4 tipos de hombres tóxicos que están condenados a la soledad

Hombres tóxicos que es mejor evitar

Hay hombres que con su conducta tóxica (hombres tóxicos) hieren la confianza en sí misma de una mujer, la degradan y la hacen sufrir. La relación con ellos pudo haber comenzado en los mejores términos, pero vivir con ellos terminó siendo una tortura diaria insoportable.

Hombres tóxicos que es mejor tener lejos

Así que este tipo de personas están condenadas a estar para siempre solas o, en los peores casos, hacer la vida insoportable de sus parejas.

1. El hombre tóxico narciso

Un narcisista se comporta de manera arrogante, como si fuera la mejor creación de la naturaleza. Se siente mental y físicamente superior a los que le rodean y se asegura de demostrarlo constantemente haciendo comentarios despectivos hacia los demás.

El narcisismo conduce a relaciones disfuncionales, ya que la relación se convierte en una lucha constante para demostrarse mutuamente quién es el mejor, y el narcisista utiliza el chantaje para obtener una posición de poder. Intransigente, carente de empatía, se esfuerza constantemente por ser el centro de atención para obtener comentarios positivos.

En el fondo, sin embargo, tiene muchas inseguridades que encubre endiosándose a sí mismo y menospreciando a los demás. Debido a que le resulta difícil enfrentarse a los elementos de su carácter por sí mismo, crea relaciones superficiales, que está dispuesto a disolver para no mostrar su lado débil.

2. El crítico perpetuo

El cónyuge crítico comentará todo: tu apariencia, la comida que no es de su agrado, tus hábitos o tu carácter. Se enfoca principalmente en los aspectos negativos de su pareja y constantemente la critica por ellos.

La relación con una persona así se caracteriza por la toxicidad y es disfuncional, ya que genera inseguridad y opresión constantes. La crítica es muy diferente de expresar los agravios propios o plantear un problema o comportamiento que nos preocupa. Su propósito no es una relación armoniosa y sin problemas, sino cómo reducir a su pareja.

Tales personas nunca están satisfechas con los esfuerzos de los demás y eventualmente envenenan sus relaciones.

3. El celoso patológico

La relación con una pareja patológicamente celosa es muy difícil, ya que el sentimiento de opresión es intenso para ambos lados y muchas veces termina en separación. Los celos parten de la inseguridad que uno siente sobre sí mismo. Aunque su pareja nunca le haya dado permiso, crea escenarios de infidelidad y traición, sospecha y se enfada.

Se victimiza a sí mismo y origina arrepentimiento y culpa en su pareja, en su intento de controlar a su pareja se comporta de manera ofensiva mostrando que no confía en la persona con la que está. Tal persona no se respeta a sí mismo ni a su pareja, por lo que termina solo.

4. El pasivo-agresivo

Una persona pasivo-agresiva nunca expresará abiertamente su ira. No hablará de lo que le molesta, pero intentará hacer visibles sus sentimientos negativos con su comportamiento.

Por ejemplo, puede mostrarse indiferente cuando le hablamos o mirarnos de forma seria. Construye un muro invisible a su alrededor y excluye incluso a los más cercanos a él. Es una especie de defensa y ataque al mismo tiempo. Tienen miedo de entrar en conflicto directo y utilizan medios psicológicos injustos para dominar a su pareja.

Este tipo de comportamiento, producto de un hombre tóxico, conduce a la ruptura de la comunicación en una relación y crea un clima tóxico que desgasta a ambos miembros de la pareja.