10 preguntas para conocer más sobre el concepto de la memoria

Conexiones neuronales y los recuerdos

Cualquier gesto que hagamos, cualquier palabra que digamos, y cualquier relación que tengamos sería imposible sin la participación de la memoria. ¿Qué sabemos sobre una de las funciones más complejas y misteriosas de nuestro cerebro?

Desde los días de la antigua Grecia, filósofos y luego psicólogos, neurofisiólogos y biólogos han estado tratando de desentrañar sus secretos. Sócrates argumentó que es como la huella de un anillo en la tabla de cera del alma, y ​​durante mucho tiempo se creyó que nuestra memoria es un rastro del pasado, que puede reproducirse con precisión si es necesario.

Sin embargo, la ciencia moderna afirma que nuestros recuerdos son solo un esbozo de lo que realmente sucedió. Y científicos de América Latina han establecido que la memoria a corto plazo no puede considerarse la primera etapa de la memoria a largo plazo, ya que sus mecanismos son diferentes.

Comprendiendo cómo funciona la memoria

Estos descubrimientos confirman que el funcionamiento de la memoria es un proceso complejo y muchos de sus misterios aún no se han resuelto. ¿Qué es lo que sabemos con certeza?

1. ¿En dónde se encuentra la memoria?

Siempre que los investigadores pensaban que habían encontrado un «centro de memoria», se veían obligados a dudar de nuevo: los recuerdos no se almacenan en un área específica del cerebro. Hoy en día, la mayoría de los científicos creen que la memoria está «localizada» en las sinapsis, las áreas de contacto entre las neuronas. Y la información a recordar se codifica mediante sustancias químicas que intervienen en la interacción de las neuronas.

Por lo tanto, es imposible nombrar un área específica del cerebro donde se almacenaría una memoria específica. A su vez, algunas de sus zonas juegan un papel más esencial para ciertos tipos de memoria, ya que si se dañan se producen graves repercusiones en alguna de ellas.

La memoria es una colección de «módulos». Si uno está dañado, la función de la memoria en su conjunto no se ve afectada.

Por ejemplo, el hipocampo, parte de la antigua corteza cerebral, es responsable de recordar impresiones, incluidos rostros y nombres, y decide qué transferir de la memoria a corto plazo al almacenamiento a largo plazo. Cuando esta parte del cerebro se daña como resultado de una enfermedad o lesión, una persona comienza a vivir solo en el pasado: las nuevas impresiones no se almacenan en la memoria a largo plazo.

2. ¿Qué tipos de memoria hay?

La información ingresa al cerebro desde los sentidos, por eso se habla de memoria visual, auditiva, táctil, olfativa y gustativa.

Pero hay otros tipos: verbal (memoria de palabras no relacionadas); semántico («almacena» los significados y significantes de las palabras); motor (memoria de gestos y movimientos); emocional (memoria de sentimientos); somático (gracias a ella recordamos sensaciones corporales) …

Varios tipos de memoria están asociados a nuestras actividades: musical, memoria facial, etc. Los psicólogos hablan de la memoria procedimental: que nos recuerda cómo debemos actuar, y la declarativa: recordamos el significado de acciones y eventos.

Sin embargo, estas clasificaciones son condicionales, porque la memoria es una colección de «módulos» que están en constante interacción. Por lo tanto, si alguno de estos tipos se daña, la función de la memoria en su conjunto no se verá afectada.

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3. ¿Cómo se organizan y clasifican todos nuestros recuerdos?

La memoria y su organización

El cerebro instantáneamente, sin la participación de la conciencia, compara la nueva información con la que ya está almacenada en la memoria. La señal «viaja» a través de una red de referencias cruzadas, como en un enorme catálogo de biblioteca.

