10 maneras en que la terapia de conversación mejora la estructura y función del cerebro

Los beneficios de la terapia de conversación

‘Mucha gente, o casi todos, tenemos esta pregunta presente: ¿en qué nos ayuda hablar? y resulta que tiene una respuesta impresionante y muy alentadora. Hablar, y no solo con un terapeuta, puede cambiar la estructura y la función del cerebro de manera positiva.

Si estás teniendo problemas con tus sentimientos, sensaciones y síntomas, conocer las cosas que tu cerebro hace automáticamente para ayudarte a sentirte mejor podría darte las esperanzas que necesitabas.

Dar sentido a nuestras experiencias, nombrarlas a ellas y a nuestros sentimientos en respuesta a ellas, es necesario para el bienestar mental. Hablar acerca de nuestros problemas y las cosas que nos afligen aumentan la conciencia en ellos. Esta conciencia es información nueva y, por sutil que sea, puede facilitar a las personas el tomar diferentes decisiones.

Beneficios de la terapia de conversación

Enfocar nuestra atención en nuestras experiencias impacta la estructura y función del cerebro. También afecta nuestro sistema nervioso; y consecuentemente, y directamente, otros órganos internos, como el corazón y el intestino. 

A continuación, mencionamos diez formas en que la terapia de conversación podría mejorar automáticamente la estructura y la función del cerebro.

1. Nombrar emociones afecta el flujo sanguíneo en el cerebro

Cuando nombramos y diferenciamos las emociones con precisión, nos alejamos de los miedos generales y desconocidos. En este proceso, la región de la amígdala en el cerebro, que responde a la percepción del miedo, se desactiva, es decir, fluye menos sangre en esa área.

Al mismo tiempo, el flujo sanguíneo aumenta en la corteza prefrontal derecha, una parte del cerebro que contribuye a la regulación emocional.

2. El cerebro puede moldearse

Cada vez que realizamos la acción de recordar al mismo tiempo estamos modificando: el cerebro tiene una capacidad constante de cambio. Esto se conoce como neuroplasticidad.

Todos los aspectos de una experiencia tienden a reunirse en una red neuronal que codifica una representación de ese evento. Cuando un hilo de esa red es activado por una experiencia actual, hay alguna probabilidad de que se active toda la red. Esto es lo que llamamos recordar.

Una de las áreas centrales de la memoria es el hipocampo, que es parte del sistema límbico; Un sistema importante para la regulación emocional. La amígdala también es parte del sistema; Es por eso que ciertos estímulos emocionales pueden desencadenar recuerdos, y por lo cual las emociones y los recuerdos están estrechamente conectados.

Por lo tanto, la empatía de un terapeuta en relación con un recuerdo bien puede iniciar el crecimiento de nuevas conexiones neuronales que se asociarán y aliviarán el sufrimiento contenido en las redes neuronales de previos eventos difíciles / dolorosos.

3. La reflexión libera las hormonas necesarias

Durante el proceso de recordar, se activa la parte del cerebro conocida como hipotálamo; este controla el sistema neuroendocrino. Reflexionar sobre las experiencias puede liberar hormonas y ayudar a crear estabilidad en el cuerpo.

4. Podemos reducir conscientemente nuestros niveles de estrés

El hipotálamo también se activará si nos sentimos estresados; se liberará la hormona cortisol, nuevamente con el objetivo de restaurar la estabilidad. Sin embargo, nuestros niveles de cortisol pueden llegar a ser demasiado altos si sentimos estrés crónico, lo que lleva a efectos adversos como ansiedad y depresión.

Cuando estamos estresados ​​crónicamente, necesitamos ayudar conscientemente a reducir nuestros niveles de cortisol.

5. Hablar puede darnos acceso a información importante

La terapia de conversación fomenta la integración neuronal, es decir, la eliminación de bloqueos en la comunicación y la combinación de entradas desde diferentes áreas (por ejemplo, sistemas visuales, emocionales y de memoria).

Durante los momentos de estrés, es común que las vías de comunicación en el cerebro se bloqueen o se apaguen. La región prefrontal en el cerebro (el área directamente detrás de nuestros ojos y frente) es donde las cogniciones racionales y emocionales convergen para fomentar una toma de decisiones saludable.

La terapia generalmente ayuda a garantizar que se pueda acceder a la mayor cantidad de información posible (integración neural) al tomar decisiones.

6. El estrés crónico daña la salud del cerebro

Tal vez pueda sonar ligeramente aterrador, pero es pertinente: el estrés crónico puede conducir a la muerte de las células cerebrales. ¡El estrés crónico es dañino! Y puede tener consecuencias a largo plazo: trata de no esperar demasiado para ayudarte a ti mismo / obtener ayuda.

7. La terapia puede ayudarnos a usar nuestros cerebros a su máxima capacidad

El procesamiento de las emociones y las experiencias (incluidas las no verbales y corporales) utiliza redes cerebrales que generalmente se encuentran en el hemisferio derecho de nuestros cerebros: redes cerebrales ‘integradoras’.

No estar en sintonía con esta parte no verbal de nuestra experiencia quiere decir que no esteremos usando nuestros cerebros en toda su capacidad. Si este fuera el caso, podríamos llegar a estar en desventaja en nuestras relaciones y la comprensión social, es decir, si le damos importancia a las redes cerebrales estrictamente verbales y analíticas del hemisferio izquierdo.

8. la terapia de conversación puede aliviar los síntomas físicos de ansiedad

El sistema nervioso autónomo (SNA) une el cerebro al cuerpo. Lo ‘autónomo’ de este término solo se refiere a la parte del sistema nervioso que controla los órganos internos y, por lo tanto, está fuera de nuestro control consciente. 

Varias partes del cerebro, incluido el que tiene que ver con la memoria implícita / inconsciente y el estado emocional, juegan un papel importante en la regulación del SNA.

Como tal, prestar atención a nuestras experiencias / recuerdos, como en la terapia, ayuda a equilibrar nuestro SNA. Si nuestro SNA no está en equilibrio, nos sentiremos mal, y experimentaremos síntomas como palpitaciones o dolor de estómago.

9. La conexión cara a cara nos produce bienestar

Hay una conexión directa en el cerebro entre los nervios que controlan el corazón (en relación con nuestras propias acciones y la experiencia de las emociones) y el rostro (en relación con la percepción de las emociones y las acciones en los demás).

Por ejemplo, cuando percibimos la calidez o la empatía de otra persona a través de un gesto, esto pone en movimiento la comunicación tranquilizadora a través de las vías neuronales en el cerebro y el SNA a nuestros sentimientos corporales.

La conexión entre dos personas tiene un poder transformador.

10. La terapia de conversación nos da esperanza

Químicamente, la esperanza tiene un gran impacto en nosotros: tener esperanza libera neuroquímicos (endorfinas y encefalinas) que pueden imitar los efectos de la morfina. La esperanza también estimula las habilidades de toma de decisiones y resolución de problemas gobernadas por los lóbulos frontales.

Incluso puede hasta estimular el sistema inmunitario, motivarnos a tomar acción y apaga los centros de preocupación en nuestro sistema límbico y la corteza prefrontal derecha.

En resumen, los humanos tienen la capacidad de desencadenar una serie de eventos inconscientes que pueden ayudarnos a pasar de una condición mental a la recuperación.

Bibliografía:
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