Peligros para la salud de la hipocondría digital o el autodiagnóstico

Mujer que padece hipocondría digital

El elevado auge de la tecnología digital ha permitido a las personas acceder a la información en tiempo real y cuando ellas quieran, casi, sin restricciones de ningún tipo.

Sin embargo este exagerado crecimiento tecnológico ha creado problemas con cierta gravedad a las personas que tanto dependen de ella, y uno de ellos es la llamada hipocondría digital, cibercondria o necesidad del autodiagnóstico.

¿Qué es la hipocondría digital?

Para entender qué es la hipocondría digital, se debe entender en primera instancia qué es el autodiagnóstico, y para ello mencionamos que el diagnóstico es un procedimiento médico o juicio clínico que determinará qué enfermedad o padecimiento presenta una persona en base a una serie de hallazgos clínicos o sintomatología previa manifestada por el paciente; en relación a esto, el autodiagnóstico vendrá siendo el juicio propio que tiene una persona sobre sus problemas de salud, sin la observación de un especialista. [1]

La hipocondría digital es catalogada como la tendencia que tiene una persona a buscar en sitios online determinados contenidos que expliquen los síntomas que presenta, cuál es su padecimiento y así «auto determinar», qué tipo de enfermedad tiene.

Partiendo de esto y con imaginación, la persona creerá que el problema que tiene es mayor que el real y se volverá un trastorno emocional, corriendo el riesgo de sufrir estrés y otro tipo de consecuencias tras el autodiagnóstico. [2]

¿La hipocondría digital es una obsesión por conocer la salud?

Como se mencionó anteriormente, internet les ha permitido a las personas interconectarse mundialmente, tener las puertas abiertas para cientos de tipos de información, acceder a sitios en donde quiera que estés y en el momento que quieras.

Pero esto no siempre será bueno o realmente necesario; pues actualmente esta misma herramienta nos ha vuelto adictos a ellas siendo considerada ya parte de nuestra cotidianidad.

Miles de páginas existen al día de hoy y que pretender ayudar a la población en la búsqueda de sus problemas de salud, pero muchas de ellas no cuentan con certificación o no tienen la carga científica necesaria para que sea considerada «verídica». [3,4]

Las personas que padecen hipocondría digital se caracterizan por presentar una adicción a conocer la enfermedad que los aqueja y los efectos de ella con su posible tratamiento a seguir.

Al internet estar al alcance de todos una persona con ese trastorno sentirá la obsesión de buscar todo lo referente con el pequeño dolor de cabeza que tiene, esperanzado que no sea nada grave y con la incertidumbre de qué pudo comenzarlo. [1,4]

¿Es un error el autodiagnóstico?

Aunque existe una cantidad considerable de ventajas en la búsqueda de información de salud e interés, en relación al autodiagnóstico, son más las desventajas que suele presentar para una persona y más elevada aún es la brecha cuando hablamos de una persona con un trastorno de hipocondría digital.

  • La desinformación en internet es mayor que la información verificada y real. Los contenidos en internet son variables, repetitivos y pueden llegar más a entorpecer que a ayudar.
  • La búsqueda de información puede generar estrés, ansiedad y trastornos emocionales a la persona si esta no consigue la «luz al final del túnel», o en pocas palabras, generará confusión por el desconocimiento.
  • En caso de buscar respuestas favorables, muchas veces estas respuestas conducen a la decisión de no acudir a un centro especializado de salud para su evaluación completa y correcto diagnóstico. [1,3]

Para que el autodiagnóstico sea considerado por los especialistas como necesarios, ellos recomiendan siempre detenerse en páginas verificadas, artículos científicos recientemente publicados o revistas científicas actuales, pero siempre acudir a un especialista para obtener el diagnóstico final, y por supuesto, el tratamiento adecuado.

¿Rastreo de hipocondriacos digitales?

Las personas con cibercondría presentarán una mayor tasa de creencia a que la enfermedad no está siendo diagnosticada o evaluada eficazmente por los especialistas, esto creará en ella la angustia y depresión, acompañado del miedo por su padecimiento.

El negativismo se mantendrá a «flor de pecho» en estas personas considerándose inseguras de sí mismas y de los resultados que puedan llegar a traer la serie de tratamientos recomendados por un profesional.

La obsesión presente en la hipocondría digital no solo se centrará en buscar en línea sus síntomas y su enfermedad, sino que también vendrá acompañada de la necesidad de explorar su cuerpo en busca de un cambio visible, para luego indagar sobre él en internet, entrando de esta manera en un círculo vicioso del que no pueden salir. [1-4]

Consejos para reducir la cibercondría

  1. No centralices pensamientos; la distracción de la mente en la realización de tareas es una clave fundamental para la reducción del tiempo en que se piensa sobre un tema en específico, sobre todo, si se trata de tu salud. Esto ayudará a la desactivación de tus emociones negativas y reducirá los niveles de ansiedad.
  2. Sé consciente sobre lo que buscas en internet; distingue las páginas que ofrecen contenido con conocimiento médico relevante y certificado. Recuerda que puedes perjudicar tu salud siguiendo recomendaciones que no tienen un aval médico.
  3. Fortalece tus emociones realizando lo que más te gusta, redactando tu día a día y enfatizando los momentos en los que te divertiste o estuviste alegre. Te ayudará a detener los procesos de búsqueda cuando tienes un simple dolor de cabeza y bajará los niveles de estrés cuando tengas un episodio negativo.
  4. Visita a tu medico de confianza para exámenes de rutina. Detener la hipocondría digital requiere saber poner un alto a los pensamientos rumiantes y conseguir enfocarse en la resolución simple de los problemas, no hacerlos más grandes de lo que son. [5]

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  1. Halpern D., Peña M., Goic F., Reinoso A., Figueroa C., Troncoso A. (2015). Autodiagnóstico y búsqueda de información médica online: El cas chileno. El profesional de la información, 24 (5): 621-629. Recuperado de: http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2015/sep/10.pdf
  2. Zednik H., López C., Tarouco L., Zunguze M. (2015). Adicciones digitales: El papel de la escuela frente a un uso consciente de la tecnología. Nuevas idead en informática educativa (TISE). Páginas 638-643. Recuperado de: http://www.tise.cl/volumen11/TISE2015/638-643.pdf
  3. Marín V., Valverde J., Sánchez I., Saénz M. I., Polentinos E., Garrido A. (2012). Internet como fuente de información sobre salud en pacientes de atención primaria y su influencia en la relación médico-paciente. Atención Primaria, Elsevier Doyma. 45(1): 46-53. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656712003782
  4. Navarro C., Castelló L., López J. M., González J. (2015). Comunicación científica (XXIX). De la eHealth a la mHealth. Apps en pediatría. Acta Pediátrica Española. 73 (11): 313-318. Recuperado de: https://www.researchgate.net/profile/Javier_De_Dios/publication/311641566_Scientific_communication_XXIX_From_eHealth_to_mHealth_Apps_in_pediatrics/links/58595b5008ae3852d2559679/Scientific-communication-XXIX-From-eHealth-to-mHealth-Apps-in-pediatrics.pdf
  5. Martínez P., Botella C., Belloch A. (1997). Hipocondría ¿Un trastorno tratable? Revista de Psicotalotogía y Psicología Clínica. 2 (2): 155-166. Recuperado de: http://aepcp.net/arc/Vol.%202.%20N2,%20pp.%20155-166,%201997.pdf

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