Qué es el apego desorganizado y cómo se desarrolla

Padre ignora hija apego desorganiazado

El apego desorganizado es uno de los cuatro tipos de apego descritos por John Bowlby y Mary Ainsworth. Estos psicólogos estudiaron la relación entre los bebés y los padres y cuidadores y descubrieron que puede tomar cuatro formas diferentes. El apego desorganizado sería el más dañino de todos.

Este tipo de apego se forma cuando un niño no puede confiar en que sus padres lo cuidarán y protegerán, lo que puede suceder por una variedad de razones. Por ejemplo, los adultos pueden abusar de él física o emocionalmente, o pueden tener un comportamiento inestable o fragmentado. Además, a menudo actúan de manera inconsistente con el bebé.

De esta forma, el niño se enfrenta a un dilema. Por un lado, necesita que sus padres estén bien, pero, por otro lado, no sabe cómo van a actuar o sabe que lo pueden perjudicar.

Así, el niño adopta un patrón de comportamiento inestable, en ocasiones evitando a sus cuidadores y otros que intentan acercarse a él de cualquier forma. Las consecuencias del apego desorganizado son muy negativas, tanto en la infancia como en la edad adulta.

Así, trae todo tipo de problemas en áreas como la autoestima, las relaciones sociales o la pareja. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de archivo adjunto.

Las características del apego desorganizado

Estas son las principales características que definen a un niño con el estilo de apego desorganizado.

Se presenta un miedo hacia los padres

Si hay una característica que describe claramente las consecuencias del apego desorganizado, es el miedo. Los niños con este tipo de relación con sus padres, por diferentes motivos, han asociado a sus cuidadores con el dolor o el duelo, en lugar de la seguridad, el apoyo o el amor.

¿Por qué sucede esto? Hay dos razones posibles. Por un lado, es posible que el menor haya sufrido algún tipo de lesión, como un episodio de maltrato físico por parte de uno de sus cuidadores.

Sin embargo, a veces es posible que el niño desarrolle un apego desorganizado debido a la acumulación de pequeñas situaciones negativas.

Por ejemplo, si un niño recibe constantes críticas o es despreciado por sus padres por pedir ayuda, es posible que desarrolle este patrón de apego con el tiempo.

Comportamiento contradictorio o inestable hacia los cuidadores

Cuando un niño desarrolla un apego desorganizado, se encuentra con lo que los expertos llaman un «dilema biológico». Por un lado, los niños necesitan recibir atención y apoyo de sus padres, pero, por otro lado, el miedo que sienten hacia ellos los empuja a intentar estar lo más lejos posible.

Por lo tanto, un niño con apego desorganizado a menudo actuará de formas aparentemente contradictorias en presencia de sus cuidadores. Puede llorar por consuelo evitando el contacto físico o responder de forma completamente opuesta a dos situaciones idénticas.

Los investigadores han identificado dos subtipos de apego desorganizado: «seguro» e «inseguro». Ambos tienen consecuencias muy negativas, pero las consecuencias que provocan en la vida de los niños son completamente diferentes.

Es importante recordar que los niños con apego desorganizado pueden actuar como si a menudo pertenecieran a uno u otro subtipo, dependiendo de lo que estén experimentando en un momento dado.

Apego desorganizado seguro

El primer subtipo ocurre cuando los niños deciden inconscientemente que la necesidad que tienen de que sus padres los cuiden es más importante que el miedo que les causan. De esta manera, a pesar de su malestar (que a menudo es claramente visible), intentarán comunicarse con sus cuidadores una y otra vez.

Los investigadores han descubierto que los padres de estos niños generalmente se sienten abrumados por las necesidades de sus hijos. Cuando un niño con apego desorganizado seguro demuestra que necesita amor o comprensión, los adultos a menudo lo ignoran, lo que impulsa esfuerzos para aumentar su atención.

Finalmente, en la mayoría de los casos los niños con este tipo de apego consiguen que sus padres presten atención, pero a su precio sufren un gran malestar. Además, los padres de estos niños a menudo se sienten abrumados, lo que agrava aún más la relación a largo plazo.

Apego desorganizado inseguro

Los niños con el otro subtipo de apego desorganizado reaccionan al dilema decidiendo que tienen la necesidad de protegerse del miedo que sienten hacia sus padres de diferentes formas.

Estos niños han aprendido que las consecuencias de pedir ayuda o comprensión a los mayores son mucho más negativas que los posibles beneficios.

