Desarrollar nuestros talentos es necesario para encontrar nuestro lugar en el mundo. ¿Qué nos mueve?, ¿qué amamos?, ¿cuál es nuestra vocación o profesión?
Desarrollar nuestros talentos, que pueden ser innatos, heredados o aprendidos, es esencial. Puesto que, esto se convierte en la llave, con la que se abren las puertas del universo. Y lograrlo se hace posible a través del autoconocimiento, la autogestión y la valoración del disfrute de lo que estamos haciendo. Responder interrogantes, tales como: ¿Qué dirección deseamos tomar? ¿cómo podemos construir un futuro seguro y exitoso?, y, ¿cuál es el propósito de nuestras vidas? Nos ayuda en ese proceso vital.
Ser capaces de ver qué hacemos bien y de que nos podemos sentir orgulloso; o que necesita el mundo de nosotros, es útil para ayudarnos a discernir el propósito de nuestras vidas. Así como, descubrir cuales son aquellos proyectos, por los que alguien estaría dispuesto a pagarnos bien nuestro esfuerzo. Lo importante es llegar a detectar qué nos apasiona, cuáles son nuestras fortalezas, y cómo desarrollarlas. Desde el punto de vista de la psicología, estas constituyen las mejores herramientas para conocernos mejor.
En la medida que vayamos descubriendo o identificando nuestros talentos, debemos ir desarrollándolos y fortaleciéndolos. Estas capacidades innatas también se relacionan con nuestra actitud ante la vida, medio laboral o estudios. Y, pueden estar relacionadas con la inteligencia emocional y el manejo de los sentimientos. Será lo que nos ayude a motivar y a enriquecer nuestras relaciones sociales, para poder ser más útiles y más felices.
¿Cuáles son los tipos de talentos que existen?
Una manifestación importante corresponde a lo observado en el ámbito empresarial. Allí el departamento de desarrollo o de recursos humanos, se encarga de ubicar y mantener actualizado el talento de los trabajadores. Su misión es, descubrir aquel “don” que posee cada empleado, de modo que, pueda aprovecharlo de la forma más adecuada. Lo que, además, supone que la persona se encontrará más satisfecha con las tareas encargadas.
Por su parte, al final, la empresa será la más beneficiada; porque así, hará una gestión más eficiente y obtendrá mejores resultados y mayores beneficios. Por desgracia, descubrir las habilidades principales no suele ser tarea fácil para nadie. Para facilitar un poco la labor, veamos la clasificación de los talentos en tres grandes tipos:
Talentos evidentes
Estas capacidades son las más sencillas de descubrir o identificar, puesto que, son las que el ser humano posee de manera natural. En este caso, todos a nuestro alrededor están al tanto de lo que sucede porque, además, son bien visibles.
Entre ellas podemos mencionar: cantar, bailar, pintar, contar cuentos, etc. Estas destrezas pueden ser mejor aprovechadas, cuando se cultivan intencionalmente. Pero, para esto, debemos estar bien al tanto de nuestras potencialidades.
Talentos ocultos
Son aquellas habilidades que poseemos, pero, de las cuales, aún no nos hemos hecho conscientes. Se trata de destrezas que todo el mundo, nota con fuerza, excepto nosotros mismos. Esto puede obedecer al hecho de que no somos responsable de tenerlos; creemos que es algo que ha surgido con naturalidad. No obstante, se trata de aptitudes que no cualquiera exhibe, y que hacen de nosotros alguien muy especial.
Algunos se pueden ver en artistas y gente famosa. Por ejemplo, el actor Aaron Paul es capaz de saber si un perro es macho o hembra, solo con acariciarle la espalda. A la actriz Sandra Bullock se le dan fenomenal los idiomas; y en la ceremonia de los Oscar en 2012, demostró que domina el alemán con fluidez. Mientras que, el joven actor Justin Bieber, es considerado un maestro del cubo de Rubik.
Talentos potenciales
Estas son capacidades que, muchas veces, no nos ocupamos de desarrollar y que, forman parte de nuestra personalidad. Por ejemplo, ser simpático, carismático y agradable. Asimismo, están aquellas personas que son compasivas, pacientes, comprensivas y amorosas. Tales habilidades naturales o intrínsecas para unos, también pueden ser aprendidas por otros.
¿Cómo desarrollar nuestros talentos potenciales?
Como ya habrá notado, los talentos evidentes y los ocultos son capacidades que se posee de manera natural. Con estos, no se requiere ningún esfuerzo extra para ponerlos en práctica.
En cambio, las habilidades potenciales pueden ser adquiridas o desarrolladas a voluntad. Y hay muchos, quienes sabiendo utilizarlas, logran sacarles provecho como, por ejemplo, los líderes de grupo. El deseo de recibir una recompensa, por el esfuerzo extra de poseer tal capacidad, los impulsa a hacer el esfuerzo de trabajarlos.
Entienda que quizás existen en usted, debilidades que necesitan ser corregidas y que, de lo contrario, le estarían alejando de sus objetivos. Esto es posible por medio de un plan de acción, ideado en función de practicar las fortalezas.
La psicología le ofrece potentes herramientas para desarrollar su mayor capacidad humana, por medio del desempeño del potencial dado o innato. Con el mismo, podrá crear, a través de decisiones conscientes y cambios en la forma de pensar, un proyecto de vida que le brinde mayor plenitud y bienestar.
Entonces, ¿cómo podemos desarrollar nuestros talentos, desde el punto de vista de la psicología? Lo importante es, aprender a desplegar la identidad personal de una manera más positiva. Debemos aprovechar nuestras fortalezas, y diseñar estrategias prácticas y aplicables para reforzarlas. No solo se trata de descubrir nuestras habilidades, sino también de cultivar la manera de emplearlas para nuestro beneficio. Y esto aplica, tanto en la vida personal, como en la laboral.
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