La soledad no significa estar solos, la definición exacta de esta palabra quizás no abarque su verdadera trascendencia.
La soledad, como un acto de aislamiento, de evitación y cuando está comandada por un sentimiento de culpa y recelo, puede ser perjudicial, sobre todo si hablamos de una soledad que se pueda presentar por diversos problemas emocionales o por la avanzada edad.
Sin embargo, cuando la soledad es del tipo constructiva, digamos una soledad en la que no estoy solo, sino que estoy rodeado por lo que realmente quiero, ya sean libros, personas, mascotas o simplemente paz, es una elección que debemos enaltecer.
Esto no significa apartarnos del mundo, sino que más bien es algo que hemos elegido por nuestro propio bienestar.
La soledad aporta beneficios psicológicos
Para la mayoría de nosotros, la soledad es un estado negativo. Nuestra sociedad no nos ayuda a comprender su importancia. Cuando estamos solos sentimos que llevamos un estigma social, nos sentimos aislados y al margen.
Esta percepción de soledad hace que no nos sintamos cómodos con nosotros mismos o con la elección que hemos hecho. Nos vemos obligados a una situación en la que una persona no es socialmente aceptable cuando no cumple con las expectativas de los demás. Además, podemos sentir que estamos haciendo algo mal o que tenemos algunas imperfecciones que nos llevan a la soledad.
La mayoría de las investigaciones muestran que el aislamiento social excesivo es perjudicial para nuestra salud física y mental. Puedes consultar los estudios realizados en este enlace. Pero hay muchos beneficios de pasar tiempo con nosotros mismos, siempre que haya un equilibrio en el mantenimiento de relaciones sociales sólidas y de apoyo.
Podemos centrarnos en nuestros intereses
Tenemos la capacidad de centrarnos en nuestros intereses. Estar solo es una parte importante de nuestro desarrollo personal. Nos permite conocernos mejor a nosotros mismos.
Cuando nos relacionamos con nosotros mismos, tenemos una gran oportunidad de tomar decisiones creativas y prestarles atención sin preocuparnos por lo que piensen los demás.
La soledad mejora nuestras relaciones sociales
Las amistades sanas y las relaciones sociales sólidas son muy valiosas para la salud mental y el bienestar, pero tomarse un descanso de vez en cuando puede ayudarnos a apreciar más esas relaciones.
Podemos ser más compasivos
Las investigaciones muestran que, en gran medida, la soledad puede ayudarnos a desarrollar una mayor compasión por quienes nos rodean. Por supuesto, pasar tiempo a solas no siempre es fácil, especialmente cuando la tecnología ha cambiado la forma en que las personas pasan el tiempo a solas. Incluso cuando estamos con nosotros mismos, no podemos dejar de comunicarnos con los demás.
A veces, la soledad es una situación incómoda. Otras, puede ser la condición que necesitamos para conectarnos con nosotros mismos.
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