De esta forma, intentan actuar de forma totalmente independiente, incluso en situaciones en las que habitualmente necesitan pedir ayuda o apoyo.

Los padres de estos niños tienden a actuar de forma violenta e impredecible, las cuales los niños aprenden a evitar desde muy pequeños.

El apego desorganizado en la vida de un niño

Las consecuencias de esta relación negativa y la necesidad de los niños con sus padres pueden entenderse en todos los ámbitos de la vida de los niños pequeños.

Estando con sus cuidadores, su comportamiento variará entre la evitación absoluta y el intento de llamar su atención por todos los medios posibles, a pesar del miedo que les tienen.

En otras áreas de la vida de los niños, es común que el apego desorganizado cause todo tipo de problemas. Así, los niños que tienen este tipo de relación con sus padres suelen presentar falta de autoestima, pocas habilidades sociales y dificultades en el desempeño de sus funciones.

En la escuela, los niños con apego desorganizado tienden a adoptar dos posibles tipos de comportamientos con los demás. O se desviven por complacer al resto para ser aceptados, olvidándose de sus propias necesidades, o se vuelven agresivos, fríos y distantes. Además, a menudo cambian con frecuencia entre los dos tipos de comportamiento.

El apego desorganizado en la vida de un adulto

Los niños que han desarrollado un apego desorganizado a sus padres, si nunca llevaron tratamiento, suelen acabar convirtiéndose en adultos con todo tipo de problemas.

La falta de autoestima, el miedo a otras personas y la necesidad de atención suelen agravarse y siguen presentes de forma inconsciente.

Las personas con este tipo de apego suelen albergar una serie de creencias negativas sobre los demás y sus relaciones con ellos. Por ejemplo, pueden creer que el miedo y el dolor son componentes esenciales de la amistad o el amor, o que sus amigos y seres queridos siempre intentarán aprovecharse de ellos.

Además, la danza entre el miedo y la necesidad aún existe en estos adultos, aunque suele centrarse en su pareja y amigos. Así, las personas con este estilo de relación a veces intentan desesperadamente buscar la atención de los demás, mientras que otras veces esconden sus sentimientos y se comportan con indiferencia.

Por otro lado, estas personas tienden a idealizar las relaciones románticas y a tenerles miedo al mismo tiempo. Esto les genera una gran confusión y suele ser la causa de mucho dolor e incomodidad en sus vidas.

Las consecuencias a largo plazo

Las consecuencias de tener un apego desorganizado de los niños que no han resuelto este problema son sumamente negativas.

Por un lado, como ya hemos visto, las relaciones románticas de estas personas suelen ser inestables y provocan mucho dolor y confusión. Pero otras áreas de su vida también están dañadas.

Así, una característica muy común entre estas personas es la violencia y la ira incontrolables. Debido a esto, a menudo terminan teniendo problemas con la ley.

Por otro lado, generalmente tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades psicológicas como depresión o ansiedad y caer en el abuso de sustancias.

En lo que respecta al trabajo, las personas con apego desorganizado suelen tener grandes dificultades para mantener un trabajo durante mucho tiempo debido a su comportamiento errático. Además, el estrés hace que una persona sea más profunda que otras personas.

Finalmente, si estas personas tienen hijos en algún momento, lo más común es que reproduzcan el comportamiento que les mostraron sus padres, creando así hijos con apego desorganizado. En este sentido, el apego desorganizado se considera «hereditario».

¿Hay algún tratamiento para el apego desorganizado?

Cambiar el patrón de apego durante la edad adulta es muy complicado, principalmente porque este provoca que veamos el mundo de una determinada manera que ni siquiera nos cuestionamos. Sin embargo, con paciencia, esfuerzo y el enfoque correcto, es posible desarrollar un estilo de apego seguro.

Generalmente, hay tres formas de desarrollar un apego seguro durante la edad adulta: ir a terapia psicológica, mantener una relación con alguien que ya tiene este tipo de apego o hacer un trabajo de desarrollo personal profundo. En el caso de una persona con un apego desorganizado, a menudo es necesario recurrir a las tres maneras a la vez.

Por lo tanto, una persona con este estilo relacional tendrá que trabajar muy duro en sus propias creencias y actitudes para cambiar la forma en que entiende el mundo y, en general, necesitará todo el apoyo posible de sus seres queridos.

Sin embargo, el esfuerzo suele ser útil, ya que el desarrollo de un apego seguro tiene efectos muy beneficiosos en casi todos los aspectos de la vida de una persona.