Marco Aurelio | Reflexiones y meditaciones del emperador romano

Frases de Marco Aurelio

Marco Aurelio fue un profundo filósofo de la línea del estoicismo que, además, gobernó al gran Imperio Romano hace casi 2000 años. Disfrutemos de su valioso legado.

Marco Aurelio, reconocido emperador romano, provenía de la Hispania (actualmente España). Su período de mandato, en la última mitad del segundo siglo, fue de casi 20 años. Se considera que pertenece al grupo denominado “los emperadores buenos”. Estos fueron gobernantes que se enfocaron más en ayudar al pueblo que en darse gusto a sí mismos, como hizo la gran mayoría. Su obra llamada “Meditaciones”, traducida del griego, nos ha permitido familiarizarnos con la elevada calidad de su pensamiento.

Las frases que encontramos en “Meditaciones” sobrepasan, con una gran ventaja, la producción literaria de la época. El texto se califica como perteneciente a la filosofía estoica, doctrina orientada al autocontrol de las pasiones que impactan negativamente las sanas virtudes. A este grupo pertenecen también Séneca y Lucano. Su interpretación, realizado por medio de un estudio racional del entorno, constituye un análisis del mejor gobierno, aquel que sirve a su pueblo y cumple siempre con su deber.       

Marco Aurelio se sentía tan identificado con esta posición, que llegó a considerarse a sí mismo como un ente dedicado a la protección de los pensamientos filosóficos. El prestigioso emperador logró la expansión de sus territorios y aun en su época, se le conocía como “El Sabio”. Sus esfuerzos estaban dirigidos a hallar la felicidad y vivir con tranquilidad, desechando aquellas circunstancias que perturban la existencia y anulan la paz mental. Sus frases nos incitan a tomar la vida con calma y a aludir lo que hagan, digan o piensen los demás.

Citas célebres de Marco Aurelio

A pesar de los dos milenios transcurridos, sus pensamientos siguen siendo igualmente válidos en estos tiempos. Por otro lado, muchas de sus expresiones las podemos encontrar, aunque, con otras palabras, en las comunicaciones actuales. Algunas de ellas son:

Los deseos conducen a la permanente preocupación y decepción, ya que todo lo que se desea de este mundo es miserable y corrupto”.

Una clara muestra de que una ambición desmedida y materialista jamás podrá traernos la felicidad. Por el contrario, es necesario cultivar aquellos elementos valiosos que no se devalúan con el tiempo.

Si descubres en la vida humana algo mejor que la justicia, la verdad, la prudencia y la valentía…dirígele tu atención con toda tu alma y aprovecha ese bien supremo si lo has descubierto”.

He aquí una lista de las virtudes a las que debemos dirigir nuestros mayores esfuerzos, porque es difícil que logremos conseguir nada mejor.

El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza”.

Recuerde que la frase no proviene de un autor del siglo XXI. Se nota que aun en aquellos lejanos tiempos, el estrés de la vida diaria era el mismo de la actualidad.

Tú tienes poder sobre tu mente – no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza”.

Que fácil sería nuestra vida si siempre tuviéramos estas valiosas palabras presentes. No controlamos el entorno, pero si somos responsable de la respuesta que damos antes las circunstancias que nos agobian.

En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma”.

Cultivemos el autoconocimiento, la meditación diaria y la lectura de libros de autoayuda que nos permitan aislarnos, temporalmente, en ese parque interior que todos tenemos y que, en ocasiones, descuidamos.

Frases tomadas del libro de “Meditaciones”

La misión de los estoicos es alcanzar el nivel más alto de la felicidad, e incluso de la sabiduría, dejando de lado la comodidad suministrada por el dinero y los bienes materiales. Veamos que nos dice Marco Aurelio, al respecto, en su obra:

“Aunque debieras vivir tres mil años y aun diez veces otros tantos, acuérdate siempre que no se pierde otra vida que la que se vive y que sólo se vive la que se pierde. Así, la más larga vida y la más corta vienen a reducirse a lo mismo”.

La esencia es que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, solo tenemos una vida y es muy corta; así que, debemos vivirla con sabiduría.

Del mismo modo que los médicos siempre tienen a mano los instrumentos de hierro para las curas de urgencia, así también conserva tú a punto los principios fundamentales para conocer las cosas divinas y las humanas y así llevarlo a cabo todo, incluso lo más insignificante, recordando la trabazón íntima y mutua de unas cosas con otras. Pues no llevarás a feliz término ninguna cosa humana sin relacionarla al mismo tiempo con las divinas, ni tampoco al revés”.

Sin importar el camino que escojamos, nunca debemos olvidarnos de los aspectos espirituales. Así como tampoco podemos desestimar al ser superior que nos ha dado la vida y todo lo que tenemos.   

El recuerdo de todas las cosas queda en un instante sepultado en la eternidad”.

Todo lo que aquí experimentamos es una pequeñez comparado con la vida en el más allá. Por eso, debemos sembrar ahora lo que allá cosecharemos.

Por último, y reforzando lo anterior, Marco Aurelio dijo: “No actúes en la idea de que vas a vivir diez mil años. La necesidad ineludible pende sobre ti. Mientras vives, mientras es posible, sé virtuoso”. En consecuencia, tengamos presentes que por esta tierra vamos de paso y que debemos prepararnos para lo que encontraremos después de la muerte. Esa sana combinación de pensamientos es la que nos permitirá alcanzar la tan anhelada felicidad.