Por ejemplo, vemos una abeja: para recordar la palabra «abeja», la memoria visual se asocia con la memoria léxica, que hace una solicitud a la memoria semántica. A partir de ese momento, se establecen otros circuitos neuronales, y recordamos nuestro miedo – después de todo, ya nos han picado (así se manifiesta la memoria sensorial y emocional) – y el placer (la memoria del gusto nos recuerda que amamos la miel).

Al recibir información nueva, el cerebro crea nuevas categorías y redefine las antiguas. Esto nos ayuda a recordar cosas más fácilmente…

4. ¿Cuál es la duración de la memoria?

Desde una fracción de segundo hasta toda la vida. Está la memoria ultracorta (sensorial): solo dura unos instantes (de 0,3 a 3-4 segundos) ya que seguimos oyendo, y sintiendo lo mismo que hace unos segundos. Por ejemplo, al parpadear, cerramos los ojos por un momento y seguimos viendo lo que estaba justo delante de nuestros ojos. Entonces olvidamos estas imágenes o las almacenamos en la memoria a largo plazo.

  • Memoria a corto plazo: su tarea es mantener (durante unos 20-30 segundos) en la conciencia una imagen generalizada de la información recibida de la memoria sensorial, y luego recodificar la más relevante para el almacenamiento a largo plazo.
  • Memoria de acceso aleatorio: almacena información durante el tiempo necesario para realizar una acción específica. Por ejemplo, queremos llamar a alguien, buscar un número en la agenda, recordarlo y, si nada nos interfiere, podemos marcarlo correctamente. Pero si la línea está ocupada y es necesario volver a llamar más tarde, probablemente nos olvidemos del número o no. La duración de dicha memoria varía de un minuto a varios días.
  • Memoria a largo plazo: gracias a ella, guardamos los acontecimientos del pasado de forma indefinida y podemos recordarlos.

5. ¿Puede sobrecargarse nuestra memoria?

Durante mucho tiempo se creyó que no era posible, quizás porque los psicólogos conocían ejemplos de inmensa memoria. El destacado neuropsicólogo soviético Alexander Luria, en su «Pequeño libro de la gran memoria» (Universidad Estatal de Moscú, 1968), describió la historia de un paciente con el que trabajó durante 30 años. Esta persona recordaba cosas de manera involuntaria y no podía olvidar grandes cantidades de información nueva y sufrió profundamente debido a su súper memoria.

Pero normalmente el volumen de la memoria a corto plazo es limitado: memorizamos de cinco a nueve números o palabras. No es posible mantener una cadena más larga en la memoria: la nueva información desplaza a la anterior. La cantidad de memoria se puede aumentar ampliando la información, desde letras hasta sílabas, palabras y significados, pero aún recordaremos de cinco a nueve unidades semánticas.

La memoria a largo plazo tiene recursos ilimitados. Pero no podemos recordar y almacenar todo lo que alguna vez vimos. Esto puede explicarse por el hecho de que nuestra capacidad para reproducir la información en la memoria es limitada.

6. ¿En qué momento empezamos a recordar?

Cuarenta y ocho horas después del nacimiento, el bebé ya reconoce a su madre. Además, hay recuerdos prenatales: un niño recién nacido recuerda canciones y música que la madre cantó o escuchó durante el embarazo; escuchándolas, se calma o se duerme mejor. Y algunos bebés parecen ser capaces de describir o dibujar cómo era su vida prenatal. Se puede suponer que la memorización comienza incluso antes de nuestro nacimiento.

7. ¿Por qué recordamos tan poco de nuestra infancia?

Nuestra memoria más temprana (infantil) es emocional y motora, en los niños de tres a cinco años, la memoria figurativa es la que domina, es decir, recuerdan sin la participación de la conciencia, y la memoria lógica florece solo a la edad de 10 a 13 años.

Por eso tenemos pocos recuerdos significativos de la infancia, nuestro recuerdo de ella se manifiesta principalmente en reacciones y sensaciones espontáneas, y suelen estar asociadas a emociones fuertes: alegría, miedo, vergüenza.

