¿Cómo reconocer a una persona resentida que se hace la amigable?

Una persona resentida

El resentimiento es un sentimiento negativo que surge cuando una persona se siente herida, ofendida o injustamente tratada por otra. El resentimiento puede provocar rencor, envidia, odio y deseos de venganza.

Una persona resentida puede actuar de forma hipócrita, fingiendo ser amigable con quien le ha hecho daño, pero en realidad buscando hacerle sufrir o perjudicarle.

En este artículo te explicaremos cómo reconocer a una persona resentida que se hace la amigable, y qué hacer para evitar caer en su juego.

También te daremos algunos consejos para superar el resentimiento y mejorar tu bienestar emocional.

Características de una persona resentida que se hace la amigable

Una persona resentida que se hace la amigable puede mostrar algunas de las siguientes características:

  • Se acerca a ti con falsa cordialidad, pero en realidad siente celos o envidia de ti.
  • Te halaga o elogia de forma exagerada o irónica, pero en realidad te critica o desprecia a tus espaldas.
  • Te ofrece su ayuda o apoyo, pero en realidad espera que fracases o te equivoques.
  • Te invita a participar en sus planes o proyectos, pero en realidad busca aprovecharse de ti o ponerte en situaciones incómodas o comprometedoras.
  • Te hace regalos o favores, pero en realidad espera que se los devuelvas con creces o te los echa en cara cuando le conviene.
  • Te pide perdón o disculpas por algo que te hizo, pero en realidad no siente arrepentimiento ni cambia su actitud.

Cómo detectar a una persona resentida que se hace la amigable

Para detectar a una persona resentida que se hace la amigable, es importante estar atento a las señales que delatan su verdadera intención. Algunas de estas señales son:

  • Su lenguaje corporal no coincide con sus palabras. Por ejemplo, dice que está contento por ti, pero frunce el ceño o aprieta los labios.
  • Su tono de voz es sarcástico, burlón o condescendiente. Por ejemplo, dice que te admira, pero lo hace con ironía o desdén.
  • Sus acciones contradicen sus palabras. Por ejemplo, dice que te quiere ayudar, pero te pone obstáculos o te sabotea.
  • Sus comentarios son ambiguos, indirectos o malintencionados. Por ejemplo, dice que te ve muy bien, pero añade un «pero» o un «aunque».
  • Sus actitudes son incoherentes, cambiantes o manipuladoras. Por ejemplo, un día te trata bien y al otro te ignora o te trata mal.

Cómo actuar ante una persona resentida que se hace la amigable

Si detectas que una persona es resentida y se hace la amigable contigo, lo mejor es mantener una distancia prudente y evitar caer en su juego. Algunas recomendaciones son:

  • No te dejes engañar por sus falsas muestras de afecto o interés. Sé educado y cortés, pero no confíes ni compartas información personal o sensible con esa persona.
  • No le des importancia ni te tomes personalmente sus críticas o comentarios negativos. Recuerda que su actitud refleja su propia inseguridad y frustración, y no tiene nada que ver contigo.
  • No entres en conflicto ni discutas con esa persona. Mantén la calma y la serenidad, y evita darle motivos para que se sienta ofendido o agraviado.
  • No le sigas el juego ni le devuelvas el daño. Sé fiel a tus valores y principios, y actúa con honestidad y respeto hacia ti mismo y hacia los demás.
  • No te sientas culpable ni responsable por su resentimiento. No puedes controlar ni cambiar lo que siente o piensa esa persona, solo puedes ocuparte de tu propia felicidad y bienestar.

Cómo superar el resentimiento y mejorar tu bienestar emocional

El resentimiento es un sentimiento tóxico que puede afectar negativamente a tu salud física y mental. Por eso, es importante que aprendas a superarlo y a liberarte de él. Algunas estrategias para lograrlo son:

  • Identifica y reconoce el origen de tu resentimiento. ¿Qué persona o situación te ha hecho sentir herido, ofendido o injustamente tratado? ¿Qué emociones o pensamientos te genera ese sentimiento?
  • Exprésate y comunica lo que sientes. Busca una forma sana y constructiva de expresar tu resentimiento, ya sea hablando con alguien de confianza, escribiendo un diario, haciendo una actividad artística o terapéutica, etc.
  • Perdona y suelta el pasado. El perdón no significa olvidar ni justificar lo que te hicieron, sino aceptarlo y dejar de darle poder sobre ti. Perdonar es un acto de amor propio que te permite sanar y avanzar.
  • Agradece y valora lo positivo. Enfoca tu atención en las cosas buenas que tienes en tu vida, y agradece a las personas que te apoyan y te quieren. Practica la gratitud y el optimismo, y verás cómo cambia tu perspectiva.
  • Cuida de ti mismo y de tu salud. Dedica tiempo y espacio a hacer lo que te gusta y te hace bien, y a cuidar de tu cuerpo y tu mente. Aliméntate bien, haz ejercicio, descansa, medita, ríe, diviértete, etc.