Los beneficios de tener una verdadera amistad

Los beneficios de la amistad verdadera

Los humanos somos seres sociales, y no es de extrañar que el aislamiento de la familia, los amigos y otros miembros de nuestro círculo social tenga un gran impacto en nuestra salud mental.

En los últimos años, estudios han demostrado que la falta de amigos tiene un efecto significativo en nuestra salud física. Esto significa que los amigos no solo son buenos para tu alma, sino también para tu cuerpo.

Las personas que tienen amigos viven más

Estudios han demostrado que las personas con relaciones sociales estables y sólidas tienen un 50 % más de probabilidades de vivir más que aquellas con pocas relaciones sociales y muy débiles. El término «relaciones sociales» se refiere tanto a los amigos como a los miembros de la familia. También incluye la participación en grupos, como grupos religiosos u organizaciones voluntarias.

Por lo tanto, los hallazgos muestran que las relaciones sociales y las amistades juegan el mismo papel que otros factores de riesgo conocidos para nuestra salud y bienestar, como el tabaquismo y el alcohol, la inactividad física y la obesidad. En consecuencia, debes incluir en tu lista para estar saludable hacer amigos significativos y nuevas relaciones, ¡así como una dieta equilibrada y ejercicio! Porque las relaciones sociales prolongan la vida.

Las dos principales teorías que explican el efecto de las relaciones sociales sobre la longevidad son los modelos teóricos relativos al «estrés» y el modelo de los «efectos principales».

Modelo de gestión del estrés

De acuerdo con este modelo teórico, las personas en nuestras vidas son una fuente de apoyo emocional, práctico y (a veces) financiero. Cuando tenemos apoyo, nuestro cuerpo reacciona de manera diferente, produciendo menos hormonas del estrés ante los eventos y condiciones estresantes que enfrentamos. Los beneficios de las relaciones sociales regulan el efecto perjudicial del estrés.

Tener amigos es bueno para el sistema cardiovascular e inmunológico

Un estudio de 2007 mostró que las buenas relaciones sociales tienen un efecto positivo en los sistemas cardiovascular y neuroendocrino, así como en el sistema inmunológico y el proceso inflamatorio en muchas enfermedades. Otros estudios han relacionado las malas relaciones sociales con la depresión, el deterioro cognitivo, una curación deficiente y recuperación tardía del cáncer.

Otro estudio exploró el efecto de las «emociones negativas» (ira, malicia, desesperación, etc.) en el sistema inmunológico. Se pudo asociar la inflamación con enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, artritis, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, demencia e incluso enfermedad periodontal.

Y debido a que estas reacciones inflamatorias pueden desencadenarse directamente por emociones negativas y experiencias estresantes, la investigación ha demostrado que las relaciones personales cercanas que reducen estas emociones negativas pueden tener un efecto positivo en los sistemas inmunológico y endocrino.

No todos los amigos son buenas influencias

Todos hemos escuchado o conocido a alguien que se ha involucrado con las personas equivocadas, con aquellas “malas influencias” que no escuchan a nadie y no tienen buen rendimiento académico.

Es posible que conozcas a personas que pertenecen a grupos que influyen de manera negativa a los demás: personas adictas a las drogas, las adicciones son parte de su vida y generalmente muestran conductas delictivas. Si bien una red de apoyo de amigos saludables puede ayudarte cuando estás rodeado de personas tóxicas, las personas que no tienen intereses y comportamientos saludables solo pueden aumentar tu estrés.

Debido a que las relaciones sociales influyen en nuestros hábitos saludables, es importante construir los lazos adecuados. En el mejor de los casos, los lazos fuertes, las relaciones familiares de apoyo, las relaciones religiosas y las amistades cercanas reducen el estrés y promueven comportamientos saludables.

De acuerdo con el modelo de efectos principales, cuando los miembros de un grupo se involucran en conductas nocivas y autodestructivas, alientan a otros a hacer lo mismo. Los buenos amigos son buenos para nuestra salud, pero los malos amigos tienen el efecto contrario. Recuerda que la calidad de tus relaciones sociales es más importante que la cantidad.

Tenemos muchos “amigos”, pero nadie en quien confiemos realmente

La población crece cada día, por lo que cada vez existen más amistades y relaciones sociales. Las redes sociales nos acercan con gente de alrededor del mundo. Los likes nos hacen sentir cerca de lo que sucede lejos de nosotros.

Muchas personas tienen cientos de «amigos» en Facebook, Instagram y Twitter. Todos los días hablamos entre nosotros, intercambiamos opiniones con tweets y mensajes. Parece que ahora las personas se conocen más que antes, que están más cerca que nunca de la vida de los demás. ¿Pero es ese el caso realmente?

Aunque conectamos con más personas que antes, nuestras relaciones sociales son menos íntimas y más superficiales. En parte, contribuimos a la creación de una cultura que limita la comunicación a un cierto número de palabras y comentarios y alienta a las personas a promover sus éxitos (pero no sus frustraciones) en todo el mundo. Nada de esto favorece la verdadera intimidad.

Un verdadero amigo o persona de confianza es alguien que no solo se preocupa por pasar un buen rato contigo, sino que también está dispuesto a escucharte cuando estás sufriendo y a hablar contigo sobre las dificultades que enfrentas en ocasiones.

Un verdadero amigo sabe quién eres en realidad. El hecho de que a las personas les «guste» una publicación de Facebook no significa que realmente se preocupen por ti.

Haz amistades verdaderas

Las personas crean relaciones sociales porque las necesitan. Somos seres sociales por naturaleza, producimos un sentido de nosotros mismos a través de esta correlación. Solo a través de nuestras relaciones personales con nuestra pareja, amigos, familiares y padres podemos alcanzar la autorrealización. Las interacciones sociales son importantes para nuestra salud emocional y física.

La regla de oro se aplica a las amistades: tratemos a nuestros amigos como queremos que nos traten.

En primer lugar, conviértete en el amigo que te gustaría tener y trata a tus amigos potenciales con interés y respeto, como te gustaría ser tratado. Presta atención a cómo se comportan. Si el aprecio no es mutuo, la relación social solo podría causarte estrés y emociones negativas. Pero esto es malo para tu bienestar emocional pero también para tu salud física.