberada. En el caso de estos tres, hay evidencia científica que ha demostrado que pueden causar síntomas del síndrome de abstinencia. Sin embargo, encuestas muestran que este fenómeno probablemente se extiende más allá de estos tres ejemplos, y que puede ocurrir con la mayoría de los fármacos psicotrópicos. Muchas veces, el síndrome de la abstinencia dura unos cuantos días, a veces meses.
Algunos antidepresivos tienen un claro potencial adictivo
Sí, hay fármacos psicotrópicos que claramente tienen un potencial adictivo. Estos son medicamentos que inducen el sueño, liberan de la ansiedad, relajan los músculos, pero también activan el centro de adicción, especialmente las llamadas benzodiacepinas, como el Temesta, Seresta, Xanax o Valium.
Algunas personas pueden consumir cantidades considerables de estos medicamentos sin problemas de adicción. Pero para otros, con tan solo tragar una tableta el primer día se puede producir una sensación muy placentera. En el segundo día ya toman dos, porque realmente los hizo sentir muy bien. Y terminan necesitando cinco en el quinto día.
Las benzodiacepinas han contribuido mucho a la mala reputación de los medicamentos psicotrópicos. En el pasado, este fármaco se prescribió ampliamente y durante décadas, para el insomnio o «para los nervios». Abstenerse de este medicamento a menudo era una tarea extremadamente difícil, que provocaba insomnio, ansiedad o incluso confusión.
A veces no hay alternativa a los medicamentos con potencial adictivo
Sin embargo hay personas que simplemente necesitan estos medicamentos como parte de su tratamiento, y desafortunadamente no tienen ninguna otra buena alternativa. En esta situación, los pacientes son advertidos constantemente de que están tomando algo que puede ser adictivo. A los pacientes con cáncer no les resulta útil escuchar que su quimioterapia puede provocar pérdida de cabello (o que es extremadamente costosa).
La cuestión del potencial adictivo es importante, pero siempre hay que tener en cuenta cómo se siente el paciente, seas un familiar, amigo, o terapeuta. Hay que estar siempre atentos al síndrome de abstinencia. Y evitar la interrupción demasiado rápida del uso del medicamento.
- Haddad, P. (1999). Do antidepressants have any potential to cause addiction? Journal of Psychopharmacology, 13(3), 300–307. https://doi.org/10.1177/026988119901300321
Deja un comentario