Las cosas nuevas siempre despertarán temor y resistencia

Mujer con miedo

¿Descontinuaron tu producto favorito en el supermercado? ¿Tu puesto de trabajo implica nuevas responsabilidades de las que hacerse cargo? Los cambios pueden alterar más o menos nuestros hábitos, por lo que la mayoría de las veces nos asustan. Apreciamos mucho nuestra zona de confort y nos cuesta mucho trabajo dejarla ir, pero la vida no siempre nos da a elegir. Si abrazar lo desconocido es algo completamente natural, entonces no tendría por qué ser tan estresante.

Cambiamos de colegio, de trabajo, de teléfono, de pareja, de hábitos… Puede que no nos demos cuenta, pero los cambios forman parte de la vida: ¡no podemos prescindir de ellos! Es gracias a ellos que crecemos y ganamos experiencia.

Pero para algunas personas se convierte en una verdadera fuente de estrés. Ante una situación nueva que tememos no saber gestionar, el cerebro dispara una alerta. Sigue leyendo para descubrir por qué el cambio es tan aterrador y cómo puedes hacer para aceptarlo.

Miedo al cambio: sabemos lo que perdemos, pero no lo que ganamos…

El cambio se percibe como la pérdida de algo que amamos. Una pareja despreocupada ante la llegada de un hijo puede temer este gran paso en la vida, o un empleado que tendrá que trabajar de manera diferente extrañará aquellos tiempos en que estaba en su zona de confort. Pero, ¿dónde estaríamos sin todo esto? ¡Estos son los cambios que nos hacen crecer, pasar de la niñez a la edad adulta, o de becario a empleado! Así es como se desarrolla el ciclo de la vida.

Pero no te asustes, es normal tener miedo. Desde nuestra más tierna infancia, lo desconocido nos asusta. Miedo a la oscuridad, los ataques de ansiedad cuando tienes que estar sin tus padres, o incluso miedo a ir al dentista por primera vez… Cuando no sabes lo que te espera, tiendes a asustarte y a preguntarte “¿Lo lograré?».

Cuando tenemos que enfrentarnos a una situación desconocida, también tenemos miedo de dejar atrás de lo que teníamos antes, porque sabemos lo que estamos dejando, pero no lo que estamos ganando. A menudo es el miedo a tomar malas decisiones lo que nos hace vacilar. En estos casos, sopesar los pros y los contras de cada situación puede ayudarnos a ver las cosas con más claridad antes de dar el paso. 

Si algunos escalones son difíciles de saltar es porque nos recuerdan traumas. El miedo que uno siente ante un cambio puede despertar muy malos recuerdos. Si ya has vivido muy mal un vuelco en tu vida personal o profesional, le temerás más. La ansiedad del cambio es como un mecanismo de supervivencia, que utilizamos para evitar que nos vuelvan a hacer daño.

Por otro lado, cuando no es culpa de nuestros demonios internos, es nuestro lado perfeccionista lo que nos hace tan reacios. Al estar en una situación que no controlamos, tenemos miedo al fracaso. Y, sin embargo, es saliendo de tu zona de confort como progresarás, dominarás cada vez más cosas y tendrás cada vez menos miedo.

8 consejos para afrontar mejor los cambios

Ciertamente, no podemos tener control sobre nuestro entorno y sobre los acontecimientos. Pero lo que podemos controlar es nuestra reacción. Estos son nuestros consejos para no tener miedo al cambio y aceptarlo:

1. Pon tu miedo en palabras

Para lograr superar tus miedos, debes enfrentarlos y hacerte las preguntas correctas. A menudo, es intercambiando palabras con seres queridos o con un psicólogo que logramos dar un paso atrás y analizar las situaciones que nos asustan. A veces, el simple hecho de expresar en voz alta nuestros miedos ayuda a desdramatizar la situación.

2. No maximices tu sufrimiento

Perder tu trabajo, mudarte en contra de tu voluntad o cambiar tus hábitos drásticamente no es nada divertido, estamos de acuerdo. ¡Pero trata de dar un paso atrás y dite a ti mismo que hay cosas mucho peores en la vida! Trabajos, casas hermosas o peluqueros talentosos, ¡hay muchos más en el mundo!

3. Esfuérzate por ver el lado positivo

¡Con demasiada frecuencia, el cambio se percibe como algo negativo, cuando en realidad puede ser beneficioso! Tu relación termina, o de nuevo pierdes tu trabajo. ¿No sería hora de tomarse un tiempo para ti mismo? ¿Embarcarte en un proyecto que tenga un gran significado personal?

4. Haz un balance de tu vida

¿Te pones ansioso cuando piensas en las cosas nuevas y los cambios que te esperan? Sin embargo, tienes que tomar en cuenta que no serán los primeros ni los últimos que tendrás que cruzar. Trata de recordar el camino que recorriste antes de llegar a donde estás. ¡Ya ves que puedes hacerlo!

5. Escucha las experiencias de otras personas

Saber que otros comparten tus experiencias y que han logrado salir adelante puede tranquilizarte. ¡Escucha sus sentimientos y sus consejos sobre cómo aceptar esta situación!

6. Acepta que no eres perfecto

El miedo al cambio no debe ser una vergüenza. Al contrario, es una prueba de que no eres un adulto desconsiderado que se precipita de cabeza, sino alguien inteligente y cuidadoso.

7. Descubre cosas nuevas

Por supuesto, nuestro miedo al cambio es proporcional a lo que dejamos atrás. Pero ten en cuenta que, cuando termina un libro, otra historia empieza.

8. Mantén puntos de referencia

El ser humano es nostálgico por naturaleza y tiene un gusto por rememorar sus mejores recuerdos. Entonces, nada te impide mezclar tu nueva vida con la anterior. Guarda fotos viejas, mantén tus tradiciones familiares, sigue en contacto con algunos amigos.