Un individuo que siente ira, en muchas ocasiones, la puede manifestar por medio de una explosión descomunal cargada de agresividad verbal, física o gestual, producida por un episodio en particular que le puede afectar de manera negativa a sí mismo, así como a las personas de su entorno.
La ira es una emoción básica de la que no podemos escapar ya que aparece de improvisto y por la intensidad con la que se suele presentar se hace difícil lidiar con el conjunto de sensaciones que ésta genera, pero es la propia persona quien elige en todo momento cómo reaccionar.
Algunos, por temor a las represalias externas, deciden guardar la ira dentro de sí mientras que otros eligen manifestarla a través de insultos, amenazas, acusaciones, golpes dirigidos a cualquier objeto o a otras personas, cualquiera de éstas prácticas afecta de manera negativa a la salud física y mental de la persona, así como a sus relaciones sociales.
Estrategias para el control de la ira
Por ende, la mejor manera de controlar la ira es emplear estrategias que te beneficiaran en todos los ámbitos de tu vida y te ayudaran a ser una mejor persona cada día.
Conócete a ti mismo
No hay manera de extinguir las emociones pero sí podemos controlar la manera en la que reaccionamos en cuanto aparecen. Si te has sentido avergonzado en una o varias oportunidades por acciones emprendidas en momentos de ira ya que esto no se corresponde con la manera en la que sueles dirigirte a las demás personas, lo primero que debes hacer es preguntarte a ti mismo qué cosas te producen ira, qué te impulsa a comportarte de manera irracional, en qué momento pierdes el control de tus actos y te dejas llevar por los impulsos, cómo te hace sentir esto y de qué manera podrías evitar estos comportamientos.
El autoconocimiento te brindará las herramientas necesarias para que establezcas distancia de manera consciente con aquellas situaciones que incrementan tu enojo y quizás puedas prepararte para enfrentarlas más adelante cuando la emoción no se apodere de ti.
Técnicas de Relajación
Una de las opciones que te ayudarán a controlar tus reacciones instintivas cuando la ira te embargue consiste en aplicar técnicas de relajación que puedan disminuir la tensión y te permita conectar con tu parte racional. Los métodos más usuales son la respiración consciente, la Meditación, el yoga, entre otros.
Establece un plan de acción
Si sueles reaccionar de manera violenta ante determinados estímulos y no conoces otra forma de proceder pero quisieras cambiar este aspecto de ti, elabora un plan en el que plantees episodios imaginarios semejantes a esos en que por lo general descargas tu furia y crea nuevas estrategias que te lleven a actuar de una manera adecuada, ensaya esto hasta que se haga parte de ti.
Ejercita tu cuerpo
Incorpora la práctica del ejercicio físico de tu preferencia dentro de tu rutina cotidiana, además de los beneficios a tu salud, es una excelente herramienta para descargar la ira y te sentirás más feliz.
Desahógate
No permitas que la dinámica del día a día te sofoque, lo cual terminará alterándote progresivamente, externaliza tus emociones por medio de la escritura, el dibujo o cualquier tipo de arte. Conversa con alguna persona de confianza o acude a un consejero.
Toma un tiempo para ti
En ocasiones, la irritabilidad proviene del no ocuparnos de nosotros mismos, escoge al menos unos minutos al día en los que realices aquello que más te guste o sencillamente te relajes, escucha música, ríe, descansa y no olvides pasear para despejar tu mente.
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