La mayoría de las personas se preguntan a menudo si tienen una relación sana, si su relación podría tener algunos matices de las relaciones consideradas tóxicas o enfermizas, si la pareja que tienen es la adecuada y si son realmente felices.
Cada relación es única, pero cada pareja atraviesa momentos difíciles. Las personas no son perfectas, al igual que las relaciones. Sin embargo, cuando los malos tiempos comienzan a pesar más que los buenos, podemos preguntarnos: «¿Estoy en una relación tóxica?«
Si bien no todas las relaciones son perfectas, ni todo el tiempo se puede ser feliz y evitar cualquier problema, también es cierto que podemos tener algunos malos hábitos o comportamientos que le aporten un tono tóxico a la relación.
¿Qué comportamientos pueden darle un efecto tóxico a la relación?
Hay comportamientos específicos que tienen un efecto tóxico en las relaciones, como por ejemplo:
- Si actúas como si tuvieras poder sobre tu pareja, aunque sea solo en algunos momentos, este tipo de comportamiento puede tener un gran poder sobre cualquier otro que realices, por lo que será el predominante en la relación.
- Si estás utilizando la coerción emocional o si estás tratando de manipular a alguien para obtener lo que quieres, incluso a pesar de saber que la otra persona la puede estar pasando mal por culpa de ello.
- Cuando tratas de reemplazar el amor verdadero con coerción o compromiso constante.
- Al intentar dominar al otro y descubrir los mecanismos para aprovechar al máximo cuando la otra persona está sumisa, debido a tu comportamiento.
- Si detectas que de inmediato debes asumir la posición del sumiso que recibe órdenes o ejecuta acciones en pro de la estabilidad emocional de la otra persona.
Características principales de una relación tóxica
Las relaciones tóxicas se caracterizan por los celos, la ira, la tristeza, la manipulación, la desesperación, el egoísmo y el rechazo. Sin embargo, un fenómeno común en una relación tóxica implica la intensa atracción de los cónyuges entre sí, a pesar del dolor que ambos se causan.
Esto es evidente con una pareja que ha entablado una relación que se describe como «fantástica». Esta caracterización se utiliza para describir la ilusión de una conexión creada entre dos personas que ayuda a aliviar sus miedos individuales.
Un vínculo imaginario es tóxico para una relación porque reemplaza los verdaderos sentimientos de amor y apoyo. Como la pareja se relaciona como «nosotros» en lugar de «tú» y «yo», su relación se vuelve más en forma (basada en apariencias y roles) que en sustancia (basada en emoción real y autenticidad).
Te invitamos a leer más información en nuestros diversos artículos sobre las relaciones tóxicas.
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