Lectura comprensiva | Deconstrucción del analfabetismo funcional

Lectura comprensiva para mejorar el entendimiento

Lectura comprensiva es la habilidad de leer y entender el contenido y sus implicaciones. Siendo vital para los alumnos, resulta útil a todo el mundo

La lectura comprensiva es una necesidad imperiosa para los estudiantes y, el público en general, en la actualidad. Aunque los medios digitales han tenido un gran impacto, este sistema de comunicación continúa siendo la manera más efectiva de generar conocimiento. Así, a pesar de que existen muchas opciones de audio y video en Internet, poder leer y comprender cualquier tema es todavía fundamental para la mayoría de las personas.

El concepto alude a un entendimiento profundo del material escrito que va más allá de conocer o identificar las palabras o de pasar la vista por encima del texto. De este modo, el individuo que domina el arte de la lectura inteligente, es capaz de identificar las ideas principales y secundarias o de hacer análisis y sinopsis. En pocas palabras, entiende la información suministrada y posee la habilidad necesaria para interpretarla de forma crítica. 

Si leer y analizar un texto le produce desesperación, cansancio y aburrimiento, entonces usted quizás sea una víctima más del analfabetismo funcional. O sea, que es capaz de leer, pero no de mantener el interés durante el tiempo suficiente para comprender lo expresado. O carece de la habilidad para abstraerse y recrear en su mente las descripciones y narraciones allí contenidas. Las facilidades de Internet y los grandes adelantos tecnológicos actuales han sido responsables en gran medida de esta desviación de la normalidad.     

Dominando las técnicas de la lectura comprensiva

Los jóvenes y adultos que aprenden a leer comprensivamente descubren que el proceso en realidad es sencillo y gratificante. Así, al final logran hacerlo con rapidez e incluso se divierten. Veamos algunas recomendaciones que le ayudarán a llegar a ese deseable nivel:

  • Título. Esta es la fuente inicial y quizás, la más importante del contenido a tratar. Léalo con cuidado y asegúrese de entenderlo a cabalidad.
  • Lectura rápida. Se conoce como dar un vistazo. Haga un rápido recorrido sobre todo el texto para captar la idea global. Reconozca las distintas secciones, identificadas con subtítulos. Capte también los vocablos destacados con negritas, itálicas, subrayado, etc., que facilitan la compresión, porque muestran lo que el autor consideró de mayor importancia.       
  • Lectura detallada. Esta segunda vez lea con mayor atención cada párrafo y defina los términos que le resultan desconocidos y las ideas principales.
  • Glosario. Todos esos vocablos que son nuevos búsquelos en el diccionario para conocer su significado. Asimismo, tome notas, de modo de poder volver sobre ellos con rapidez, si hiciera falta.
  • Sinónimos y antónimos. Para una mayor comprensión de las palabras desconocidas, ayuda identificar estas relaciones semánticas e incluso encontrar ejemplos e ideas complementarias. Le serán útiles a la hora de elaborar un resumen de lo leído.
  • Notas marginales. Son ayudas nemotécnicas, que se escriben a los lados de los párrafos, para ayudar a identificar con rapidez su contenido. Se trata de unas pocas palabras que le permitirán recordar de un solo vistazo donde están las ideas principales del texto.

Algunas recomendaciones para una lectura inteligente

Muchas veces intentamos leer haciendo, al mismo tiempo, otras cosas. Esto hace que nos distraigamos y nos resulte imposible entender o recordar lo leído. Por tanto, lo aconsejable es separarnos de la computadora, apagar el televisor y desconectar la música. En especial, si el tema es nuevo, complicado o extenso. Así, la atención no estará dividida y podremos concentrarnos con mayor facilidad. También ayuda buscar un lugar cómodo y acogedor donde sentarnos y acompañar el proceso con el consumo de una merienda ligera.

Una lectura activa implica, además, el uso de la imaginación. Visualice lo que lee como si se tratara de un filme. Trate de que esta vívida representación mental involucre a sus actores favoritos e incluya todos los eventos mencionados en el texto. Esto aumentará el nivel de diversión y ayudará a la memoria para que recuerde posteriormente lo leído. 

Leer en voz alta también resulta útil para algunas personas, aunque no es bueno para todo el mundo. Tendrá que averiguar si, en su caso, le facilita la concentración. Vaya a un área apartada donde nadie le escuche e interrumpa y proceda con la lectura, haciéndola tan expresiva como le provoque. Así se verá obligado a ir más lento y a captar más. Esto es apropiado, especialmente, en el caso de la poesía.   

La lectura comprensiva le resultará deleitable

No deje la actividad para el último minuto; es preferible comenzar con tiempo de modo de poder hacerlo pausada y cómodamente.  Así, lea por 45 minutos y alterne períodos de descanso de 15 minutos. Durante los mismos ejecute una acción diferente como ver televisión o escuchar música. Al terminar, elabore una síntesis de lo leído, utilizando sus propias palabras. Enfóquese en lo más importante del tema y en sus sentimientos y opiniones al respecto.

Por último, conversar sobre lo aprendido con otras personas hará más eficaces las técnicas de la lectura comprensiva. Escuche las opiniones de otros sobre el tema y complemente la información que ya posee. Si está preparando una clase, elabore una lista de preguntas, basadas en el contenido, para discutir con el profesor y los compañeros del curso. Esto ayudará a crear un pensamiento más profundo. Pero, sobre todo, trate de disfrutar de la experiencia.