Los cambios en la autoestima al hacernos mayores

Persona mayor mirando por su ventana

Un estudio reciente analizó la autoestima de las personas y demostró que depende de una variedad de factores que cambian a lo largo de la vida. A medida que las personas envejecen, su autoestima aumenta de manera constante y luego disminuye nuevamente después de alcanzar la edad de jubilación.

Esta declaración surge de un estudio a largo plazo que examinó a personas de entre veinticinco y ciento cuatro años. Las personas con una alta autoestima son más saludables, tienen menos probabilidades de cometer delincuencia, sufren menos depresión y tienen más éxito en general en la vida. [¹]

La autoestima aumenta con la edad, pero hasta cierto límite

Por eso es importante que comprendamos mejor cómo cambia la autoestima de las personas en el transcurso de sus vidas. Los resultados del estudio mostraron que los adultos jóvenes tenían la autoestima más baja. Pero esta aumentaba con la edad, llegando a su clímax a los sesenta años, para después caer una vez más.

El estudio aparece en el último número de la Revista de Personalidad y Psicología Social, publicada por la Asociación Americana de Psicología. Para este estudio, los investigadores realizaron cuatro encuestas sobre la autoestima de los adultos en los Estados Unidos entre 1986 y 2002.

Los 3.617 participantes del estudio evaluaron qué tan bien se aplicaban a ellos las diferentes declaraciones sobre la autoestima. Por ejemplo, «Tengo una actitud positiva hacia mí mismo» indica una alta autoestima. Por otro lado, «A veces pienso que no tendré éxito» y «En general creo que soy un fracaso» demuestran una baja autoestima.

Los participantes del estudio también fueron entrevistados sobre temas como el origen étnico, educación, ingresos, empleo, satisfacción con su relación, estado civil, salud, apoyo social y eventos estresantes en la vida. Ejemplos de tales eventos estresantes incluyen la pérdida repentina de trabajo, delitos violentos o la muerte de un padre o hijo.

En promedio, las mujeres tenían una autoestima más baja que los hombres durante la mayor parte de su vida adulta. Pero cuando los hombres y las mujeres llegaron a los ochenta y noventa años, su autoestima se estabilizó. Los adultos de diferentes etnias y razas tenían una autoestima en los mismos niveles en los años de juventud y de la mediana edad.

Pero a una edad avanzada, la autoestima entre las personas afroamericanas disminuyó significativamente más que los blancos. Este efecto también se mantuvo cuando se tuvieron en cuenta las diferencias en ingresos y salud.

Todavía hace falta que futuros estudios investiguen más a fondo estas diferencias étnicas, escriben los autores, porque un examen más detallado podría conducir a métodos más efectivos con los que se podría tratar la baja autoestima.

La posición económica y social influye en la autoestima en la edad adulta

La educación, los ingresos, la salud y el trabajo influyeron en el desarrollo de la autoestima, especialmente entre las personas mayores. Se descubrió que particularmente las personas con mayores ingresos y buena salud tenían una mejor autoestima durante su vejez.

Sin embargo, no se puede decir con certeza que una mayor prosperidad financiera y una mejor salud lleven directamente a una autoestima alta, pero parece haber una conexión.

Por ejemplo, una mayor estabilidad económica y una mejor salud podrían provocar una sensación de ser más independientes y poder contribuir más a la familia y la sociedad, lo que luego fortalecerá la autoestima.

Los resultados también demostraron que las personas de todas las edades tienen una autoestima más alta cuando están en una relación en la que son felices y se les da apoyo. Pero aunque estas personas envejecen teniendo una autoestima más alta y la mantienen, eventualmente disminuye, al igual que con las personas en relaciones infelices.

Tener una relación feliz y saludable no protege a las personas de la disminución de la autoestima que es típica de la vejez. Numerosas teorías intentan explicar por qué la autoestima de las personas en la mediana edad alcanza su punto máximo y luego disminuye nuevamente en la vejez.

La mediana edad es un momento de estabilidad en el trabajo, en la familia y en las relaciones amorosas. A esta edad, las personas se vuelven cada vez más influyentes, su estatus crece y con él su autoestima.

En contraste, las personas mayores están experimentando un gran cambio en sus roles, por ejemplo, sus hijos se van de la casa, se jubilan, sienten que sus calificaciones profesionales están desactualizadas y el deterioro de su salud se vuelve más intenso, esto, sin dudas, es un factor para disminuir la seguridad y autoestima.

Bibliografía
  1. Audrey Hamilton. American Psychological Association. Self-esteem Declines Sharply Among Older Adults While Middle-Aged Are Most Confident. April 1, 2010. Disponible en: [Enlace]