Depresión por rompimiento: 3 síntomas y qué hacer para tratarla

Pareja depresión por rompimiento

Una ruptura no siempre es fácil de aceptar. A menudo es muy dolorosa, a veces puede llevar a la persona que la está experimentando a tener una depresión por rompimiento.

La vida amorosa es un espacio que viene a desvelar y poner en juego los aspectos más íntimos de tu personalidad. De hecho, te has construido a través de la integración de todas tus experiencias emocionales y tu viaje personal te ha permitido forjar expectativas y creencias sobre el vínculo emocional, su naturaleza y su función.

Estas representaciones, que se materializan en la conducta amorosa, son el fundamento del significado del vínculo al que cada uno de los miembros de la pareja contribuye: le dan una forma específica a la relación cargándola de significados íntimos.

La separación en el amor es en la mayoría de los casos una experiencia dolorosa de vivir, pero generalmente logra integrarse psíquicamente después de una fase, variable en duración e intensidad, que es similar al duelo.

Al final, aceptas continuar tu viaje sin el otro a tu lado. Sin embargo, el final de una relación romántica también puede, en algunos casos, resultar destructivo hasta el punto de conducir a la depresión. Esto es lo que podemos llamar depresión por rompimiento, que en realidad se refiere a una depresión reactiva.

En este artículo te ofrecemos diferentes claves para comprender mejor la depresión romántica y hemos identificado para ti 3 tipos de síntomas que te permitirán evaluar si tienes un riesgo de sufrir este tipo de depresión.

¿De qué se trata la depresión por rompimiento?

La depresión por ruptura es un episodio depresivo ocasionado por un rompimiento en una relación. Esto constituirá un choque emocional, cuyas consecuencias psicológicas pueden ser significativas.

La depresión por rompimiento es reactiva, a diferencia de la llamada depresión endógena, que tenderá a desarrollarse independientemente de los factores ambientales.

Síntomas comunes de una depresión por rompimiento

Los síntomas de la depresión por ruptura, sin embargo, serán los mismos que los de la depresión, esté o no asociada con ella, un evento desencadenante. Entonces, cuando tienes una depresión por amor, puedes experimentar los siguientes síntomas: dolor moral intenso, tristeza constante, pérdida de interés y placer en las actividades habituales y pérdida general de energía a menudo asociada con una gran fatiga.

Además de estos síntomas principales, hay un autodesprecio y una caída de la autoestima que puede ir acompañada de un sentimiento doloroso de culpa, una ralentización general del funcionamiento que se manifiesta en el pensamiento (marcado notablemente por cavilaciones) y a nivel psicomotor, a veces con dificultades para emprender incluso las acciones más simples. También puedes experimentar trastornos del sueño y del apetito.

Finalmente, los pensamientos de muerte y los pensamientos suicidas son frecuentes en el contexto de un episodio depresivo: la conciencia de uno está monopolizada por el dolor.

¿Qué puedes hacer para superar una depresión por ruptura?

Dependiendo de tu sensibilidad, puedes optar por profundizar más o menos en el trabajo de conciencia e introspección relacionado con tu construcción emocional y personal. Pero en todos los casos es importante conseguir ir tomando distancia paulatinamente del disparador. (la ruptura actual).

Si bien al principio puede resultar difícil desprenderse de esta dolorosa experiencia, tu objetivo debe ser acoger tu sufrimiento y darte cuenta de que esta descompensación masiva se refiere a fragilidades emocionales a las que dieron origen experiencias de vida más o menos antiguas.

Diferentes entornos y protocolos de tratamiento pueden permitirte realizar este trabajo desde diferentes ángulos y así salir de la depresión. Se trata de identificar los problemas que más resuenan en ti para poder orientarte, si no hacia un método terapéutico específico, al menos hacia líneas de trabajo adaptadas para sanar pero también para progresar personalmente.

De hecho, podemos destacar 3 formas sintomáticas de vulnerabilidad emocional que también pueden entenderse como factores de riesgo de depresión romántica. Se refieren a modos de funcionamiento psicológicos caracterizados por una falla emocional mayor y que dan un lugar central a la ansiedad por separación.

Estos diferentes tipos de fragilidad deberían permitirte determinar en qué medida puedes ser propenso a la depresión romántica. O si la padeces, identificar el método terapéutico que mejor se adapta a tu modo de funcionamiento para superarla rápidamente. 

Aquí están las diferentes soluciones según tus síntomas específicos:

1. Apego ansioso y terapia interpersonal (IPT)

Antes de explicar cómo la IPT puede ayudarte a superar la depresión por rompimiento, es importante recordar que es posible salir de la depresión.

La teoría del apego identifica varias formas de posicionarse en la relación y experimentar el dolor de la separación. Una persona con un estilo de apego evitativo tenderá a alejarse de la inversión emocional para protegerse de la posibilidad de ser lastimada emocionalmente nuevamente.