8. ¿Cuáles son los motivos de la pérdida de memoria?

Olvidar es la otra cara del proceso de la memoria: si recordamos todo, nuestra vida se volvería insoportable. Por eso las personas con hipermnesia (sobrememoria) tienen que recurrir a trucos especiales para poder olvidar.

En la vida cotidiana, nuestros pequeños «agujeros en la memoria» (nos olvidamos de ir a la panadería de camino a casa; nos preguntamos si apagamos la plancha al salir) son causados ​​más bien por la falta de atención, por el hecho de que no podemos concentrarnos en todos los asuntos de la actualidad, así como en los pensamientos que nos distraen.

A veces no podemos recordar una determinada palabra o nombre. Esto sucede porque recordamos información diferente, estando en diferentes estados, lo cual depende de nuestro interés, motivación, y emociones que estamos experimentando en este momento. Y podemos reproducirlo mejor al nivel de actividad en el que memorizamos. Por cierto, esta es la razón por la que es imposible aprender un idioma extranjero en un sueño.

Pero la pérdida de memoria real, la amnesia, a menudo va acompañada de lesiones cerebrales, por ejemplo, en un accidente: una persona no puede recordar los eventos que precedieron al incidente o lo siguieron inmediatamente. Curiosamente, después de la recuperación, olvida para siempre lo que le sucedió durante el tratamiento.

Además, por supuesto, existen graves disfunciones cerebrales: cuando se sufre de Alzheimer o Parkinson, las células nerviosas mueren primero en el hipocampo y luego en otras partes del cerebro, lo que conduce a una pérdida irreversible de la memoria.

Además, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, se pierde la memoria semántica: una persona recuerda cómo realizar ciertas acciones, pero no comprende cuándo, y con el parkinsonismo, la memoria de procedimiento: una persona sabe lo que debe hacer, pero no entiende cómo.

9. ¿Por qué perdemos la memoria a medida que envejecemos?

Durante el envejecimiento natural, el cerebro continúa funcionando de manera constante. Sin embargo, todos conocemos a personas mayores que olvidan sucesos recientes, pero recuerdan claramente los eventos de su juventud. El hecho es que en el cerebro, las conexiones neuronales recién creadas se destruyen primero y luego las anteriores. 

Hay otras causas de deterioro de la memoria a medida que envejecemos. El cuerpo envejece: la visión, el oído y el tacto se vuelven opacos. Una persona, por ejemplo, se acostumbra al hecho de solamente percibir contornos vagos. El cerebro, que recibe cada vez menos señales y estímulos necesarios para asimilar nueva información, se transporta a lo familiar.

Además, la dieta se vuelve menos variada, y la disminución de la actividad física reduce el suministro de oxígeno. La falta de motivación personal, y la reducción de la gama de intereses también tiene un impacto en el deterioro de la memoria.

Sin embargo, con la ayuda del entrenamiento de memoria, podemos preservar nuestra capacidad de memorizar y reproducir información durante muchos años. Por ejemplo, muchos músicos clásicos podrían tocar su instrumento hasta la vejez.

10. ¿Por qué hay personas que tiene mejor memoria que otras?

No hay una respuesta única a esta pregunta. Los genetistas aún no han descubierto un gen responsable de la calidad de la memoria. Pero no hay duda: cuanto más rico sea el espacio que rodea al niño, mejor se desarrollará su capacidad de memorización.

Esta riqueza quiere decir que hay una variedad de objetos, formas, colores, sonidos y olores, experiencias y descubrimientos. Y también emociones positivas: cuantas más en la vida de un niño, más fuerte se imprimirá en su memoria todo lo relacionado con ellas.

Y luego, a lo largo de la vida, todos desarrollan diferentes estrategias para memorizar: construimos relaciones entre diferentes tipos de información a nuestra manera, la clasificamos. Y cuanto más variadas sean estas estrategias, mejor será la memoria.