Varias de las reflexiones que José Ingenieros ha expresado sobre la mediocridad provienen de su obra más famosa, El hombre mediocre. La obra es un análisis del hombre en diferentes niveles (mediocre, inferior, idealista) de la mente de este gran pensador argentino, la cual sigue siendo ampliamente leída por personas a día de hoy, décadas después de su publicación.
José Ingenieros fue uno de los más destacados representantes de la intelectualidad argentina de principios del siglo XX. Y también uno de los más polifacéticos: fue médico, psiquiatra, psicólogo, criminólogo, filósofo y farmacéutico.
Este gran pensador fue un verdadero humanista, en el sentido más amplio de la palabra. Los pensamientos sobre la mediocridad escritos por José Ingenieros encarnan su entusiasmo por la perfección humana. A continuación, presentamos algunos de sus hallazgos más interesantes.
Imitar al rebaño es ser mediocre
Varias frases de José Ingenieros tratan de la imitación. La considera una de las principales características de la mediocridad en cualquiera de sus manifestaciones. En relación con esto, ha dicho: “El mediocre tiende a mezclarse con la multitud que lo rodea; el idealista trata de destacar entre la multitud. Mientras el primero trata de pensar con el cerebro de la sociedad, el segundo trata de pensar por sí mismo.»
Según Ingenieros, imitar es una expresión de que una persona renuncia a ser ella misma y a pensar a su manera. Cuando una persona trata de ser igual a los demás, el trasfondo es la falta de creatividad y el miedo a defenderse. Así afirma: “La función principal de la persona corriente es la imitación paciente; nuevamente usando la imaginación creativa de una persona idealista.»
El fanatismo es un signo de mediocridad
Aunque Ingenieros fue un pensador muy orientado a la ciencia, la religión también tuvo un lugar en su cosmovisión. De hecho, algunos de sus escritos estaban dedicados al ocultismo, es decir, a la ciencia secreta, y a la teosofía, que es una escuela religioso-mística influenciada por las religiones orientales. En su obra, siempre trató de conciliar su formación científica y las diferentes religiones.
Por ello, varias de las frases de José Ingenieros están dedicadas a las concepciones religiosas. Una de ellas dice así: “La falta de creencias sólidas convierte a la persona promedio en un fanático. Su fe obtiene confirmación en el choque con opiniones contrarias.”
Los mediocres tragan sin masticar y digerir
La mayoría de las frases de José Ingenieros están dedicadas a elogiar la inteligencia, la originalidad y la capacidad de pensar de forma independiente. La siguiente declaración describe bien su manera de pensar: “Tragan sin digerir, hasta el punto del empacho espiritualmente: no saben que el hombre no vive de lo que consume, sino de lo que asimila.»
Este es un llamado a analizar y evaluar los contenidos que recibimos, en lugar de simplemente ingerirlos tal como son. La frase anterior es muy dura, como lo son muchas otras de las declaraciones en El hombre mediocre. José Ingenieros se caracterizó por su pluma afilada: utilizó deliberadamente un lenguaje enjuiciador que al mismo tiempo buscaba desafiar y así provocar el cambio.
De la inmovilidad y la mediocridad
En varios tramos de sus escritos, José Ingenieros alaba el dinamismo, la pasión y la vitalidad. Según él, estas son las características de los seres sensibles: aquellos a los que no les importa lo que sucede a su alrededor.
En relación con esto ha afirmado lo siguiente, por ejemplo: “El hombre de fino carácter es capaz de mostrar encrespamientos sublimes, como el océano; en los temperamentos domesticados todo parece quieta superficie”. Esta cita alaba la pasión y la sensibilidad. Según él, la mediocridad provoca una incapacidad para reaccionar ante los estímulos externos.
Adaptarse y vivir mediante rutinas mata la autenticidad y creatividad
Sobre las rutinas, dice José Ingenieros: “Una rutina es como un esqueleto fosilizado que resiste el paso del tiempo. La rutina no es producto de la experiencia, sino una mera burla de ella. La experiencia es fecunda y engendra verdades, mientras que la estéril rutina las mata.” Según él, las rutinas no dan lugar a la experiencia. Esta última requiere conciencia, mientras que las actividades rutinarias no. Según Ingenieros, las rutinas hasta podrían paralizar la capacidad de pensar.
También lanza varias críticas hacia distintas formas de adaptación, y en especial las relacionadas con el sacrificio y la negación del propio pensamiento para lograr la aceptación social. Pero también pronunció el siguiente pensamiento sabio y liberador: “La adaptación de cada individuo a su entorno depende de un equilibrio entre la capacidad de imitar y la de inventar.»
Estas son solo algunas de las grandes frases que escribió José Ingenieros sobre la mediocridad. Al leer sus textos, nos encontramos cara a cara con nuestros propios miedos. En su conjunto, la producción literaria de Ingenieros es una invitación a afirmarnos y luchar ante todo por la individualidad y la perfección.
