Narcolepsia – El trastorno del sueño que causa somnolencia excesiva

Una persona joven que sufre narcolepsia y trastornos de sueño severo

La narcolepsia se caracteriza por un estado de somnolencia extremo, con ataques repentinos e incontrolables de sueño que se producen casi a diario (al menos 3 veces por semana) durante al menos 3 meses. 

Qué es la narcolepsia

La narcolepsia, también conocida como la enfermedad del sueño, es un trastorno neurológico que causa hipersomnia, un trastorno que reúne a muchos de los trastornos del sueño y se caracteriza por ataques de sueño y somnolencia diurna constante.

Las personas que sufren de narcolepsia, pueden ser víctimas de ataques repentinos de sueño durante el día. Por lo general, un narcoléptico se queda dormido en los momentos más activos y tranquilos del día, como después del almuerzo. Sin embargo, puede ocurrir que te quedes dormido incluso en los momentos en donde estás más activo, ya sea mientras hablas o realizas alguna actividad.

La narcolepsia puede empezar a manifestarse durante la adolescencia, por ejemplo a los 15 años, pero no se diagnostica hasta la edad adulta, a menudo debido a confundirse con la falta de deseo de dormir que caracteriza a la fase de la adolescencia.

Cómo afecta la narcolepsia

La narcolepsia por lo general produce cataplexia, se suele presentar como episodios cortos, con duración de segundos o minutos en algunos caso, también suelen ir acompañados de una repentina y bilateral pérdida del tono muscular precipitada por las emociones, generalmente riendo y bromeando.

Los partes del cuerpo afectadas pueden incluir los músculos del cuello, la mandíbula, los brazos, las piernas o todo el cuerpo, lo que produce un balanceo de la cabeza, caída de la mandíbula o caídas completas. Las personas están despiertas y alertas durante la cataplejía.

Narcolepsia-cataplexia

La narcolepsia-cataplejxia afecta al rededor del 0,03% de la población general en la mayoría de los países. La narcolepsia afecta a ambos sexos, con una prevalencia posiblemente un poco mayor en los hombres. En el 90% de los casos, el primer síntoma que se manifiesta es somnolencia o aumento del sueño, seguido de cataplexia.

El inicio suele ser en niños y adolescentes o adultos jóvenes, pero rara vez en adultos mayores. En general, se observan dos picos de aparición, entre las edades de 15 a 25 años y las edades de entre 30 y 35 años.

El inicio puede ser abrupto o progresivo, que se manifiesta a lo largo de los años. Es más severo cuando ocurre abruptamente en niños. La parálisis del sueño generalmente se desarrolla alrededor de la pubertad en niños que tienen un inicio prepuberal.

Desde el año 2009, los médicos han observado mayores tasas de aparición abrupta en niños pequeños que son obesos y es probable que experimenten pubertad prematura. En adolescentes, el inicio es más difícil de precisar. El inicio en adultos a menudo no está claro, y algunas personas informan haber tenido somnolencia excesiva desde el nacimiento. Una vez que el desorden se ha manifestado, el curso es persistente y duradero.

Síntomas de la narcolepsia

La somnolencia, los sueños intensos y los movimientos excesivos durante la fase REM del sueño, son síntomas tempranos. El sueño excesivo que progresa rápidamente a una incapacidad para mantenerse despierto durante el día es indicativo de su progresión.

Dentro de los 6 meses desde el inicio, las muecas espontáneas o los episodios de apertura de la mandíbula con empuje lingual (a menudo un precursor de la cataplejía en desarrollo posterior) son un síntoma común en las personas con este trastorno.

La exacerbación de los síntomas sugiere la falta de cumplimiento de los medicamentos o el desarrollo de un trastorno del sueño concurrente, especialmente la apnea del sueño. Algunos tratamientos con medicamentos son útiles y pueden conducir a la desaparición de la cataplejía o cataplexia.

Se pueden agrupar los siguientes síntomas claves en la narcolepsia:

  • Ataques repentinos y excesivos de somnolencia durante el día.
  • Cataplejía o cataplexia: pérdida de control muscular.
  • Parálisis del sueño.
  • Alucinaciones.
  • Comportamiento repetitivo.
  • Insomnio: trastorno del sueño nocturno.

Los primeros cuatro síntomas son los principales que caracterizan a la narcolepsia, sin embargo, el que se desarrolla en todos los pacientes es una excesiva somnolencia durante el día.

Puede suceder que tengas un período en el que te sientas más cansado e inquieto, pero debes prestar atención a la duración del período. Si se trata de más de tres meses y se mantiene en los tiempos activos de día, como durante la consumación de la comida o mientras estás hablando, es necesario considerar una consulta con un especialista.

Diferentes grados de narcolepsia

La gravedad del trastorno depende de la frecuencia de la cataplejía o de la respuesta al tratamiento con medicamentos.

  1. La narcolepsia leve indica una cataplexia infrecuente (menos de una vez por semana), la necesidad de siestas solo una o dos veces al día y un sueño nocturno menos perturbado.
  2. Moderado indica cataplexia una vez al día o cada pocos días, interrumpiendo el sueño nocturno y la necesidad de múltiples siestas diarias.
  3. Cataplexia resistente a los medicamentos con múltiples ataques diarios, somnolencia casi constante y un sueño nocturno alterado (es decir, movimientos, insomnio y sueños vívidos).

Cómo detectar la narcolepsia

Desafortunadamente no hay solución al problema de la narcolepsia, sin embargo, es posible reducir sus síntomas más severos.

En primer lugar, es importante asegurarse de padecer esta enfermedad. Para hacer esto hay tres exámenes principales:

  1. Polisomnografía: durante el examen, las actividades cerebrales, mentales y oculares se registran durante el sueño. Se usa para analizar correctamente las fases de REM y no sueño.
  2. Latencia de sueño múltiple: para medir el tiempo que pasa desde que el paciente cierra los ojos hasta la primera fase del sueño, durante el día.
  3. Escala de Epworth: es una prueba que plantea varias preguntas al paciente y, en función de la puntuación totalizada, la patología detectada corresponde o no a la narcolepsia.

Una vez establecida, la narcolepsia no se puede curar, pero existen varios hábitos que pueden ayudar a mejorar  la calidad de vida de los pacientes narcolépticos.

Cómo mejorar la calidad de vida de un narcoléptico

En primer lugar, es importante tratar de tener una rutina de sueño lo más regular posible. Para hacerlo, lo mejor es establecer un horario siempre igual para ir a la cama y dormir unas 8 horas por noche.

Otros buenos hábitos que te ayudarán a mejorar la calidad del sueño y reducir la somnolencia diurna, son evitar las comidas pesadas, el alcohol, hacer ejercicio regularmente, media hora de ejercicios puede hacer la gran diferencia, y dormir en un buen colchón que te ayude.

Los buenos hábitos pueden ir acompañados de un tratamiento farmacológico en términos de somnolencia y cataplexia. Pero eso lo debs consultar con tu médico de cabecera.

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