Cuando nuestras emociones más fuertes (emociones negativas) llaman a nuestra puerta -ira, tristeza, luto, miedo- es difícil dejarlas entrar. Parece más fácil ignorarlas, rechazarlas, evitarlas o adormecerlas que enfrentarlas, darles la bienvenida y admitirlos.
Por qué reprimimos emociones
Pero ¿por qué sucede esto? ¿Por qué es tan difícil aceptar emociones difíciles? ¿Qué nos pasa cuando nos enfrentamos a tanto malestar?
Algunas de las principales razones por las que reprimimos las emociones negativas pueden ser las siguientes:
Criticamos al yo que siente lo que siente
Es posible que no aceptemos una emoción debido a la historia que tienen asociada con ella. Una persona que siente que la tristeza se acerca ha aprendido desde niño que debe «tragarla» porque la tristeza es un signo de debilidad.
Una persona que se siente enojada puede recordar que a menudo se la ha descrito como «incontrolable» y esto hace que se critique a sí mismo cada vez. Por lo general, esta fuerte crítica negativa proviene de la infancia. Niños que han sido castigados o avergonzados u oprimidos por sentir y expresar emociones negativas.
Recibimos críticas externas porque sentimos lo que sentimos
Además del juez interno, es posible que también exista uno externo. Si estamos rodeados de familiares, amigos y parejas que no responden o responden de forma incorrecta a nuestras emociones, incluso tratamos de evitar que se produzcan. Lo que necesitamos en este caso son seres queridos, abiertos a todo tipo de expresión emocional, que ofrezcan validación y apoyo.
Nos preocupamos de que el sentimiento nunca desaparezca
Nuestros sentimientos difíciles parecen interminables. Su intensidad nos hace temer que si empezamos a llorar, no podamos parar nunca. Este miedo nos lleva a idear formas de evitarlo sentir desde el principio.
Pero la realidad es otra: las emociones van y vienen. Son como las olas, llegando, rompiendo en la orilla y desapareciendo. Por el contrario, evitar las emociones puede prolongar el malestar y ahí si podría durar de forma indefinida. Necesitamos atravesarlos para continuar nuestro camino.
Nunca hemos aprendido formas saludables de manejar las emociones cuando éramos niños
El hombre necesita aprender a soportar y procesar una emoción difícil para poder aceptarla. Si nos sentimos mal equipados para manejar una emoción, es más probable que la evitemos. Aprender a manejar los estados emocionales es una etapa primaria del desarrollo en la niñez.
Cómo hacer frente a las emociones negativas
La creencia generalizada de que los procesos emocionales y psicológicos afectan nuestra salud física, salud mental y bienestar general es fundamental para una visión holística del individuo y, como tal, es un concepto fundamental útil en la medicina integrativa.
Está claro que expresar las emociones y los sentimientos verdaderos de uno es crucial para la salud física, la salud mental y el bienestar general, mientras que la confianza en el ocultamiento da lugar a una barrera para la buena salud. Si bien tener un familiar o un amigo de confianza en quien confiar parece la mejor opción, no es la única.
Hablar con un psicoterapeuta o un consejero es otro método para obtener ayuda. Alternativamente, uno puede recurrir a escribir sus verdaderos sentimientos y emociones, o simplemente grabar con una cinta los eventos particulares en su vida que han sido más molestos y emocionalmente angustiosos.
Se ha encontrado que estas prácticas tienen efectos beneficiosos en el manejo y regulación de las emociones. Enfrentar lo que uno ha estado tratando de evitar puede elevar la sensación de angustia o excitación emocional en el corto plazo, pero los beneficios son mucho mayores a medida que uno gana estabilidad emocional, salud física y mental, y también una comprensión más amplia de uno mismo y de los demás.
Lo más importante es que los beneficios a largo plazo son solo para las personas que están dispuestas a involucrarse emocionalmente en este proceso. Tener a alguien con quien hablar sobre tus sentimientos en un estado de desapego no te ayudará a lograr mucho para volverte emocionalmente estable, hablar con un experto tendrá un mayor efectos.
- Jainish Patel, Prittesh Patel (2019) Consecuencias de la represión de las emociones: salud física, salud mental y bienestar general. Revista internacional de práctica e investigación en psicoterapia – 1(3):16-21.
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