Una persona con un estilo de apego ansioso tendrá una gran necesidad de que su pareja la tranquilice sobre los sentimientos que tiene por ella. Y también que corresponda su compromiso impecable. La ruptura romántica será muy desestructurante en particular e intervendrá como un trueno en un cielo sereno.

Finalmente, las personas más raras cuyo estilo de apego es desorganizado estarán simultáneamente en la huida y en la búsqueda de intimidad.

Estos tres casos se refieren a formas de apego inseguro que explican la presencia de dificultades psíquicas y emocionales en un contexto romántico, y más particularmente en este momento crucial que constituye el final de la relación.

La psicoterapia que explora y trata estos aspectos específicos puede ser de gran beneficio para ti para salir de la depresión y continuar tu camino de manera más armoniosa. La terapia interpersonal es especialmente adecuada para esto.

Enfocada inicialmente en resaltar el vínculo entre los trastornos interpersonales (relación y amor en particular) y la depresión, su efectividad se basa en la aplicación de técnicas terapéuticas dirigidas según el diagnóstico y estilo de apego.

2. Trauma por abandono y psicoterapia psicoanalítica

Vivir con una herida de abandono se refiere a otra forma de inseguridad emocional que también encuentra su origen en experiencias de relaciones pasadas e impacta las relaciones presentes y futuras.

Si se manifiesta en forma de miedo al rechazo y la abrumadora necesidad de ser amado y aceptado, también se asocia a una relación difícil con uno mismo, a menudo marcada por una baja autoestima.

Si padeces una herida de abandono, tenderás a estar en una búsqueda perpetua de un absoluto en la relación, y sobre todo en el amor. Necesitas ser alimentado constantemente por miedo a una carencia, una necesidad que nunca llega a satisfacerse verdaderamente.

Asimismo, eres muy reactivo en una situación de interacción. Esto quiere decir que el mismo dolor de siempre se reactiva cuando no te tranquilizan quienes satisfacen tus necesidades.

En la gran mayoría de los casos, este tipo de sufrimiento se explica por una experiencia traumática más o menos temprana (en el sentido de sentimiento subjetivo) que puede o no estar asociada a una experiencia real de negligencia.

Tu herida de abandono multiplicará el dolor de un rompimiento, ya que tiendes a ser particularmente sensible al rechazo y al miedo a la soledad.

En tal contexto y en particular a fuerza de repeticiones del mismo trauma, puede ocurrir un episodio depresivo que, paradójicamente, será tanto una prueba adicional como el punto de partida para el cambio.

Si te encuentras en esta situación, te invitamos encarecidamente a iniciar un trabajo de psicoterapia «psicoanalítica». Esta se basa en el juego de dinámicas psíquicas con el fin de dar sentido a tus modos de funcionamiento y así ser más consciente de lo que está pasando en ti.

3. Dependencia afectiva y terapia cognitivo conductual (TCC)

En la dependencia emocional encontramos el mismo sentimiento de carencia dolorosa que imperativamente necesita ser suplida, como en el caso de un trauma por abandono, así como la misma dificultad para funcionar en autonomía emocional.

Pero la dependencia emocional remite a una gama más amplia de mecanismos de funcionamiento relacionados con la adicción.

En este caso se pueden implementar muchas estrategias conductuales con el objetivo de no sentir más el vacío interno en la base de la dependencia emocional.

Finalmente, aunque estos dos modelos de vulnerabilidad se refieren a una misma necesidad de suplir una carencia emocional fundamental por medios externos, la dependencia emocional tiende a ser más severa. Y girar en torno al sentimiento de estar incompleto (dolor de ser) mientras que la herida del abandono se estructura más en torno a la necesidad de los demás.

Estas pequeñas diferencias explican cómo una depresión por rompimiento en un adicto emocional puede tender a centrarse particularmente en la pérdida de uno mismo como consecuencia directa de la pérdida de los demás (a través de la culpa, un sentimiento de indignidad, una disminución de la autoestima exacerbada).

Es por estas distintas razones por las que las terapias cognitivas y conductuales pueden resultar especialmente interesantes: te posicionan en la acción, en resonancia con el camino conductual que sueles invertir habitualmente como modo sustituto.

Tendrás la oportunidad de estar acompañado para crear conciencia, cuestionar y actuar sobre todos tus pensamientos, emociones, creencias, patrones y comportamientos disfuncionales automáticos que alimentan la sensación de estar incompleto en la raíz de tu trastorno. Gracias a las técnicas de exposición, también se te expondrá a afrontar situaciones de malestar vinculadas a la ausencia del otro o la falta de implementación de sustitutos conductuales, con el fin de desarrollar una mejor autonomía emocional.