Película «La piel que habito» y nuestra percepción de la realidad

Película La piel que habito

En esta película, Pedro Almodóvar da un salto cualitativo hacia nuevas profundidades psicológicas y morales. Las reflexiones habituales en La piel que habito sobre la naturaleza de las relaciones y las consecuencias de las acciones propias unidimensionales están esquemáticamente delineadas y claramente guiadas por la confianza en sí mismo del director.

Una película para replantearnos nuestra forma de percibir el mundo

El orden en el que se presentan los eventos de la historia es una mirada astuta que permite al director hacernos pensar en cuán superficialmente, pero esencialmente en lo profundo de nuestra piel, percibimos la realidad y con qué rapidez queremos juzgar las primeras impresiones y sacar conclusiones.

En La piel que habito, lo que inicialmente y unilateralmente nos damos cuenta, estas impresiones iniciales que nos confunden, pero que sin embargo no dudamos en juzgar de cierta manera, adquieren un significado completamente nuevo cuando la historia se detiene para llevarnos al pasado, tras una serie de eventos importantes que ocurrieron en ese momento y que están directamente relacionados con los eventos presentes.

Este giro hacia el pasado cambia por completo nuestra percepción de la historia tal como la percibimos por primera vez. Luego pasamos al presente, continuando viendo el resto de la película, pero con un enfoque en esta comprensión completamente nueva de las verdaderas motivaciones profundas asociadas con las acciones de los personajes.

Es en este punto, a través de un ligero giro en la trama del thriller, la historia adquiere una dimensión Shakespeariana, ya que ofrece una poderosa lección humanitaria sobre cómo la venganza genera más venganza.

La piel que habito y los pensamientos que deja

La piel que habito es un alimento para el pensamiento, de hecho, es un alimento suficiente para que esta película dure lo suficiente en nuestras mentes y no se vaya tan fácilmente, ya que el espectador se queda por un lado preguntándose sobre el significado de la piel: qué queremos exactamente cuando queremos a alguien, o nuestro deseo se hunde detrás de la piel, o la piel no nos permite ver a la persona detrás de ella.

Por otro lado, deja flotando la pregunta de cómo el camino de la venganza solo conduce a la autodestrucción. Cuando una película deja al espectador pensando tan profundamente, todo lo que podemos concluir es que es una gran película.